General
Presentada hace un año en el Boot de Düsseldorf, la Invictus 280 CX, con casco del talentoso diseñador Christian Grande, agranda la gama sumándose a los apreciados modelos 280 SX, GT y TT. La probamos en Port Ginesta de la mano de Marina Grup, su importadora para España.
Textos, fotos y clip testimonial: Erik Tarrés Lenneryd
Pues sí, nos lleva a un cierto desconcierto la profusión de tantas series con el denominador común de una misma eslora de 28 pies (280). Pero no cabe duda que la marca italiana junto a otra escandinava, ha sido la revelación en el mundo de la náutica en los últimos años. Marcas que se han lanzado a diríamos que una desenfrenada producción de modelos y sus variantes probablemente para aprovechar el enorme tirón en ventas que su aceptación en el mercado ha producido. Por ello podemos entender que Invictus añada la serie CX a la eslora 280 que ya está en el mercado con sus versiones GT, TT y SX.
Para aclararnos podemos decir que las 280 GT y TT tienen en común su casco y sus “mofletes”, es decir, amuras con volumen que otorgan espacio en la cabina. Se diferencian entre sí por disponer cabina o consola central (Walk Around si se prefiere) en la disposición de la cubierta.
La Serie 280 CX comparte con la SX el mismo casco, la forma “boca de sapo” o cuadrada de su proa. La distribución de la cubierta es la diferencia entre sí. La 280 CX posee cabina y solario encima de ella y la SX ofrece una gran consola central.
Navegación
Invictus 280 CX, veloz
Probamos la 280 CX con un 60% de su combustible, 5 personas con una media de 80 kg cada uno propulsada por un Volvo Penta mediointraborda de gasolina V8-350Hp. Con el mar rizado y algo de mar de fondo cruzado, empezamos la prueba. Subiendo gradualmente de 500 en 500 r.p.m., nos damos cuenta que hasta pasadas las 3.000 r.p.m. no entra en planeo… ¿Será nuestro peso? Una vez en planeo, en las 4.300 vueltas vamos subiendo gradualmente y establecemos su velocidad de crucero en los 23,8 nudos, es decir, a un régimen de 4.000 vueltas. Vamos subiendo hasta que alcanzamos los 31 nudos en las 5.000 r.p.m. justas. La velocidad máxima a 5.350 r.p.m. es de 35 nudos alcanzados con una paciente progresión… ¿Será nuestro peso? Decidimos usar el trim… aaaah, ¡eso es otra cosa! 37 nudos máximos nos parecen “más justos” para la fuerza de un V8-350 hp aunque pudieran ser algo más. Entendemos que al motor aún le quedan 700 r.p.m. para llegar a las habituales 6.000 vueltas de régimen máximo, pero por seguridad en una embarcación nueva, el motor está temporalmente limitado según Marina Grup. Probablemente hubiéramos alcanzado los 39 nudos de velocidad máxima que es lo que indica el astillero. ¡No está nada mal!
Usando el trim la embarcación responde planeando mejor y rentabilizando también mejor el consumo por milla. Curiosamente la 280 CX lleva flaps como standard, que no usamos para nada, y hélice de proa como opcional, cosa que siempre se agradece. Nosotros lo hubiéramos planteado al revés.
Realizamos una prueba de aceleración constatando que entra en planeo a los 9 segundos y alcanza su velocidad máxima en los 20. Sí, estamos convencidos, no estamos ante una embarcación deportivamente hiper-reactiva, pero si ante una tragamillas que requiere de unas caricias en el trim para que se ponga a cabalgar a buen ritmo. Reivindicamos, por tanto, el uso del trim, no en esta ocasión, si noen todas las embarcaciones a motor rápidas ya que, aparte de pasarlo bien, haremos que la embarcación se asiente óptimamente en el agua para que nos ofrezcan todo su potencial. Si no se usa, es como quedarse, por muy poco, cerca del éxtasis. La 280 CX busca ese trato sensible para ofrecer lo mejor de sí misma. Su velocidad de crucero “alegre” está en los 28 nudos a 4.500 vueltas.
Destacamos una navegación completamente seca, los mínimos en una embarcación de esta categoría, con un navegar francamente suave. Su casco en “v” con dos redanes de sustentación por banda en la carena se encarga de ello. Nos sentimos bien parapetados tras el parabrisas de la consola del viento. Nos encanta el asiento, de base abatible, en el que nos apoyamos muy bien y el hecho de que nuestra posición al gobernar esté en casi la crujía. La prominente consola con el instrumental de navegación, no nos limita la vista. La reacción al volante es precisa y segura al cambiar de sopetón el rumbo. Las viradas en corto son extremadamente estables, con poca escora, y sin ventilaciones en las hélices contrarotatorias de la cola, lo que indica un buen casco. A nuestro entender y tras haber forzado a la 280 CX un pelín, creemos que este modelo se encuentra definitivamente a gusto navegando con rumbos rectilíneos y viradas muy abiertas a alta velocidad que haciendo cabriolas.
