General
Probamos el benjamín de los Hanse en aguas de Barcelona, gentileza de su importador Marina Estrella. Una embarcación de eslora contenida que parece más grande de lo que es, especialmente en su interior. Sí, la realidad… ¡aumentada! Y ahora también, propulsado eléctricamente.Textos y Fotos: Erik Tarrés Lenneryd
El Hanse 315 fue ganador del Velero del Año en la categoría de crucero familiar. Este 10 m ofrece unas buenas prestaciones para el crucero familiar con unos acabados más que correctos y una dotación atractiva. Sin ser algo excepcional, sí apuesta por ofrecer en tan solo 31 pies una doble rueda, un buen volumen interior que, he aquí el mérito, no ha adulterado su aspecto exterior guardando un equilibrio en la relación eslora, manga y altura. Por dimensiones, y facilidad en el manejo de una maniobra bien pensada, resulta un barco ideal para el crucero familiar combinado con programas de navegación en solitario. Su precio está bien ajustado. ¿Se podría calificar como crucero de iniciación? ¡Creemos que si!
Navegación
Hanse 315, ágil al navegar
Navegamos el Hanse 315 frente a El Masnou, lugar donde se encuentra su importador para España, Marina Estrella. La unidad probada estaba dotada con una configuración del plano vélico de “serie” formada por una mayor y foque autovirante Elvström con enrollador Furlex. El pack gennaker, el cual no pudimos usar por no estar disponible, es opcional y el astillero ofrece otros paquetes bajo la denominación Performance.
Este diseño de Judel/Vrolijk, se ofrece con una bella roda vertical que alarga al máximo la eslora dinámica así como el volumen interior. Se ofrece en dos tipos de quilla: tipo pata elefante de 1,85 m, y otra corta de tan solo 1,37m.
Los tradicionales “calmazos” del Mediterráneo nos jugaron una mala pasada teniendo que sacar algunas conclusiones con un viento débil y oscilante con un ligero mar de fondo algo molesto. Aun así pudimos constatar que se trata de un velero ligero y ágil. Con la configuración de mayor y foque autovirante responde bien a los escasos momentos de ventolina y se impulsa al minimo cambio de presión del viento. Un dato relevante es que navegando a unos 45 grados con respecto del viento alcanzamos los 4 nudos de velocidad con seis de viento real, casi en los cinco al “caer” (arribar) para aprovechar la rachita. Nos consta que navegando con el gennaker en rumbos abiertos la velocidad tomada estaba en ggtorno a algo más que los 8 nudos con viento entre los 18-22 nudos de Vreal.
A la caña, mejor dicho, a las “ruedas” se controla bien el barco. Es sensible a las órdenes con mover algo la muñeca y la vista de la baluma desde sotavento es perfecto. Echamos en falta un reposapiés para esta posición de timonel. Un placer que además se acrecenta gracias a que el winche de mayor, en las brazola de Er., está al alcance. La escota del foque autovirante (con un 90% aprox. de solape) se reenvía por el interior del palo hasta el piano. El resto de la maniobra está también reenviada a la bañera. Una capota antirrociones cubre totalmente la entrada del tambucho y el piano de drizas y de la escota de foque.
La unidad en que navegamos estaba dotada con doble rueda de carbono. La versión estándar es con caña. Disponía de un carro de escota de mayor, algo corto, y que puede ser más largo bajo petición, que resulta que es un extra. Bien resuelta la presencia de dos ruedas a las que se ha dotado de dos pedestales inclinados hacia afuera para no perder espacio en bañera en tan solo 30 pies
Tras los pedestales de gobierno, un registro deja al descubierto el sector del timón. Su inspección resulta muy fácil.
El Volvo Penta D1-20 de 18 caballos impulsa al Hanse 315 a una velocidad máxima de siete nudos a 2.800 rpm y mantiene un crucero de seis nudos a 2.300 revoluciones.
Habitabilidad
Hanse 315, más de lo que aparenta en habitabilidad
El Hanse 315 es para estrictamente cuatro personas. La habitabilidad puede ser para más si echamos mano para dormir de los dos sofás de su parte central, pero lo ideal sería no rebasar este número aunque, por su volumen y altura debamos admitir que tiene una mayor capacidad, pero, ¡claro! sin el mismo confort y, sobretodo, privacidad.
Con una distribución semi-convencional, un camarote doble a proa y un solo camarote transversal a popa, ofrece un lavabo comunitario muy amplio allí por donde tradicionalmente entraríamos al cuarto camarote, uno de los dos simétricos con los que habitualmente se dota a estas esloras. La entrada al lavabo es colindante a la mesa de cartas, bien proporcionada, por cierto, para el uso que actualmente se les da. Sensiblemente menor ya que las cartas en papel se usan menos.
