La primera unidad Crownline 210 SS para Europa, en el Salón Náutico de Barcelona

La más pequeña de la SS Series, (Super Sport Series) de la norteamericana Crownline podrá verse por primera vez en Europa en el stand de Crownline Spain en el próximo Salón Náutico de Barcelona. Los modelos Crownline 266 SS y Crownline E235 (ver test aquí) acompañarán a la 210 SS.

Está claro que estamos ante un modelo de carácter joven y deportivo. Basta mirar las líneas generales de esta Crownline 210 SS, la más pequeña de la serie Super Sport compuesta por 6 modelos más hasta los 8,79 m de eslora. Ideal para compartir con amigos o salir en familia a disfrutar del día.

Y es que estamos de suerte de poder ver e incluso a optar por una embarcación de eslora contenida, sólo 6,4 m y 2,50 m de manga, y que se adivina como ideal, por sus dimensiones, para un fácil y práctico invernaje sobre remolque en cualquier rincón disponible. Estamos de enhorabuena decíamos también porque la actual demanda de embarcaciones a escala mundial es importante y no siempre un país productor como los Estados Unidos destina el número de embarcaciones suficiente para la exportación a Europa.

La Crownline 210 SS es por tanto un bombón por estas circunstancias y, desde luego, por las características y prestaciones en sí mismas.

Estamos ante una embarcación deportiva, de espíritu joven que, a pesar de ser de eslora contenida, ofrece un aprovechamiento del espacio especialmente interesante. Basta con observar la polivalencia de la parte trasera, a partir del asiento recto de popa para tres personas, vemos que encima de la tapa del motor se dispone de un solario para tomar el sol pero que puede convertirse en dos espléndidas butacas para observar, si se quiere, las evoluciones de alguien que pueda estar haciendo wake o esquí. Naturalmente la persona que esté allí erguida y cómodamente observando a su alrededor, tiene su lugar específico para su bebida. Por las dimensiones de cada asiento, podríamos decir que probablemente cupieran dos personas bien avenidas… ¡Lo veremos en el Salón Náutico de Barcelona!

La proa, abierta o de estilo bow-rider, es especialmente atractiva para estar durante la navegación con un nivel de comodidad al estilo norteamericano. Nos referimos a más sujetavasos, reposabrazos, salidas de sonido HiFi, con unos tapizados y acolchados impecablemente bien realizados y resistentes.

También resulta fascinante el puesto de gobierno que, como nos tiene ya bien acostumbrados la marca, luce especialmente en los tacómetros y velocímetros como si fuera un coche. Se prescinden de los aburridas pantallas de navegación y control de motor.

Huelga decir que su asiento hiper-envolvente, adaptable en altura y proximidad al volante y rotatorio 360º, es ideal para sentarse cómodamente y bien parapetado del viento tras el parabrisas. El o la copiloto disfrutará de la misma comodidad con el añadido que enfrente dispondrá de una gran guantera para estibar pequeños elementos y los móviles. La seguridad activa, es decir la presencia de asideros en todos las posiciones en que los tripulantes pueden ir sentados, es excelente excepto en los asientos creados en el solario, lo cual nos dice que mucho cuidado al sentarse en plena navegación o que el pilotaje debe ser tranquilo y suave.

Navegación Crownline 210 SS

Sus prestaciones serán, sin duda, hiperdeportivas si así lo quiere el que pilote. Sus 250 caballos que ofrece su motor de 4,5L medio-intraborda (con cola) de la norteamericana Mercruiser, a buen seguro la propulsará a más de 40 nudos de velocidad en un mar obligatoriamente plano en aras de la seguridad. Su palanca de gas es mecánica. La 210 SS de Crownline, a parte de su fortaleza y rigidez en el casco, muestra también un tímido step o escalón lateral lo que indica que su casco está bien pensado para la velocidad. Naturalmente muestra dos redanes en la carena por banda, y una forma de “v” en su espejo de popa (19º deadrise) francamente necesario.

Su proa, de estilo clásico y lejos de las formas en boca de sapo de algunas otras gamas de la marca, muestra un estilo clásico deportivo de toda la vida muy apetecible. Intuimos que no hay espacio para un molinete en su proa, pero, ¡caramba!, con una línea en cabo y un ancla de máximo 5 kg hay suficiente para fondear en cualquier sitio si la profundidad -¡claro!- no supera los 10 m. 😉