“La primera noche ha sido horrible. El viento pasaba de 5 a 40 nudos. Sufrí una fuerte tormenta de granizo. Ha sido duro porque hubo que hacer muchos cambios de vela”, reconocía el húngaro Nandor Fa en comunicación telefónica. Unas condiciones escabrosas que aún no impiden a Alex Thomson (Hugo Boss) y Armel Le Cléac’h (Banque Populaire VIII) regatear codo con codo y casi a la vista. La cabeza de la flota ha doblado cabo Finisterre a las 13:00 horas comenzando su alocado descenso hacia el sur. Atención, se esperan trasluchadas con viento fuerte…
Menos de 30 horas de regata y 155 millas ya separan el duelo Thomson / Le Cléac’h de Sebastien Destremau (TechnoFirst – faceOcean), en su barco de 1998, mientras que el español Didac Costa, en parada técnica en Les Sables d’Olonne, juega contrarreloj para reiniciar rápidamente la regata. Beyou, en el Maître CoQ, sufrió una caída, cuando su barco orzó violentamente y se ha roto un diente. Nada grave, pero un calentamiento prematuro, después de las tres plácidas semanas de espera que pasaron en tierra.
Separación de tráfico
La DST (Dispositivo de Separación del Tráfico), zona prohibida, marcará una decisión importante para los navegantes: pasar por el interior o el exterior. La mayoría de la flota optó por seguir las costas de España y Portugal para disfrutar de este buen flujo de viento Norte y 25 nudos. Pero en este pasillo tendrán que encadenar trasluchadas, y en solitario con estos barcos de regata la maniobra no se acaba en tres sorbos. “Es importante no pasar muy lejos del cabo. Ahora hace sol, tengo al Safran por estribor, algún chubasco pasajero y 20 nudos de viento. Habrá cruces de rumbos, no puedo seguir mucho rato al teléfono”, comentaba Vincent Riou este mediodía.
Detrás de los líderes Thomson / Le Cléach, se ataca fuerte. Morgan Lagravière en Safran, en la actualidad en sexta posición, fue el primero en trasluchar. El joven enseña los dientes con Sébastien Josse, 5ª, en su Edmond de Rothschild. Los cruces de rumbos serán infinitos hasta Gibraltar para el grupo de cabeza.
¡Un japonés al oeste!
Kojiro Shiraishi, en su diseño Farr 2007 navega en su kimono, a pesar de un ligero mareo la última noche: el nipón ha elegido claramente una ruta al oeste para librar la DST mar adentro. Al igual que él, algunos probablemente jugarán la baza de la prudencia donde el viento es un poco menos duro, aunque pierdan distancia, como el irlandés Enda O’Coineen y el holandés Pieter Heerema. En su nuevo IMOCA con foils, Pieter se muestra conservador ante la dificultad de controlar la máquina voladora. Había dicho antes de salir: “Mi objetivo no es el resultado, sino regresar a Les Sables”. Cad uno hace su ruta, cada uno sigue su camino…
Frenazo dentro de 24 horas
Gran Círculo, colaborador de la Vendée Globe, anuncia para mañana a mediodía una desaceleración para toda la flota. Una dorsal, zona inestable entre la borrasca y el anticiclón, se ha instalado en la latitud del cabo de San Vicente, y los competidores no tendrán más remedio que cruzarla. 8 nudos del Noroeste esperan a los barcos que ralentizarán la marcha durante una veintena de horas. ¡Efecto tapón a la vista! Pronto, el flujo del noreste relanzará los dados para no detenerse ya hasta las calmas ecuatoriales. Desde el miércoles, día 9, los primeros pasarán las Islas Canarias y desde ahí será un “todo recto” a través de los vientos alisios.
Declaraciones:
Mensaje Paul Meilhat (SMA) desde el barco:
“Primera noche superada … Una docena de chubascos en nuestro camino con granizo, ráfagas de hasta 30 nudos y poco viento después. Ya llevo dos cambios de vela y dos rizos. Ahora estamos navegando con portantes delante de Coruña, a la vista del Maître CoQ y el PRB. No pude dormir ni comer mucho. He aprovechado la oportunidad para secarme entre chubasco y chubasco, cuando el viento bajaba. Todavía no he tenido tiempo de darme cuenta de que he empezado una Vendée Globe”.
Declaraciones por teléfono:
Jérémie Beyou, Maître CoQ
“La noche no fue fácil, estaba atrapada por los chubascos… todavía no me recuperado del todo. Vi que los otros navegaban más a sotavento y me dieron un caramelo, los he pasado. Tengo un par de roturas en el barco, además de un timón que se subió y el barco se fue de orzada. Me caí sobre un winche y rompí un diente. Bueno, tuve que llamar al médico”.
Jean Le Cam, Finistere Mer Vent
“Cada inicio, por fuerza, es diferente. Aquí las condiciones han sido bastante excepcionales: todo a rumbo directo, sin ningún frente cruzando y ya estamos en España, ¡es total! Las condiciones han sido iguales para todo el mundo: el viento no ha dejado de variar, estabas obligado a estar a tope en las escotas; es un poco como cuando no sabes qué ponerte para vestir. Siempre se tarda un poco de tiempo para ir cogiendo los hábitos a bordo, saber donde está guardado el café y el azúcar. Te organizas tú mismo, y lo que tenías previsto antes de salir no tiene nada que ver con lo que realmente pasa”.
Nandor Fa, Spirit of Hungary
“La primera noche ha sido horrible. El viento pasaba de 5 a 40 nudos. Sufrí una fuerte tormenta de granizo. Ha sido duro porque hubo que hacer muchos cambios de vela. La salida fue increíble, quien no la haya visto no es capaz de imaginarlo. Esto sólo ocurre el Les Sables d’Olonne. A pesar de un buen comienzo, no estoy satisfecho con mi posición. Un barco de espectadores pasó por delante de mí y levantó un oleaje tremendo, que me obligó a ralentizar la velocidad. En ese momento estaba bien situado, pero me falta velocidad y no sé por qué”.