Con el objetivo de reducir costes de producción, la regla de los nuevos catamaranes Copa América para el evento de 2017 parece que está prácticamente lista. Desde el principio se anunció que los barcos serían probablemente más pequeños, “con menos tripulación y menos personal participando en el diseño; logística y costes de construcción reducidos”, dice Melvin y parece que la decisión está entre el de 60 o el de 62 pies, aunque esta última opción es la favorita, según manifestó Morrelli en una conferencia la semana pasada.
El estadounidense Gino Morelli es uno de los diseñadores más experimentados que participan actualmente en la Copa América. En 1988 diseño el catamarán del equipo ‘Stars &Stripes’ de Dennis Conner que ganó aquella edición.
En 1992, 1995, 2000, 2003 y 2007 se volvió a competir con monocascos y en 2010 Morelli se unió al equipo Oracle de Larry Elison para el diseño del trimarán de 90 pies (27,50 metros de eslora), con el que los estadounidenses derrotaron al Alinghi suizo en Valencia.
El también estadounidense Pete Melvin ya avanzó el pasado mes de febrero que el nuevo barco sería más pequeño, pero no más lento. Sus pruebas indicaron que la nueva clase podría ser similar al AC72 en cuanto a velocidad en empopadas, pero un poco más lento en ceñidas.
En la conferencia que Morrelli ofreció la semana pasada confirmó que la regla de diseño está ya finalizada. Los catamaranes están diseñados para navegar en un rango de 6 a 30 nudos de viento (11 a 55 Km/h.), pero el tamaño final de su manga se determinará cuando se escoja el lugar de celebración.
La reducción del tamaño de la embarcación de 72 a 62 pies reducirá las cargas a la mitad, abaratando los costes de estructura.
El barco, de tamaño más pequeño, requiere menos tripulación, pasando de 11 a 8 miembros, y menos equipo de apoyo, lo que reduce el presupuesto necesario.
Las dimensiones de la vela en ala estarán estrechamente especificadas, lo que reducirá también los costes de diseño, y la forma del casco tendrá más volumen de proa para mejorar la seguridad.
El ajuste de las orzas de deriva será simplificado ligeramente para reducir los costes; y el ángulo del timón será ajustable para mejorar el control de los cascos.
Si bien se prefiere un estado de la mar plana, los nuevos barcos podrán navegar con olas de 1,5 a 2 metros siempre y cuando los picos sean muy distantes.
El diseño y el tiempo de construcción de los barcos será de aproximadamente 14 a 18 meses.
Gino Morrelli ha considerado que “la clave estará en la navegación contra el viento”: “El equipo que pueda mantener los cascos fuera del agua por más tiempo mientras se dirige directamente para virar hacia el viento podría obtener ganancias significativas ante de realizar la maniobra”.
“Esta técnica debería alentar las viradas, y por lo tanto las carreras podrían alcanzar altas velocidades a favor del viento y ser muy tácticas en contra del viento”, concluyó.