El navegante francés Jean Luc Van den Heede recibió ayer en la sala BBK el premio SAIL IN, un reconocimiento que el festival de cultura de vela otorga a personas de estela imborrable.
Van den Heede, de 73 años, llegó el viernes a Bilbao pocas semanas después de proclamarse primero en la Golden Globe Race, una vuelta al mundo en solitario, sin escalas y con todas las limitaciones de navegación y material que realizó en 211 días, 23 horas y 12 minutos. Esto es, 100 días menos de los que necesitó Sir Robin Knox-Johnston en la Sunday Times Golden Globe de 1969. Sin embargo, ha sido su manera de llevar a cabo esta y otras muchas proezas lo que realmente lo han convertido en un navegante muy querido.
El navegante francés sorprendió a una sala repleta con unas imágenes recién descargadas de su cámara personal grabadas durante la vuelta al mundo. Tras recibir el premio SAIL IN de manos de Urtzi Sagarribay, director de SAIL IN Festival, las explicó en directo desde el escenario antes de su entrevista final.
Van den Heede ha escrito uno de los capítulos más fascinantes de la vela oceánica con esta última epopeya. Siempre ha acabado en los puestos de podio en todas las regatas de vuelta al mundo que ha disputado (fue segundo en la BOC Challenge Around Alone de 1986, tercero en la Vendée Globe Race de 1990, segundo en la Vendée Globe de 1993 y tercero en la BOC Challenge Around Alone de 1995), pero lo que más caracteriza su perfil de buen marino es que siempre lleva a buen puerto sus barcos. Además, mantiene el récord que estableció en 2004 al completar la circunnavegación al planeta en solitario de Este a Oeste, por la ruta contraria a los vientos dominantes. De hecho, ningún barco, con un solo patrón o con tripulación completa a bordo, ha logrado rebajar hasta la fecha los 122 días que empleó el francés.
Previa a la entrega del premio, se ha proyectado el film ‘Comme Un Seul Homme’, premiere nacional del navegante Eric Beillon, primer clasificado en la última Vendée Globe en la categoría de nuevos participantes. Beillon es por encima de todo un navegante comprometido con las causas sociales y su trayectoria oceánica siempre ha estado ligada a este tipo de proyectos. Su última participación ha sido en la reciente Route du Rhum, a bordo de una preciosa goleta con muchas ideas por proa.