La Etapa 2 de la Volvo Ocean Race largaba velas este 19 de noviembre desde Ciudad del Cabo rumbo a Abu Dhabi. Un total de 6.125 millas que nos depara muchas aventuras en los próximos 20 días dadas las características del recorrido y las previsiones meteorológicas que se esperan.
La subida del viento en las primeras millas del trazado ha sido escalonada, ofreciendo una regata radical en la que el Mapfre se colocaba primero al inicio.
Soplaban apenas 5 nudos de viento cuando el barco español, junto a Team Brunel y Team SCA cruzaban la salida aventajados, mientras que en la retaguardia Abu Dhabi Ocean Racing y Team Vestas Wind se peleaban con un viento que parecía querer desaparecer por momentos.
Pero a los pocos minutos todos cambiaba, soplaban 30 nudos, y los mástiles parecían querer tocar el agua. Particularmente el del MAPFRE, que realizaba rapidísimas maniobras y parecía desbocarse por llevar demasiado trapo.
Los cambios de liderato, y de viento, han sido constantes durante el recorrido en la bahía de Ciudad del Cabo que los equipos han completado antes de poner rumbo al Índico, al otro lado del Cabo de Buena Esperanza. Al tomar la última baliza, tras la que ponían ya rumbo a Abu Dhabi, Team SCA mandaba en la flota, seguido muy de cerca por Team Alvimedica y Team Vestas Wind. Todo ello un presagio de que la etapa 2 podría volver a ser tan impredecible y reñida como la 1.
Probable ciclón por delante
Las próximas 48 horas se anuncian duras para los siete equipos, pues a la corriente de Agulhas se une un frente frío esta noche y vientos del Sur de hasta 25 nudos. Y más adelante, un probable ciclón tropical en el Indico Sur, la zona de exclusión de la costa Este africana, las calmas ecuatoriales -sí, de nuevo-, y el desconocido estrecho de Hormuz y el Mar Arábigo. Pero para aquello todavía falta. Xabi Fernández, del MAPFRE, pronostica “una primera semana relativamente tranquila”.
Por su parte Pablo Arrarte, cántabro del equipo holandés Team Brunel, admitía que esta etapa puede ser “algo más complicada que las otras“. Preguntado por si algún hombre de su tripulación conoce bien la ruta, respondía con claridad meridiana: “Nadie. Bouwe (Bekking, patrón)) y Capey (Andrew, navegante), han navegado algo por Omán, pero poco más“. Es la tónica de la flota. Pascal Bidegorry, navegante del Dongfeng, era otro de los que admitía desconocer totalmente la zona en la que, para complicar las cosas, los modelos meteorológicos son poco fiables.
Todas estas razones harán que, en palabras del cántabro, “en un momento puedas estar en dominio total, y en el momento siguiente, estar abajo. Por esta razón hay que saber mantener la calma y el nivel de rendimiento para darlo todo sabiendo que puedes volver. Es una etapa que nadie la va a hacer de manera perfecta. La suerte va a ser un factor importante”.
Tan impredecible resulta para los equipos, que las previsiones de su duración van de los 23 días a los 30, o incluso 31 días. Esto supone todo un quebradero, pues tienen que embarcar suficiente comida para todos esos días, y evitar el racionamiento de la etapa 1, pero sin pasarse. “Dos bolsas de comida de más son 60 kilos más, y, aunque parece poco, en barcos exactamente iguales se nota“, explicaba Arrarte.
Iker Martínez navegará con dos nuevos hombres a bordo, el inglés Rob Greenhalgh en la posición de jefe de guardia en sustitución de Desjojeaux, y Jean Luc Nèlias, actual ganador con Groupama, como navegante. “Al principio lo que hay que hacer es seguir con la flota porque aunque vayas adelante te van a pillar, y si vas detrás los vas a pillar, hasta pasar esa parte de poco viento. Una vez pasada, empezamos con los Alisios dirección Norte, así que la primera situación en la que te puedes quedar detrás o adelante es ahí”, explicaba esta mañana.
Team SCA contará para la ocasión con Dee Caffari y Elodie-Jane Mettraux en lugar de Sally Barkow y Sara Hastreiter. El equipo femenino cuenta con 13 navegantes lo que le permite realizar reemplazos de etapa en etapa.
Así se vivió la salida a bordo del Mapfre