Es por ello que ahora la FNOB pasa a denominarse oficialmente Fundació per la Navegació Oceànica Barcelona y Copa América. Sí, la FNOB cambia de nombre… y se transforma. Su objetivo será el de coordinar las administraciones implicadas, garantizar el correcto desarrollo de la competición, vincularla con la ciudadanía y economía de Barcelona, Cataluña y España, potenciar la economía azul y potenciar la promoción internacional de la ciudad y del resto de destinos del país desarrollando el legado posterior.
El presidente de la entidad será el conseller de trabajo y empresa de la Generalitat de Catalunya, Roger Torrent; una vicepresidencia la ostentará el primer teniente de alcaldía de economía, trabajo, competitividad y hacienda, Jaume Collboni; y otra el secretario general de cultura y deporte del Gobierno de España, Víctor Francos; la dirección general irá a cargo de Ignasi Armengol
Ignasi Armengol Villà (Barcelona, 1964) es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona, tiene un máster en Gestión Pública y el Programa de Dirección General de IESE. Ha ocupado diferentes responsabilidades en la empresa Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), siendo el Director General de Bus hasta mayo de 2011. Después se incorporó a la Dirección General de Barcelona de Serveis Municipals (BSM) hasta mayo del 2016. En ese momento, se incorporó a la Dirección General de Transporte Masivo de Panamá dentro de la estructura de la multinacional inglesa, FIRST TRANSIT hasta marzo del 2020. Actualmente estaba al frente de la Dirección Internacional del Grupo Vectalia.
Cuenta con una amplia experiencia en ámbitos de Gestión Pública de grandes organizaciones, y siempre vinculado a proyectos de transformación y mejora de las ciudades. Ha participados en acontecimientos y acciones claves en la ciudad de Barcelona como los Juegos Olímpicos’92, el Foro de las Culturas, el diseño de la Nueva Red de Bus, la implementación del primer Bicing, la puesta en marcha del proyecto de la T-Movilidad, la gran transformación del sistema de transporte público en la ciudad de Panamá introduciendo 1.500 nuevos autobuses, y en la organización y gestión de espacios emblemáticos como el Parc Güell, la Anella Olímpica, el Parque de Atracciones del Tibidabo o el espacio del Forum.
Los patronos de la fundación en esta nueva etapa son: el ministerio de cultura y deporte, la Generalitat de Catalunya, el Ajuntament de Barcelona, el Port de Barcelona, el Consorci de Turisme de Barcelona, la Diputació de Barcelona, la Cambra de Comerç de Barcelona, y la asociación Barcelona Global
Una apuesta clara por la Economía Azul
La Economía Azul engloba las actividades económicas vinculadas con los ámbitos acuáticos compatibles con la conservación de los ecosistemas marinos y que favorecen el desarrollo social y económico sostenible. Este ámbito engloba varios sectores, desde las actividades portuarias y la pesca hasta la biotecnología marina o las energías renovables marinas, incluyendo el sector náutico y deportivo, cultural y de ocio.
Con el objetivo de desarrollar esta Economía Azul de manera compatible con la preservación de los servicios ecosistémicos, el Gobierno aprobó en 2018 la Estrategia Marítima de Cataluña 2030 como el instrumento de planificación de la política marítima integrada en el marco de la Agenda Marítima de Cataluña. La implementación del Plan Estratégico ha posibilitado el primer ejercicio de dimensionado de la Economía Azul del país, y ha permitido dar un importante impulso a la investigación, la innovación y la transferencia en este ámbito. La contribución de la Estrategia ha sido también evidente en aspectos relacionados con la biodiversidad, el cambio climático y la igualdad de género. La Estrategia integra en su órgano de gobernanza al Consell Català de Cogestión Marítima, a las administraciones, científicos, sectores económicos y sociedad civil con el fin de co-diseñarla y co-implementarla.
El Port de Barcelona incluye en su último Plan Estratégico 2021-2025, la Economía Azul como una oportunidad a la hora de lograr sus objetivos en términos de sostenibilidad medioambiental, social y económica. Además, en su visión 2040 (publicada en el mismo Plan Estratégico) considera la Economía Azul como un motor económico y dinamizador para toda la Comunidad Logística Portuaria (actualmente formada por más de 500 empresas). De hecho, el Plan de Innovación del Puerto tiene, entre otros, el objetivo de crear un hub de innovación dedicado a la Economía Azul, el Blue Tech Port, donde las start-up, las empresas tecnológicas, el mundo académico y el sector marítimo portuario, puedan desarrollar una nueva actividad económica en el ámbito de la Economía Azul. Este Hub de innovación, estará situado en la zona Portuaria, dentro del denominado Distrito Azul. El objetivo del Distrito Azul es poner en común proyectos, para impulsar la innovación, por parte de diferentes entidades público-privadas como el Consorcio de la Zona franca, el Ajuntament o el Puerto. El Port de Barcelona apuesta para que el Distrito Azul, donde se concentrarán todas estas actividades, se convierta en un polo empresarial que funcione bajo criterios de sostenibilidad, apertura, colaboración y tecnología para atraer talento, emprendimiento e innovación. El Puerto de Barcelona fue la primera institución en firmar un acuerdo con el Ajuntament de Barcelona para unir fuerzas en esta estrategia.
El dato
La Economía Azul supone un 4,3% del PIB de Barcelona y un 1,4% de la ocupación de la ciudad. En este sentido, los datos demuestran la relevancia que tiene este ámbito económico incluido en la nueva agenda económica de la ciudad, el BCN Green Deal, en una ciudad como Barcelona. También está alineada con la Agenda 2030 que marca las prioridades y medidas para fortalecer la ciudad a través de tres aspectos clave: la competitividad, la sostenibilidad i la equidad.