Para algunos ha sido una etapa fácil y sin contratiempos el recorrido de 1270 millas comprendido entre Douarnenez y Lanzarote; para otros una especie de carrera de obstáculos en la que el principal escollo es tener el barco a tiempo, con todas las averías arregladas, antes de la largada hacia Guadalupe. La Mini Transat 2015 nos ofrece la emoción que esperábamos, es hora de profundizar en algunas de las historias particulares de estos valientes durante estos días de travesía.
Así, por ejemplo, Jean-Baptiste Daramy 814 Chocolat colisionó durante esta etapa con un objeto flotante, de noche, lanzado a 12 nudos. El golpe le arrancó parte del espejo de popa y uno de sus timones. Sin embargo, navegando con un solo timón y con un agujero en la popa, decidió continuar con el único objetivo de llegar a Lanzarote para hacer las reparaciones. Con sólo el timón de estribor, cuando navegaba amurado a babor se veía obligado a hacerlo contraescorado, muy similar a lo que se hace en Optimist. Daramy entraba este domingo en Lanzarote en 10ª posición de los protos.
Antonio Fontes 745 Vela Solidaria, por su parte, confesaba al barco acompañante K8 haber sufrido alucinaciones delante de Lisboa por la falta de sueño. La gestión de este aspecto y de la correcta alimentación son claves para los navegantes solitarios, pero a veces las complicadas condiciones meteo durante muchas horas, el estado de la mar y el estrés, hacen que se lleve el cuerpo al límite de la su resistencia. Fontes ha llegado sin ningún problema a Lanzarote en 18ª posición de la categoría Serie.
Fidel Turienzo 304 Satanas. El 23 de septiembre se desviaba de su rumbo hacia las costas portuguesas cuando se encontraba en el grupo de cabeza de los protos. Al cabo de unas horas se supo que ha roto su palo de carbono en tres partes. Muchos habrían abandonado, pero Fidel, ayudado por Renato Conde de LX Sailing, ha trabajado sin descanso durante 36 horas para reparar su mástil. Una proeza que ha completado con éxito y que le ha permitido retomar a la regata antes del límite de las 72 horas.
En el caso de Nacho Postigo 860 Vamos Vamos le ha tocado librar una batalla titánica en tierra para poder llegar a Lanzarote para la salida de la segunda etapa. Un caso menos visible, por no estar navegando, pero que ha supuesto una carrera contra reloj con muchas personas implicadas. Postigo está ahora camino de Portugal donde deberá montar su nueva quilla.
Por otra parte, Aitor Ocerín y su Iparbeltz están a menos de 75 millas de la llegada, navegando a 6 nudos, seguido a 23 millas por Jesús Jiménez. Ambos a buena velocidad impulsados por un viento de norte que aún sopla. Más atrás, a 462 millas de la llegada, Guillermo Cañardo avanza aparentemente sin problemas.
En cambio, Pilar Pasanau está sufriendo mucho la falta de viento a la altura de Galicia y sufre una nueva avería a bordo que espera solucionar sin tocar tierra. Situada ya en un sistema meteorológico totalmente diferente del resto, actualmente avanza a poco más de 2 nudos con vientos muchos variables que no le permiten mantener una trazada estable.