La goleta “Nieves 4” comandó la etapa y realizó su entrada en el puerto de Camariñas a primera hora de la tarde. Los participantes de la prueba, que organiza la Asociación de Clubes Náuticos de Galicia (ASNAUGA), completaron de esta forma más de 150 millas de navegación (240 kilómetros) desde el pasado domingo, cuando se dio la salida de la ruta en Ribadeo.
La tercera etapa comenzó a las ocho de la mañana en Ares con cielos nublados, alguna llovizna y viento del oeste. Pronto cambiaría. Los más madrugadores, conscientes de que por delante tenían la dura tarea de alcanzar Cabo Vilano, ya enfilaban la piedra de A Marola (en la bocana de la ría) minutos después de las siete de la mañana y unas dos horas después se ponían en marcha las goletas “Nauja” y “Nieves 4”.
Ya en mar abierto, regresó el viento del nordeste que ha acompañado a la flota desde el pasado domingo y, tras dejar atrás A Coruña, los participantes pusieron rumbo a las islas Sisargas. Con rachas de hasta 20 nudos (37 kilómetros por hora) y marejada, la flota pudo respirar tranquila cuando abrió sus velas a vientos más portantes.
A bordo de la “Nieves 4”, los peregrinos pudieron realizar diversas actividades, como una clase de nudos o recibir explicaciones sobre la historia de la goleta. Construida en 1918 en Muros, la embarcación se dedicó a la ruta de la sal, carbón y arcilla hasta que fue reconvertida a pasaje. Para ello fue necesario retirar uno de los tres mástiles con los que había salido del astillero y colocar una camareta. A punto de cumplir un siglo de vida, la goleta dispone ahora de motores que le permitieron realizar este martes una media de ocho nudos de velocidad, entrando en Camariñas a las cuatro de la tarde.
Por detrás, la goleta “Nauja” y el resto de los participantes, todos ellos favorecidos por el viento que les permitió ir entrando durante toda la tarde en el puerto coruñés. Al igual que en las dos jornadas anteriores, pequeñas averías hicieron que alguna de las embarcaciones se retrasase en su llegada. La jornada se completó con una visita a Cabo Vilano y la tradicional recepción en el Club Náutico Camariñas.
Este miércoles, 9 de julio, se realizará una nueva etapa que llevará a los peregrinos hasta las Rías Baixas tras superar el temido cabo Finisterre. Unas 43 millas separan ahora a la flota de Portosín, en la ría de Muros y Noia, antepenúltima etapa antes de llegar al río Ulla por el que ascenderán el próximo sábado en catamarán hasta Padrón.
Versión Sur en Cangas
Por su parte, la versión Sur – Mediterránea arribaba hoy al Real Club Náutico Rodeira Cangas, primer puerto en ‘terra galega’ cerrando así la antepenúltima etapa que les ha llevado desde el puerto portugués de Oporto al español de Cangas.
Los peregrinos han sido recibidos por el alcalde del Concello de Cangas, José Enrique Sotelo y el presidente del club de Rodeira; Humberto Ferral en el salón de plenos del concello. Los patrones de los ochos barcos recibieron de manos de Sotelo y Ferral un plato de cerámica con el escudo de la ciudad, como recuerdo de su visita a la ciudad.
Quedan dos etapas cortas, que llevarán a los peregrinos desde Cangas a Porto Novo, en Sanxenxo, y de éste puerto a Cabo de Cruz, cerrando así la travesía el próximo 11 de julio. Una aventura que tuvo sus inicios en aguas italianas de Génova el pasado 15 de junio con sólo dos barcos y que va a decir adiós con once barcos: Odysseas Dos, Idus, Melvil, Elora, Alba Plena, Colambre, Manacora, Pata Palo, Mar de Nergha y Bahía de Nerga.