El Barcelona Clúster Nàutic, la asociación de instituciones y empresas que trabaja por la competitividad del sector náutico en la capital catalana, ha cerrado el año 2015 con 71 socios y espera alcanzar el centenar en su tercer año de vida.
El Barcelona Clúster Nàutic representa un sector que es un motor económico para la ciudad de Barcelona. Según un estudio realizado por la Cambra de Comerç de Barcelona, las 305 empresas de Barcelona relacionadas con el sector náutico generan un total de 836 millones de euros de impacto económico directo, indirecto e inducido y hasta 8.300 puestos de trabajo. Los 71 asociados al Barcelona Clúster Nàutic suponen el 62% de estas cifras. Se prevé además que solo las empresas socias realicen una inversión para los próximos tres años de 89 millones de euros, lo que es muestra del gran potencial de crecimiento de este sector.
El impacto económico de las grandes esloras
Uno de los principales ejes de este sector en la ciudad es el área de los superyates, que afecta tanto a los puertos y marinas del litoral barcelonés como a las empresas dedicadas al mantenimiento y reparación de los mismos (refit & repair), como Marina Barcelona 92 y Varador 2000, y un gran abanico de pymes dedicadas a esta área o bien a otros servicios dirigidos a los capitanes y las tripulaciones de las grandes esloras.
No en vano, según un estudio de la United States Superyacht Association, se estima que los gastos de un yate de 55 metros de eslora suman 2,9 millones de euros anuales [ver gráfico adjunto], de los cuales dos terceras partes sería el impacto económico para la ciudad en que esté amarrado, descontando los salarios de la tripulación, aunque una parte de estos se destinan a consumo.
Con los trabajos de ampliación de Marina Port Vell y la creación de Marina Vela, cuya construcción empezó el pasado 1 de septiembre y se prevé que finalice en 15 meses, Barcelona sumará alrededor de 160 nuevos amarres para grandes esloras. Esta oferta se añade a los puestos de amarre para embarcaciones de más de 24 metros de eslora que ofrecen Port Fòrum (31), Port Olímpic (19), Real Club Náutico de Barcelona (18), Mataró Marina (25) y Vilanova Grand Marina (49), entre otros.
“Con sólo el 5% del tráfico mundial de estos yates ya se llenan estos 300 puestos de amarre, y el que las marinas estén llenas supone un impacto económico de millones de euros para la ciudad. Sólo en el sector industrial, en refit & repair, el gasto podría ser de más de 210 millones de euros al año, mientras que el impacto en puertos sería de unos 70 millones”, explica el presidente del Barcelona Clúster Nàutic, Toni Tió.
Una de las tareas que se plantea el Barcelona Clúster Nàutic para el 2016 es atraer este tráfico para las marinas de Barcelona, para lo cual ha llevado a cabo una importante labor de promoción con reuniones con algunos de los agentes líderes en superyates a nivel internacional. También se ha trabajado en el entorno legal, con importantes avances con el IVA de los barcos extracomunitarios y con el tema de los visados del espacio de Schengen. Otro de los objetivos marcados para el nuevo año es la elaboración del libro blanco para los capitanes de los superyates que vienen a España, una especie de guía sobre los trámites legislativos a realizar.