La Giraglia Rolex Cup ha cumplido 62 años de vida con una salud envidiable y una proyección extraordinaria en el mundo. Un total de 242 barcos de 20 nacionalidades atendieron a la convocatoria, participando 206 de ellos en su regata de altura, la que da nombre al evento desde 1953. Cinco clubes de tres países cooperaron en su organización y la gloria se repartió entre equipos de Francia, Italia, Eslovenia, Suiza y Reino Unido. Sin duda, la Giraglia Rolex Cup consolida su altísimo nivel y su espíritu de camaradería y competición.
La decisión de que la regata finalizara en Montecarlo ha sido todo un desafío para esta histórica prueba que, desde 1953, siempre había comenzado en Francia y finalizado en Italia, o viceversa. Así que ha sido una novedad acabar en el yacht Club de Mónaco que los competidores secundaron con una flota récord.
Giraglia: el promontorio de Córcega
La Giraglia Rolex Cup se inició como regata oceánica de 241 millas náuticas (446 km) para acercar a dos naciones separadas por la Segunda Guerra Mundial: Francia e Italia. La intención de sus fundadores era ayudar a tender puentes a través del deporte de la vela. A lo largo de los años, su recorrido ha comenzado en diferentes puertos y finalizado en otros tantos. La única constante ha sido su punto de retorno, la Giraglia, un promontorio rocoso frente a la costa norte de Córcega. Desde 1997, el evento ha evolucionado considerablemente, creciendo en dimensiones, forma y popularidad. En 1998 se decidió que la salida fuera fija desde Saint-Tropez y añadir una serie de pruebas costeras al programa de competición. Diez años más tarde se sumaría una etapa prólogo con salida desde Sanremo, históricamente uno de los puertos de salida/llegada de la prueba.
Pruebas costeras
Las tres jornadas de pruebas costeras en Saint-Tropez son siempre un espectáculo. Este año participaron 172 barcos en una competición feroz en las cinco clases, y sólo destacó claramente sobre sus iguales el Easy de Jean Marie Vidal. Las miradas estaban puestas en las grandes esloras, aquellos de 60 pies (18,28 m) o más, incluyendo los siempre espectaculares Mini Maxis, de 72 pies (22 metros). El triple campeón del Mini Maxi World Championship (Mundial Rolex de Mini Maxi), el sueco Rán 5 de Niklas Zennström, empezaría llevándose la victoria en la primera costera. Al día siguiente le replicaba el británico Alegre de Andy Soriano. Habría que esperar al tercer asalto para conocer el nombre del ganador de la serie costera: Alegre.
Regata de altura, salida sin viento
El día de la salida de la regata de altura, el cielo de Saint-Tropez se presentó nublado y una falta de intensidad de viento sembró las dudas entre las tripulaciones. Laurent Camprubi, armador del Alizée, campeón de la edición 2013, decía: “No estoy siquiera seguro de que pueda salir de la bahía esta noche”.
Jochen Schümann, patrón del barco más rápido de la regata, el 100 pies esloveno Esimit Europa 2, sugería que la preocupación para los grandes de la flota podía estar más bien en la llegada: “Todos los modelos muestran lo mismo: 10 nudos en los primeros compases y luego un poco más ligero en la aproximación a la Giraglia y en el último tramo. Mañana por la tarde estaremos en Mónaco. Con un poco de suerte”.
Las previsiones no fallaron. Tras abandonar Saint-Tropez al mediodía del miércoles, 18 de junio, con ligeras brisas, el enorme barco azul se escapó del resto de la flota aprovechando la abrumadora potencia de su enorme palo de 44 metros de altura y su mastodóntica superficie vélica. El Mini Maxi italiano Robertissima III fue el mejor en la salida, pero el Esimit Europa 2 no tardaría en poner orden y ya lideraba la carga para cuando alcanzó la primera baliza del recorrido, frente a Cavalaire-sur-mer.
Llegadas a Mónaco
Tras rodear la Giraglia a las tres de la madrugada del jueves, la tripulación de 11 nacionalidades liderada por Schümann afrontaría una difícil aproximación final a Montecarlo. La hora estimada de llegada era tan variable como el viento. Cruzaría la línea de meta a las 12:35h. “Afortunadamente, hemos llegado antes de lo previsto. Salvo por un momento en la salida de Saint-Tropez, donde la brisa fue muy ligera y Robertissima se colocó realmente cerca, acertamos en la estrategia”, comentaría el alemán. “Siempre tuvimos viento, aunque bajara hasta los 2-3 nudos por momentos”.
El siguiente en completar el recorrido todavía iba a tardar horas en llegar a Mónaco. El grueso de la flota cruzaría la meta a primera hora del viernes. Pero sería la llegada del coloso esloveno marcaría el inicio de 48 horas de celebración en Montecarlo.
La presencia de la flota Giraglia Rolex Cup sirvió el viernes para inaugurar oficialmente la nueva sede del Yacht Club de Mónaco. Su Alteza Real el Príncipe Alberto II de Mónaco, acompañado por la Familia Real y el arquitecto Lord Norman Foster, inauguraban las instalaciones con cerca de 4.000 invitados.
Tixwave, ganador absoluto
Poco después de la inauguración, el Yacht Club Italiano anunciaba el ganador final de la Giraglia Rolex Cup. La victoria correspondería al equipo francosuizo de Bernard Vananty a bordo del 42 pies Tixwave. “Ha sido una Giraglia Rolex Cup muy especial para mí, porque se cumplen exactamente 40 años desde que participé por primera vez”, reconocía el armador suizo.
No fue precisamente una victoria sencilla. Tras gestionar estratégicamente la regata durante 241 millas, sus opciones estuvieron a punto de desvanecerse: “A 20 ó 30 metros de la llegada encontramos un pozo de viento. Empezamos a revisar el tiempo y a pensar que todo nuestro esfuerzo podía quedar en nada en ese trecho final… ¡Nos llevó 14 minutos cruzar la línea de meta!”.
En la entrega de premios Vananty e Igor Simcic –armador del Esimit Europa 2– recibieron sendos trofeos y relojes Rolex grabados en reconocimiento por sus hazañas.
A continuación os ofrecemos el resumen de la regata desde la perspectiva del Esimit Europa, ganador en tiempo real.