Las ideas preliminares sostienen que la “la organización de esta regata tendrá claras ventajas: es económicamente más sostenible, deportivamente más atractiva y socialmente más inclusiva”. Según el escrito “el Ayuntamiento de Barcelona, uno de los patronos de la Fundación Navegación Oceánica de Barcelona (FNOB) hace meses que cuenta con esta propuesta sobre la mesa, pero aún no ha dado respuesta”. Otra idea eje es que “otras ciudades españolas han mostrado su interés en esta regata pionera, única en el mundo y de primer nivel deportivo”.
Reproducimos íntegramente el resto de la información avalada por Altadill y Corbella:
El futuro de la Barcelona World Race (BWR), de la cual se ha anunciado la suspensión de su cuarta edición, podría quedar asegurado con esta competición en Class40, que sería pionera, única en el mundo y de primer nivel deportivo.
La regata, pensada como una vuelta al mundo en solitario y sin escalas, aunque podría ser a dos, saldría de Barcelona otoño de 2019 y contaría con una participación mínima de 20 barcos en su primera edición.
El Ayuntamiento de Barcelona (uno de los patronos de la FNOB) hace meses que tiene la propuesta sobre la mesa pero aún no se ha pronunciado, y se corre el riesgo de que esta regata se acabe celebrando en alguna otra de las ciudades españolas que han mostrado interés en organizar esta competición.
“Barcelona no puede permitirse el lujo de perder esta oportunidad”, aseguran Guillermo Altadill y Anna Corbella, navegantes nacidos en Barcelona con una gran trayectoria en la vela oceánica (entre los dos suman 12 vueltas al mundo). “Si la voluntad del Ayuntamiento es la de conservar este evento tan importante para la ciudad de Barcelona, que ya se había posicionado en el calendario internacional de la velaoceánica, es necesario hacer un cambio de formato que se adapte a la situación actual” aseguran los impulsores de esta iniciativa.
“Aunque la Barcelona World Race ha tenido menos participantes en cada edición, en las últimas tres ediciones se ha podido asegurar la participación de navegantes locales gracias a la gestión por parte de la Fundación de Navegación Oceánica de Barcelona (FNOB) de los patrocinios de los equipos locales y de una escudería de barcos propia. Actualmente, la FNOB no dispone de escudería y no gestiona ningún equipo”, añaden los impulsores de esta iniciativa.
La BWR fue una regata diseñada para ser una regata internacional con una elevada participación de navegantes del país (50% en la última edición). En estos momentos se han dado dos circunstancias negativas: no es viable encontrar un patrocinio para navegantes del país y la regata no ha sido atractiva para el patrocinio.
Regata más sostenible y autofinanciable
La Class40 es mucho más económica que la clase IMOCA60 (la clase de los barcos de las tres primeras ediciones de la BWR) por lo que la futura regata se convertirá en la primera vuelta al mundo asequible económicamente. “A pesar de que sólo se ha hablado de razones como la inestabilidad política y de la falta de patrocinios, todos sabemos que se ha obviado la falta de equipos inscritos en la regata”, comentan Altadill y Corbella, que aseguran que “se decía que había 14 equipos preinscritos, pero casi ninguna disponía del patrocinio necesario para participar y por tanto se corría el riesgo de que la BWR acabara siendo una competición con 4 ó 5 participantes extranjeros y con un bajo nivel deportivo “.
“La regata que proponemos es un nuevo diseño para la BWR que la hace atractiva para patrocinadores y viable para navegantes del país y de fuera, un evento pionero a nivel mundial con un formato que asegura un alto nivel deportivo y eco mediático”, aseguran Altadill y Corbella.
Es una competición y aventura oceánica con una gran dimensión humana y un granvalor deportivo, en la que sólo el valor de los hombres y las mujeres que se comprometan marcarán la diferencia, y no su capacidad de encontrar altos presupuestos. Este hecho no está en contradicción con la calidad de los navegantes, muy al contrario, ofrecerá sin duda un nivel más alto de competición que cualquier otra regata con proyectos más caros.
La salida de esta vuelta al mundo en Class40 tendrá lugar durante el otoño de 2019. Se anunciará y establecerá la ciudad de salida próximamente, ya sea Barcelona u otra ciudad de España o Europa.
Beneficios fiscales
Mientras no llega la 4ª edición, ahora pospuesta al 2022-2023, la nueva regata en Class 40 se podría aceptar dentro de los planes y programas de la 4ª edición de la BWR, y por tanto utilizar las desgravaciones fiscales otorgadas a una regata de vuelta al mundo. El coste de asegurar un plan viable para la Barcelona World Race en Class40, sería considerablemente menor a la prevista para la edición de la BWR del año 2019-2020, ahora suspendida.
Este coste sería similar al de las “Extrem Sailing Series”, regatas organizadas por la FNOB a celebrar el próximo mes de junio. Regatas de “patines voladores” frente al litoral Barcelona con un retorno más que dudoso para la Ciudad: una prueba de un circuito profesional de escasa difusión a nivel local, propiedad de una empresa extranjera y totalmente desvinculado de la vela oceánica.
Experiencia contrastada
Al frente de esta iniciativa hay un equipo solvente y heredero directo de las tres anteriores ediciones de la Barcelona World Race encabezado por Anna Corbella y Guillermo Altadill, navegantes de Barcelona con una gran trayectoria en la vela oceánica.
Es precisamente su experiencia (10 vueltas al mundo de Guillermo y 2 de Anna) y su conocimiento del sector y empeño para que Barcelona no pierda este importante evento internacional, lo que les ha llevado a desarrollar este proyecto. Cuenta con el total apoyo de la Asociación Internacional Class40, otros navegantes oceánicos de nuestro país, así como de empresarios y gestores relacionados con las tres primeras ediciones de la BWR.