El primer fin de semana de septiembre, Don Gabriel de Sandoval, Presidente de la Federación Española de Puertos Deportivos y Turísticos (FEAPDT) y Don Serge Pallares, Presidente la Féderation Française des Ports de Plaisance (FFPP), se reunieron en el Club Náutic l’Estartit para analizar la temporada.
La Costa Azul está en plena crisis, con una reducción del 30% de ocupación en Saint-Tropez, Toulon o Antibes. Las embarcaciones de más de 24 metros de eslora están desapareciendo de la costa francesa. La sensación es que los millonarios poco a poco van abandonado el glamouroso destino de la Riviera Francesa.
Las causas del efecto huída se están valorando, pero parece que los impuestos sobre los combustibles son un importante incentivo para el desplazamiento de las embarcaciones a otras latitudes.
En la Costa Brava, por el contrario, durante los primeros meses de verano ha habido un incremento de la venta de combustible respeto del año anterior, y la temporada en Baleares ha cumplido con las previsiones de ocupación más optimistas.
Otro de los puntos en el que se fija el efecto huida es el coste de la Seguridad Social sobre las tripulaciones base en puertos franceses, y de los mecanismos de control administrativo de las cargas sociales. Las cotizaciones de la tripulación de las embarcaciones de base en puertos franceses han provocado cierta deslocalización de las embarcaciones de gran porte.
Las banderas de conveniencia ya no son excusa suficiente para considerar las relaciones laborales de sus tripulantes: si una embarcación tiene base en puerto francés, la tripulación está sometida a las regulaciones laborales galas, y parece ser que este alto coste ha ayudado al efecto de la desocupación.
Se pone sobre la mesa la diferencia entre la fiscalidad en Francia con la de España e Italia, si bien en esta parte del Mediterráneo sabemos que ni las cotizaciones a la Seguridad Social son baratas, ni la fiscalidad indulgente.
La situación en España es de sobra conocida por los amarristas, y las desventajas que el sector ha estado sufriendo respecto del mercado francés, con el impuesto de matriculación de embarcaciones y la tributación por IVA, es archisabido.
Ciertamente los operadores tienen la mirada en mercados diferentes. Mientras que en Francia están preocupados porque los multimillonarios se van, en España la ilusión es que la población tenga acceso al mar y los aficionados puedan comprarse una embarcación sin sufrir el estereotipo de ser considerados pretenciosos.
La propuesta francesa es la armonización fiscal. Interesante idea que seguro ayudaría al sector náutico español.
Otro de los puntos que se trató sobre la temporada de 2017, con carácter preferente, es el tema de la información y la seguridad.
Jaume Prats
BA advocats
Tfno: 34 934 881 050
info@barcelonaadvocats.com