Esta Trilateral de la náutica, que reúne en un encuentro anual a los más destacados ‘actores’ de la vela internacional, en ciudades paradigmáticas de la industria y la actividad económica de la náutica (Ginebra, Malta, Aarhus, el próximo año están convocados en Lorient) actúan de forma consciente o inconsciente, como un nuevo Club Bilderberg, Grupo de los Treinta , o Fundación Carnegie de la vela, y han apostado a que en futuras olimpiadas el crucerismo forme parte del programa olímpico. No resultaría nada extraño que en un futuro próximo veamos a los actuales regatistas veteranos del crucero, de nuevo en unos Juegos Olímpicos. La supresión de la clase Star, como clase olímpica, que parecía reservada a las viejas glorias del olimpismo, muchos de ellos embarcados en proyectos ‘crucero’ tipo America’s Cup, puede que tengan nuevos laureles con la entrada del cruisering en unos Juegos Olímpicos.
Atrás quedan los años en el RORC (Royal Ocean Racing Club), un club inglés de gentlemen, forjaran y diseñaran los designios de la vela oceánica de crucero. Fundado en 1925, este club de amantes del yacthing (vela) y de los barcos, han marcado el rumbo de la competición de la vela oceánica durante décadas y su influencia fue de un auténtico contrapoder de la ‘vela pesada’ respecto otras autoridades de la vela internacional, más volcadas a las clases de vela más ligera. Hoy los ‘tiempos modernos’ apuestan por un nuevo entramado de influencias, que marcan las tendencias en eso de los contrapoderes en la vela. Y en él, juega un papel muy destacado el Yacht Racing Forum (YRF), que se ha convertido en el escaparate y el influyer más importante de esta gran familia de la vela, amantes de los grandes veleros y la vela de crucero en su estado más puro. El YRF, con el tiempo, ha consolidado su imagen de ‘foro abierto’, -no es un club de gentlemen’s, como lo es el RORC-, de auténtico ‘think tank’ , formado por empresarios, comunicadores, regatistas, que desde hace años se reúnen para debatir el futuro de la vela y crear estrategias de cómo ha de serla actividad del yacthing y ofrecer recomendaciones aplicables directamente a las distintas comunidades y organismos vinculados con la vela y su deporte y marcar tendencias.
En Aarhus, los asistentes en el foro vieron como una necesidad incuestionable de que la vela de crucero oceánica formara parte del evento olímpico. Lo van a apoyar en la federación internacional de vela, ahora Sailing World, y lo presentarán en las asambleas del CIO, autoridad y organismo del que en última instancia será la que podrá decidir sobre esta cuestión.
Los hilos se están moviendo. Quien expuso la idea fue Gary Jobson, comentarista televisivo y regatista. Presentó una propuesta en crear una regata de crucero, offshore, de 300 millas náuticas sin escalas para un equipo mixto de dos personas A-2 para integrarla en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, como una prueba más del evento. Para ello también desarrolló una argumentación, proyecto y una puesta a punto, de cómo organizar un Campeonato Mundial Offshore para el año 2019.
La idea no va a caer en saco roto. Precisamente el Consejo Mundial de la Vela, organismo de la Federación Internacional de la Vela, hoy conocido como World Sailing, ve buenos ojos esta iniciativa. De hecho en su última reunión celebrada el pasado mes de noviembre en Puerto Vallarta (México), ya se abordó esta cuestión y la autoridad máxima de la vela mundial ve bien la idea de organizar un mundial para cruceros, a escala planetaria, en una sede previamente elegida y renovable, y cuyas pautas serían la de organizar un mundial de crucero offshore, pautado con unas normas basadas en la deportividad, la igualdad de embarcaciones, y la simplificación competitiva. De materializarse, sería un paso muy decisivo para que el Offshore sea olímpico.
Aún quedan algunos hilos para hilvanar, como son el tipo de embarcación elegida (por descontado monotipo), el formato de la regata, sobre la tripulación (parece que toma cuerpo que sea A-2, pero esto está aún por definir). Pero lo evidente es que existe una voluntad firme de hacerlo realidad.
Para muchos existe un auténtico clamor, sobre todo por parte de muchos regatistas de crucero, en poder disputar mundiales reglados y ser protagonistas en unos Juegos Olímpicos. De hecho muchos regatistas, hoy figuras de la vela de crucero (activos regatistas en Americ’as Cup, vueltas al mundo, como la Volvo, o integrados en circuitos internacionales como en los TP52, los RC44, Swan 50) proceden del olimpismo y con el tiempo, por una cuestión de ‘veteranía’, han pasado a ser los actores de unos proyectos de vela de crucero que marcan el calendario regatístico mundial.
La propia presidenta de la Federación Española de Vela, Julia Casanova, apuntó esta tendencia, en la última reunión con la prensa internacional con motivo de la presentación de la Barcelona World Race, reconociendo la necesidad, cada vez más pedida, de converger en el mundo de la vela (la olímpica y la de la vela ligera) al importante sector del crucerismo, ya que en el fondo todos los practicantes de la vela han sido y son regatistas, y por evolución, muchos olímpicos y practicantes de élite de otras clases, tras su periodo de alta competición ‘en la vela ligera’ , han pasado al crucerismo del más alto nivel, de una forma natural y normal. Por ello la Sailing World está estudiando esta cuestión con mucho interés.
Ejecutar estas propuestas, ya no son ahora un plan de futuro, sino de presente. Organizar un Campeonato Mundial Offshore en fechas próximas fechas, es un reto que se lo han tomado en serio los altos responsables de la vela. Y el poder estar en unos Juegos Olímpicos, parece ser la nueva meta. Para ello la Junta Directiva de World Sailing, ya ha creado un Comité específico para la Vela Oceánica y Offshore (Oceanic and Offshore Committee).
Ahora solo falta que otro ‘club de peso’ el CIO, lo vea claro, y se entusiasme con la idea, que acepte la vela oceánica como prueba olímpica y se pueda competir en esta nueva modalidad. En el fondo, el cruiser, es la modalidad más vieja y veterana del mundo de la vela, y origen de todo el yachting actual.
Àngel Joaniquet