El diccionario de la Real Academia Española de la lengua tiene varias definiciones para la palabra “genérico”. La principal es la que se refiere al género de las personas, también hay una referida a los medicamentos, pero la que más se ajusta al tema de este artículo es la que dice: “Que denota el conjunto de los miembros de una clase o especie.”
Hay genéricos extraordinariamente famosos. Para referirse a los pañuelos de papel casi todos utilizamos la palabra Kleenex, pero ese es un producto registrado por Kimberly-Clark. A la máscara de pestañas todas nuestras lectoras le llaman Rimmel, pero ese es un producto registrado por Maybelline, al igual que los Tampax son solo una marca de tampones femeninos. A las pastillas de freno de los automóviles se les suele llamar Ferodo, que es una marca concreta y no todos los “táper” son Tupperware, marca que lleva el nombre de su creador, Earl Silas Tupper. Para referirse al ácido acetil salicílico todos utilizamos el término Aspirina, que es una marca de Bayer. Tal vez la palabra Gelocatil haya perdió una parte de su uso genérico frente al genérico Paracetamol.
No todos los artilugios para escuchar música con auriculares eran Walkman, pues esa era una marca registrada por Sony, del mismo modo que no todos los teléfonos “inteligentes” son Iphones ni todas las tabletas son Ipads. El sombrero Borsalino, ese que usa Indiana Jones, es, en realidad, el modelo Fedora de la marca italiana Borsalino, con 150 años de historia. Tanta fue su proliferación que incluso dio nombre a una película protagonizada por Alain Delon y Jean Paul Belmondo.
A las cintas adhesivas se les llamaba en España Cel·lo o Tessa, según la zona geográfica, fueran o no de esa marca; a algunos zapatos deportivos se les llama bambas por la marca Wambas (fabricados por Pirelli) o Keds y, en muchos lugares, directamente “tenis”. Y el batido de chocolate es en Catalunya un Cacaolat. Un atrevido trabajo de marketing pretendió que La Casera fuese el genérico de la gaseosa en España, pero en muchos lugares no lo consiguió, por el mero hecho que había una fábrica de bebidas gaseosas en cada ciudad, como mínimo.
Por supuesto que no todas las motos acuáticas son Jet Ski. Jet Ski es una marca registrada por Kawasaki Heavy Industries. Se atribuye la invención de la moto acuática a Clayton –Clay- Jacobson, que pretendía disfrutar de la velocidad en moto sin temor a las caídas sobre el asfalto o la tierra. Para ello creó toda clase de artefactos impulsados por un motor y una tobera. Jacobson mantuvo acuerdos con Bombardier para hacer motos acuáticas de conducción sentado entre 1968 y 1970, pero la fabricación se abandonó por lustros. Bombardier ya fabricaba motos de nieve Ski Doo. El siguiente acuerdo fue con Kawasaki, que inició su producción en serie en 1973 con el modelo de 440 cc. Ese fue el nacimiento del Jet Ski. En 1986 Jacobson también mantuvo acuerdos con Yamaha.
Ojo. Todos los modelos Kawasaki son Jet Ski, tanto si se gobiernan de pie como sentado. Solo los Kawasaki son Jet Ski y todos ellos se fabrican en Estados Unidos por Kawasaki Motors Corp. A los modelos fabricados por Yamaha se les llama Waverunner. Y a los que fabrica Bombardier se les llama Sea Doo. Durante años las regatas de motos acuáticas estuvieron reguladas por la IJSBA (International Jet Ski Boat Association), pero solo participaban en ellas motos Kawasaki. Cuando el abanico de posibilidades de participación se abrió a otras marcas la asociación conservó las siglas, pero cambio a la denominación International Jet Sport Boat Association. Es más, incluso los expertos llaman “jets” a las motos acuáticas que se gobiernan de pie cuando, en realidad, todas las motos acuáticas se impulsan con jet.
Sin apartarnos mucho de las motos acuáticas comentaremos el caso del Flyboard. No todos los artilugios hidrosustentados son Flyboard. Flyboard es una marca registrada de la empresa francesa Zapata Racing. Ni todos los cruceros a motor de tipología trawler son Grand Banks. Grand Banks es una marca de American Marine Ltd, con astilleros en Hong Kong y Singapur.
Otro genérico es Hobie Cat. Ojo, Hobie, que no Hobbie. Hobie es el diminutivo de Hobart Alter (1933-2014) fundador de la marca, quien empezó haciendo tablas de surf en los años 1950. En 1961 diseño un catamarán de fibra de vidrio y enseguida los modelos Hobie 14, 16, 18, 17, 21… De algunos modelos se han construido cientos de miles de unidades, de modo que a casi cualquier catamarán de vela ligera se le describe sin ningún pudor como “Hobie Cat”, sin importar que sea un Nacra, un Smartkat, un Bim o un Dart. Hoy la marca (Hobie Cat Company Inc) fabrica tablas de surf (la marca Alpha), skates, gafas de sol, paddles y ropa de baño.
Pero también aquí hay una particularidad. En Catalunya es posible que de cualquier catamarán de vela ligera digan que es un “patín”. El patín catalán es una embarcación tradicional muy extendida y con seguidores entusiastas, con dos cascos, que no se gobierna con timones, sino moviendo el peso del cuerpo.
Pero, sin duda, el genérico más popular de la náutica internacional es Zodiac. La marca se utiliza como sustantivo para describir con una sola palabra cualquier embarcación hinchable, sea neumática o semirrígida. Cuando una patera hinchable cruza el estrecho de Gibraltar o pasa del próximo oriente a Grecia se dice en los noticiarios que los migrantes lo han hecho a bordo de una embarcación “tipo Zodiac”, cuando no directamente a bordo de una Zodiac, sin que el artefacto sea de esta marca.
Zodiac nació para la construcción de globos aerostáticos. Sigue existiendo como Zodiac Aerospace, empresa que cotiza en bolsa, totalmente desvinculada de los productos náuticos. Zodiac Mil Pro (embarcaciones militares y profesionales) pertenece a Zodiac Hurricane Technologies, con sede en Canadá. Y aún sigue operativa en Francia la empresa Z Nautic, propietaria, ésta sí, de las marcas Zodiac, Bombard y Avon.