Cuarenta patrones se han embarcado en un viaje legendario, en solitario, sin escalas y sin asistencia, para recorrer más de 24.000 millas náuticas (unos 45.000 km) alrededor del mundo. Por primera vez, tras las dos ultima ediciones consecutivas, Dídac Costa no ha salido con si One Planet, One Ocean. Recordemos que otros españoles como Unai Basurko, Bubi Sansó o José Luis Ugarte también estuvieron en esta legendaria regata que no aventura.
Han partido los cuarenta patrones con vientos inestables, que oscilaban entre los 4 y los 7 nudos, un comienzo suave de lo que será una regata épica. La serena salida ha contrastado con el torbellino de emociones de la mañana. Al amanecer, entre las 8 y las 10 de la mañana, soltaron amarras tras una emotiva despedida en el muelle. Mientras navegaban por el emblemático canal de Les Sables-d’Olonne, saludaron a los cientos de miles de personas que se habían reunido, hombro con hombro, alineándose en los muelles con vítores y esperanza, un mar de rostros allí para despedirlos.
En esos últimos momentos antes del pistoletazo de salida, los últimos miembros de la tripulación se lanzaron al agua, dejando a los patrones solos con el océano infinito por delante. Esta noche pasada, cuando el viento ha empezado a aumentar ligeramente, han afrontado su primera noche en el mar, solo ellos, sus barcos y el horizonte infinito.
La mítica regata de los 3 Cabos
La flota se dirijirá primero hacia el golfo de Vizcaya, descendiendo por el Atlántico hasta el Cabo de Buena Esperanza y el Cabo Leeuwin en Australia, antes de enfrentar el temido Cabo de Hornos. Este trayecto es conocido por sus condiciones extremas, navegando en las latitudes 40º-50º Sur, donde se encuentra la zona de exclusión antártica.
Los navegantes deberán adherirse a ciertas normativas estrictas, incluyendo el respeto al Dispositivo de Separación del Tráfico (DST) entre Cabo Finisterre y Canarias, y evitar áreas de riesgo de piratería a lo largo de la costa mauritana.
Una marathón oceánica con tu “yo”
La Vendée Globe es una prueba de resistencia en la que cada patrón debe afrontar cualquier circunstancoa en absoluta soledad competiendo sin asistencia directa ni escalas. Está prohibido, por ejemplo, abarloarse con otro barco durante la competición y ni tan siquiera recibir nada del exterior. La asistencia médica se brinda de forma remota.