La náutica, como en todo, y especialmente en España, tiene dos caras. Una la básica, la normal, la del navegante medio, muchas veces calificada “de popular” y otra que es claramente una náutica elitista. Ocurre lo mismo en el mercado del automóvil, en la práctica del ski de montaña o el golf. Se puede practicar de forma normal, a precios razonables y se puede practicar por todo lo alto.
Por desgracia en España, aun habiendo una náutica “más o menos asequible” o “popular” los medios de comunicación generalistas reiteran y transmiten una imagen de élite, algo nada beneficioso para la democratización de esta actividad y el impulso de la actividad industrial derivada de la producción de barcos y su mantenimiento. Sin duda, debemos admitir que es difícil poder fijar unos baremos para definir que un acceso al mar es o no elitista, tanto como definir qué significa “más o menos asequible” o “popular”.
Pero hay datos irrefutables que han dado lugar a nuevas formas de acceso a la navegación. Unas nuevas maneras de acceder al mar que, no únicamente se deben a las circunstancias económicas las cuales, debemos decir, son las que pesan más. Se trata también de la forma de pensar que, dadas las circunstancias del mercado, ha tenido que mutarse para que la mayoria no deba renunciar a la navegación. Si, en muchos ámbitos ahora se piensa colaborativamente, pero no por idealismos, si no por aspectos tan “mundanos” como los económicos.
Las cifras lo dicen todo
Fíjate. Sólo el 16% de quienes obtienen una titulación náutica en nuestro país tienen intención de comprar una embarcación. El porcentaje de los que finalmente formalizan esa compra, disminuye más. ¿Deben los recién titulados renunciar? Pues no. Fijémonos en otros aspectos. Resulta que en España los barcos están infrautilizados, no así en otros países de nuestro entorno. Y es que hay más de 130.000 amarres repartidos en los casi 8.000 km de costa española, con un promedio de uso de las embarcaciones de sólo 20 días al año. Nosotros vaticinaríamos que un gran porcentaje de estos armadores estaría dispuesto a obtener un rendimiento cuando el barco no se usara que contribuyera a sufragar los costes de mantenimiento.
Este tapón de potenciales navegantes con título, con ansias de navegar cuenta, por suerte, con una válvula de descompresión para poder hacerlo. Los clubes, los clubes de navegación. Determinada gente de mar, proveniente del mundo del chárter, muy atentos a esa necesidad de navegar tras obtener las distintas titulaciones, han sabido mirar las oportunidades de otro modo con modelos ya existentes, en otros paises. Es el caso de Fanautic Club que nos atreveríamos a decir que es el club de navegación con más socios y más profesionalizado de España.
Y es que los clubes de navegación están lanzando miles de aficionados al mar cada día. Y no es en absoluto extraño ya que sus ofertas son muy potentes y atractivas. Tan sencillo como que, en general, proponen al aficionado el pago de una cuota mensual a cambio de disponer de una embarcación durante un tiempo determinado (en función del importe del tipo de cuota) y no tener que sufragar el mantenimiento ni asumir la compra del barco. ¡Más cristalina la oferta no puede ser!
Nos hacemos eco pues de la propuesta de Fanautic Club que este próximo sábado 18 de febrero organiza una jornada de puertas abiertas GRATUITA en Port Ginesta en la cual todo el mundo está invitado, previo a una lógica inscripción AQUÍ para poder gestionar adecuadamente las salidas en los 5 modelos de veleros recientes y una bonita lancha con que Fanautic Club se dota en Cataluña.
Sin duda una buena oportunidad de navegar, naturalmente sin compromiso comercial, que servirá para conocer barcos actuales y también, por qué no, para conocer a gente.
El sábado 18, en Port Ginesta, ¡a disfrutar!