El Banque Populaire VIII y el Hugo Boss se “arrastran” a dos nudos, a veces a cuatro, sin poder evitarlo… Por si alcanzan los vientos del noreste mañana, los dos líderes de la Vendée Globe trabajarán duro para situarse lo mejor posible ante las transiciones de viento, por una borrasca entre Madeira y las Islas Canarias que genera la remontada del Atlántico Norte. Hay que mantener la calma.
En vista de los vídeos subidos por Arnaud Boissières y Fabrice Amedeo, el Pacífico Sur a lo largo de la zona de exclusión de hielo se parece a un agradable paseo bajo el sol… pero en condiciones de calma. “Es un infierno, el barco no excede los cinco nudos, el mar está como un espejo y la velas no se hinchan. Difícil para los nervios y también para el barco”, escribía esta tarde el suizo Alan Roura, que navega bajo las mismas condiciones a 60 millas del Newrest-Matmut.
Fabrice Amedeo, Newrest-Matmut:
“Las condiciones eran fáciles pero la euforia duró poco. Tenemos una barrera anticiclónica delante de nosotros. La zona de exclusión de hielo nos impide descender por lo que debemos cruzar este anticiclón. Pasé varias horas a 1,5 nudos de velocidad, prefiero cuando hay 35 nudos. Es precioso, pero desde el punto de vista de la navegación es el infierno. Arreglé el barco hace dos días. No queda mucho que hacer salvo esperar el viento. Tengo películas y libros pero no hago nada porque yo estoy esperando la más mínima rachita de viento. Hay que mantener la calma”.