Su salón no rezuma precisamente una creatividad excepcional pero sí una buena practicidad. Lo bueno conocido es menos arriesgado… Estamos ante una distribución clásica con una mesa central de doble ala atravesada por el puntal que compensa la presión del palo sobre el tejadillo, con un botellero en su base. Estiba suficiente, también tradicional, bajo los bancos, con tapas sin bisagras, ¡lástima!, y taquillas/armarios colgantes en las dos bandas bajo las entradas de luz.
Nos gustan los detalles de los pasamanos, que están integrados en el contramolde del techo y que, además, tienen el acierto de ser de madera. Tiradores y manetas de puertas se muestran sólidos, algo importante para el trajín a que son sometidos.
A proa, muy luminosa por cierto, se basta con una cama doble central, sin espacio entre ella y las paredes de las amuras que, para el gusto del periodista que escribe, se encuentra un poco baja, dando la sensación de estar estirados casi en el suelo. Se entiende ya que el extraordinario volumen de este Hanse 315 viene dado por tener un suelo muy profundo. Bajo la cama, existe mucho espacio para la estiba de pertrechos más que de ropa, ya que lo personal puede guardarse mejor en el armario existente.
El rincón de cocina, dispuesta en “L” cumple con los requisitos para cuatro personas y está dotada con lo imprescindible para atender a la tripulación con comida cocinada. El portillo de ventilación superior, nos dicen, es opcional.
En general la habitabilidad interior destaca por la facilidad al tránsito, al movimiento de la tripulación en su interior. Nos llama la atención que entre el mamparo del camarote de proa y las taquillas colgantes de las bandas no haya nada. Sin duda hacer armarios de formato convergente para respetar volúmenes no saldría más caro, por lo que creemos que se ha prescindido de ellos solo para ganar “aire”. Quizás este detalle haya sido unos de los “trucos” determinantes para que todos tuviéramos esa sensación de volumen y bienestar en el salón.
La habitabilidad en la bañera es buena gracias a una mesa central de doble ala, opcional, que se agarra al piso de teca mediante unos tubos de inox. que ejercen como robustos pasamanos, muy de agradecer en las escoras. A popa, muy abierta facilitando así el acceso al mar (¡¡la plataforma inexistente en la unidad probada es un extra!!), sólo tiene un cable protector. Desconocemos si eso se ha solventadoya desde el astillero ya que nos infunde una cierta inseguridad.
Por tener un único camarote transversal en popa, también se dispone de un único cofre de estiba en el banco de Br. Vencer las brazolas de la bañera para dirigirnos por las bandas hacia proa es fácil, ya que no son muy altas. Los pasillos laterales, en gelcoat al descubierto para que la teca no nos esclavice y nos aumente el presupuesto, son limpios al paso, teniendo que vencer únicamente los obenquillos. La seguridad es óptima gracias a la altura de los candeleros y a la presencia que, más que un pasamanos, lo calificaríamos de asidero que, además, es de acero.
Balance
Hanse 315, ahora también “eco”
Nos gusta “la realidad aumentada” de este Hanse 315. Es un barco atractivo porque ofrece todo lo necesario, con una estética actual, moderna y, sobre todo, para un programa de crucero esencialmente familiar, aunque por la configuración de la maniobra con el sabido sistema autovirante, también vemos lógico que sea una unidad de interés para los navegantes que salgan a dar algunos “tumbos” solos. Una maniobra con total ausencia de complejidades y, desde luego por su eslora compacta, hacen de esta unidad una atractiva opción a un amplio espectro de navegantes.
Este barco se ofrece a un interesante precio de 65.900 euros sin impuestos (PVP 2016), pero ojo, la unidad probada estaba dotada de muchos extras, algunos de los cuales como la plataforma de baño debiera ser, creemos, un estándar. Creemos que hay demasiados “extras-opcionales” que debieran ser estándares.
Y ahora…, el Hanse 315 e-motion rudder drive
A finales de otoño se presentó en el Salón HanseBoot de Hamburgo el Hanse 315 propulsado eléctricamente gracias a una “joint venture” con la tecnología de la austríaca marca de motores eléctricos Torqeedo. Con una innovadora manera de colocar el motor eléctrico, insertado en la arista de salida de aguas de la pala, el Hanse 315 se dota de su versión eléctrica auto-alimentada. La potencia eléctrica de este dispositivos equivale a 8 caballos de vapor y puede sustituir el peso de un intraborda de explosión o complementarlo como un sistema que facilita la maniobrabilidad en los atraques.
Aunque el Hanse 315 e-motion rudder drive ni siquiera está publicitado en la web del astillero, creemos que puede ser interesante de cara al futuro. A falta de una prueba técnica, este propulsor eléctrico instalado en la pala sustituye al motor intraborda, a una supuesta hélice de proa y a las ventajas de una transmission saildrive. Según reza una nota de prensa llegada a redacción ppr parte del astillero, el Hanse 315 es “el primer yate a vela con propulsion eléctrica producido en serie por un gran astillero”.