El premio absoluto fue concedido al velero clásico Argos (1964). En la clase FI15 venció el Lady Anne (1912), en Época Cangreja el Kelpie (1903), en Época Bermudiana el Rowdy (1916) y en RI Clásico se impuso el Orión (1973).
El presidente del Club de Mar Mallorca agradeció su fidelidad a los armadores: “Sois los depositarios y custodios de nuestra historia marítima. Sin vuestra pasión y esfuerzo, muchos de los barcos que hoy vemos en nuestros pantalanes habrían desaparecido. Somos conscientes de lo que cuesta conservar veleros de época. En nombre de las gentes de la mar y de la cultura, gracias por estar ahí”.
La regata
La Regata Illes Balears Clàssics, organizada por el Club de Mar Mallorca con la participación de 50 barcos de 11 países, puso ayer punto final a la mejor edición de su historia tras otra jornada de meteorología anómala en la Bahía de Palma. El viento sopló del NE con una intensidad media de unos 10 nudos. El cielo encapotado impidió que se activara el térmico, pero a cambio la brisa de tierra se mantuvo estable en el área de los FI15 y algo más variable, con roles de hasta 20 grados y pozos de viento, en la zona central del Bahía, donde el resto de clases realizaron una travesía de 11,5 millas náuticas.
Los FI15
El Lady Anne (1912), patroneado por Gonzalo Botín, se adjudicó su tercera victoria parcial sobre un total de cuatro mangas (fue segundo en la restante) y selló su triunfo en la clase reina de la Illes Balears Clàssics, donde un año más se dieron cita las cuatro embarcaciones supervivientes de la “fórmula 1” del mar de principios del siglo XX. La segunda posición fue para el Mariska (1908), de Niels Christian, ganador de la edición del año pasado, que hoy cedió tres minutos con respecto al líder. El Hispania (1909), armado por la Fundación Isla Ebusitana, acabó pagando cara la caída de un tripulante al agua en la primera jornada y se tuvo que conformar con la tercera plaza de la general, seguido, en última posición, del Tuiga, buque insignia del Yacht Club de Mónaco, que en ningún momento dio muestras de estar en la carrera por el triunfo.
Los FI15 compiten en tiempo real sobre recorridos barlovento-sotavento y cuentan en sus tripulaciones con regatistas de primer nivel, tal es el caso del propio Gonzalo Botín, de su táctico Toño Piris o de Axel Rodger, patrón del Hispania.
Botín explicó: “Estamos muy contentos porque llevábamos dos años sin ganar y hoy hemos estado muy acertados. Es muy complicado conseguir un primer puesto. La flota de F15 tiene prácticamente la misma velocidad y todo va muy apretado. Para nosotros es un éxito que nuestro peor resultado sea un segundo en una de las pruebas. Ganar la Illes Balears Classics es muy importante para el equipo porque es una de las mejores regatas de España”.
Los vela cangreja
En la clase Época Cangreja (barcos botados antes de 1950 con aparejo trapezoidal), el Kelpie, un diseño de Alfred Mylne botado en 1903 en Southampton, se exhibió con tres primeros puestos (por otras tantas regatas) en una clase donde la competencia era teóricamente dura. Sin embargo, el alemán Marigan (1898), de Tim Liesenhof, que obtuvo la segunda plaza, y el maltés Moonbeam IV (1914), tercero, no ofrecieron apenas resistencia al cutter británico, que navegó siempre en la vanguardia de la flota. Un ejemplo de esta superioridad son los 12 y 24 minutos que el barco de Olive sacó ayer al Moombeam y al Marigan, respectivamente.
Phil Martinson, tripulante del Kelpie, destacó que la última jornada fue “muy cambiante”. “Teníamos viento y luego caía, pero lo hemos hecho bastante bien. Significa mucho para nosotros estar en la Regata Illes Balears Classics. Palma es una ciudad bonita, la gente es encantadora, nos gusta este club y las regatas que organiza”, añadió.
Los bermudianos
La lucha más cerrada por el triunfo se vivió en la clase Época Bermudiana (barcos construidos entre 1950 y 1975), donde el NY49 Rowdy (1916), un diseño de Herrenshoff armado por Timothy Goodbody, logró superar a los tres modelos de German Frers venidos desde Argentina y Uruguay. La clasificación final muestra un empate a seis puntos entre el Rowdy y el Cippino II (1949), el cual se deshizo en virtud del mayor número de primeros puestos de la embarcación británica (2). En tercera posición, a sólo un punto de los dos primeros, se situó el Fjord III (1947), de Scott Perry, en representación del Yacht Club de Uruguay. El Cippino lo tenía todo de cara para revalidar su triunfo del año pasado, pero se vio afectado por una encalmada mientras su tripulación contemplaba atónita como, a poca distancia, sus rivales seguían avanzando hacía la línea de llegada.
Para Mary Goodbody, coarmadora del Rowdy, su equipo completó, sin duda, “una gran regata”. “Es la primera vez que participamos en esta prueba y espero que podamos repetir, porque todo ha estado genial”, afirmó.
Los “CLÁSICOS”…
El gran triunfador de la XXIV Regata Illes Balears Clàssics fue el Argos (1964), un diseño de Holman construido en los astilleros Carabela, vencedor en la categoría de Clásicos y del Premio Especial Club de Mar, al ser el participante con mayor número de primeros en el grupo con más inscritos (10). El barco de Bárbara Trilling, que navega con pabellón español y en representación del New York Yacht Club, se adjudicó las tres mangas de su clase. Navegó siempre en cabeza de la flota y obtuvo rentas holgadas tras la compensación de tiempos en las tres jornadas. El Giraldilla (1963), de Valle de la Riva, se despidió con una victoria en tiempo real y el subcampeonato de la IB Classics. El Yanira, patroneado por Pepe Negrete, compitió a un gran nivel pero tuvo que conformarse con la tercera posición.
… y los RI Clásicos
En RI Clásicos repitió su victoria del año pasado el Orión (1972), de Tiffany Blackman, que ganó las tres pruebas pero no pudo optar al premio absoluto al ser menor la competencia en su categoría. El Tichyi Don (1981), de Eugeny Panevin, consiguió la segunda plaza, seguido del Munga (1971).
Blackman señaló que la Illes Baleasrs Clàssics constó de tres jornadas totalmente distintas: “El primer día fue un paseo delicioso; ayer fue un reto, con relámpagos alrededor y toda la Bahía negra; y hoy hemos tenido encalmadas y casi 30 nudos entrando a puerto por un chubasco”.
“Este año -agregó- ha sido particularmente bonito por la calidad y la cantidad de los barcos que han participado. Es un espectáculo poder verlos tanto en tierra como en el mar. Yo no me canso de verlos. Tenemos la suerte de poder vivir esta regata en la Bahía de Palma y yo mientras pueda vendré porque es un privilegio poder compartir esto”.