Habitabilidad
Invictus 280 CX, atractiva habitabilidad
De excelente podríamos calificar el trabajo en el diseño de la cubierta, distribución general de los espacios y de la factura de sus acabados. Cubierta que se divide en 4 áreas básicas. El solario de proa ubicado encima del camarote para dos personas, con las colchonetas por debajo del nivel de la borda. La proa, al ser de forma cuadrada, optimiza al máximo la superficie disponible para esta superficie y para la colocación del equipo de fondeo y su cofre para alojar la línea de cadena del ancla. Hay un acolchado muy atractivo en naranja en la pared del parabrisas, tras el reposacabezas. Un reposacabezas que al abatirse descubre el habitáculo donde se estiba plegado el bimini proveniente de la bañera al abatirse. El acceso hacia popa puede realizarse por las dos bandas perfectamente cogidos al asidero que resigue el cristal del parabrisas. El pasillo de la izquierda (babor) es más amplio al paso que el de estribor.
El modulo que hace de asiento a los dos que estén en el puesto de gobierno, ofrece una versatilidad muy interesante. Por un lado, resultan ser el respaldo del piloto y copiloto y por otro son la base de dos asientos que se orientan hacia la bañera. Una bañera que ofrece un gran banco recto para cuatro que linda en ángulo recto con otro de plazas. En el vértice se ubica un puntal que soporta una mesilla redonda que, por sus dimensiones, no alcanza del todo bien a los que estén sentados en el respaldo abatible en su función de asiento. Una de dos: o se mueve el pie de la mesa, o se opta por una mesa de mayor diámetro. Bajo el banco lateral se dispone de cofre para la estiba y bajo el largo, se nos aparece excelso el habitáculo con el Volvo Penta V8-35Hp. En el piso, existen más cofres con pistones de gas con l misma finalidad que por su longitud entendemos que podemos albergar esquíes o cañas de pescar. No advertimos asideros para los tripulantes en la bañera al navegar a alta velocidad. La salida hacia su plataforma de popa, sí posee un pasamanos forrado en piel, junto al grifo y al mando de la ducha aunque a un nivel extremadamente bajo como para ser usado.
Nos llama poderosamente la atención el solario de popa que, al abatir el respaldo del banco de la bañera, amplía su tamaño moderadamente. Un solario que probablemente no se use como tal al estar muy expuesto, y por su tamaño, y no tener la protección de un guardamancebo con entidad que actué como guardamar de protección, si no, como superficie donde estar sentados o semiechados disfrutando del chapoteo en la popa del barco.
Acomodación
La acomodación es muy simple y bien resuelta. Con la dotación disponible, mueble con cocinilla instalable y una gran nevera de cajón, y algunos armarios-taquilla y la disponibilidad de estiba bajo cama doble, a más de uno se le ocurrirá, con razón, plantearse una aventura de varios días a bordo. Además dispone de un habitáculo cerrado para el lavabo con inodoro de enjuague de agua marina, un fregadero y ventilación gracias al portillo practicable. Al ser una habitáculo relativamente pequeño, con el acceso como única fuente de luz natural, y ambientado con tonos terrosos claros, la luminosidad no se ve afectada por falta de algún portillo adicional o escotilla.
Balance
Invictus 280 CX, estilo italiano
Aunque las embarcaciones de proa cuadradas son un invento norteamericano, lo cierto es que la impronta que vemos en la Invictus 280 CX es claramente italiana. Curiosa contradicción. Los detalles de sus terminaciones en el mobiliario y los tapizados así como la combinación de los tonos, en este caso, marronosos que se conjugan felizmente con el gelcoat crema, delatan su origen transalpino.
Estamos ante una embarcación muy llamativa, tanto como las de las otras series mencionadas al inicio del artículo, que destaca por la profusión de detalles de buen gusto aunque, curiosamente se produzcan algunas imprecisiones fácilmente solventables como la ubicación de la mesa en la dinette y la falta de asideros en la bañera para los momentos de navegación. Por cierto, si desmontáramos la mesa de la bañera y su pie, ¿donde podemos guardarla debidamente trincada?
Desde luego podemos catalogarla de inspiración mediterránea. Se ofrece en negro, elegante en “azul ballena” (¿?) , que entendemos que es más hacia un tono gris y en blanco.
La 280 CX se ofrece también con una motorización MerCruiser 3.0 TDi 260 Hpmediointraborda en diésel, pero francamente creemos que perdería parte de su gracia en sus prestaciones, aunque entendemos que los presupuestos disponibles son importantes más que las excusas del consumo, justo ahora cuando el PVP del gasoil y la gasolina en España están a la par.
La unidad standard está valorada, con fecha de diciembre de 2017, en 81.550€, IVA no incluido así como tampoco su transporte a destino y su puesta a punto en varadero y botadura. No tributa el 12% del llamado Impuesto de Matriculación al no superar su eslora de casco los 8 m.