El Valencia Boat Show cerraba su octava edición el pasado 6 de noviembre superando ampliamente el volumen de negocio de las ediciones anteriores gracias al cambio de fechas y la nueva apuesta por la venta de embarcaciones nuevas. El salón náutico valenciano se ha renovado en esta edición trasladando sus fechas a otoño para posicionarse como un salón de venta de embarcaciones nuevas.
El certamen contó con cinco jornadas profesionales y dos días de puertas abiertas, con entrada gratuita para el público. El resultado ha sido una afluencia de 15.000 visitantes durante los siete días, el 60% proveniente de Valencia, el 35% del territorio nacional y el 5% internacionales. Además, el salón ha logrado atraer a su público objetivo ya que, según los datos aportados por los propios expositores, este año se ha recibido a “un visitante interesado en comprar, que conoce perfectamente los términos náuticos”.
4,3 millones de volumen de negocio
En esta edición el Valencia Boat Show ha generado un volumen de negocio total de 4,3 millones de euros, según una estimación llevada a cabo por la organización a partir de la información proporcionada por los expositores. Además, durante el certamen no sólo se vendieron embarcaciones de entre 5 y 18 metros de eslora, accesorios, ropa y servicios, sino que además se generaron contactos profesionales, y comenzaron a gestarse operaciones que darán su fruto en las próximas semanas.
Los expositores coincidían en señalar la recuperación de un sector muy castigado por la crisis en los últimos años. “El ritmo de venta de embarcaciones durante el periodo 2002 al 2006 fue inusualmente alto. Con la llegada de la crisis, el nivel de venta se redujo de forma drástica, y el propietario de embarcaciones que llegó a la náutica por mimetismo o moda, con la crisis se deshizo de su embarcación rápidamente, generando un gran aumento de la oferta de embarcación semi-nueva, y la venta de barco nuevo quedó estancada. Una vez pasada esta criba, hoy en día es prácticamente imposible encontrar una embarcación con menos de diez años de antigüedad, lo que ha ocasionado una recuperación de la venta de embarcaciones nuevas”, señala Fernando Jiménez, presidente del Valencia Boat Show. .
Impacto económico para la ciudad
Del 31 de octubre al 6 de noviembre, más de 250 expositores de las empresas que participaron en el certamen se reunieron en Valencia, generando un gasto medio en pernoctaciones de 16.250 euros diarios, a lo que se añade el consumo en restauración, principalmente en los restaurantes situados en los alrededores de la Marina Real Juan Carlos I.
Por otra parte, el salón náutico de Valencia contribuye de forma importante al desarrollo náutico de la Marina de Valencia y a la promoción de la Comunitat como destino náutico para visitantes tanto nacionales como internacionales. A nivel nacional, tan sólo durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, el salón ha tenido un impacto de 655.000 euros en prensa escrita e Internet, y ha aparecido en medios especializados de Reino Unido, Suiza, Italia, Holanda o Portugal, incluyendo el canal internacional de televisión Nautical Channel, que se emite en más de 9 canales en todo el mundo.
Además, buena parte de los 210.000 euros de presupuesto total del Valencia Boat Show ha repercutido en empresas valencianas, ya que el montaje, marketing y comunicación se han llevado a cabo a través de empresas ubicadas en Valencia.
El 78% satisfecho
En una encuesta realizada a los expositores tras la finalización del salón, el 78% valoraba como bueno o muy bueno el cambio de modelo, con la apuesta por la venta de embarcaciones de nuevas. Asimismo, los expositores encuestados daban una nota media de 8,1 sobre 10 a la nueva ubicación del Valencia Boat Show, frente a la sede de EDEM y el edificio Lanzadera en lugar de alrededor del edificio Veles Vents.
Más espacio en 2017
Tal y como señaló en la última jornada del certamen el director general de Consorcio Valencia 2007, Vicent Llorens, el Valencia Boat Show de 2017 contará con más metros cuadrados en la Marina Real Juan Carlos I, incluyendo el Tinglado nº2 que, según aseguró, ya estará rehabilitado. “La náutica es una actividad económica, que genera ocupación, que crea y mantiene empresas, contribuye al posicionamiento de la ciudad y genera oferta y demanda turística. Creo que el salón náutico es una pieza imprescindible en la propia Marina y en la propia Valencia”, comentaba Vicent Llórens en la última jornada del salón.