Estamos a un año de la Regata Olímpica, y todo son incógnitas. Dudas. Está en boca de todos. “¿Vendrá la delegación española de vela del Brasil con los bolsillos vacíos de medallas?” Es el tema de moda. Por desgracia, demasiado recurrente en los mentideros náuticos de nuestro país. ¿Derrotismo antes del combate? Puede. Y todo este malestar por la falta de suficientes recursos y ayudas hacia la vela de élite. Una cuestión de money…
La carestía de recursos ha hecho que los regatistas mejor preparados de nuestra vela, quienes defienden el pabellón deportivo de esta disciplina en el Olimpo, hayan lanzado el grito de alarma. Y de queja.
Están descontentos. Y se sienten utilizados. De poco sirve que España sea el cuarto país mejor situado en el medallero olímpico de la vela. Y que sea un deber moral mantener este listón. Somos después del Reino Unido, Estados Unidos y Noruega -estos tres ocupan el virtual podio de países con mejor medallero en la vela- quienes más medallas de oro olímpicas hemos ganado. Y somos cuartos en el ranking del medallero olímpico, superando a potencias, que muchos podríamos creer que están por encima nuestro, como Francia, Dinamarca, Suecia, Australia o Nueva Zelanda.
El Reino Unido es el líder indiscutible. La vela olímpica es británica, como lo demuestran sus 25 medallas de oro, las 18 de plata y las 11 de bronce. Estados Unidos es la segunda potencia, y aunque con más medallas que Gran Bretaña, tiene menos oros, en concreto 19 medallas de oro, 23 de plata y 17 de bronce. Noruega, otra de las grandes, es la tercera con 17 oros, 11 platas y 4 bronces.
Nosotros, con un envidiable palmarés, poseemos 13 oros, 5 platas y 1 bronce. Detrás tenemos a los franceses, que con más metales, sólo disponen de 12 oros, por lo que si España no lograra ningún oro en Río, los franceses, con ganar un oro más, ascenderían al codiciado puesto que ahora tenemos. Un objetivo que los galos lo tienen como un verdadero reto de cara el 2016. Y algo parecido ocurre con otros países, de profunda tradición náutica, como Dinamarca, también con 12 oros, Suecia, con 11 oros o Australia con 10.
Muchos se preguntan que “¿qué será de la vela olímpica española en Río y después de 2016?”. ¿Habrá finalizado un ciclo, iniciado ahora hace 40 años? Gran misterio, pero hoy por hoy, como dice el refrán, “donde no hay harina, todo es mohína”. Y esto es lo que está pasando, ahora mismo, con la vela olímpica de nuestro país. Nos falta harina por todos lados. Y eso, a pesar de que tenemos a los mejores panaderos.
Hay una generación de regatistas como nunca antes se ha formado en toda nuestra historia. Pero en la recta final, la que cuenta, faltan recursos. En algunas disciplinas nuestras regatistas son sensacionales, por partida doble, como en windsurf. En otros casos, son poseedoras del oro en los pasados Juegos, a pesar del cambio de clase, y auténticos valores de peso en la vela internacional. Y demás se da la circunstancia de que hay una nueva cantera, de jóvenes promesas, que son ya realidad y que con un impulso decidido podrían ser la revelación en Brasil, y con proyección de futuro.
Pero da la sensación de que todo esto puede quedar desmantelado. Y todo, parece, que por falta de money. Y sin money, todo el mundo lo sabe, es difícil actuar con decoro en el circo olímpico.
Sí…, estoy escuchando a Pink Floyd.
Angel Joaniquet