Nos pusimos en contacto con Jaume Amengual para saber de los pormenores de este interesantísimo proyecto que une el propósito de conservar la tradición con la mirada puesta en el Futuro. Un futuro que Jaume Amengual, descendiente de una nisaga de pescadores y ahora un reputado artesano náutico tiene claro que pertenece ya a su hijos, Mariona y Sebastià, los armadores de “El Único” y que son los encargados de conservar este ejemplo centenario de la arquitectura naval balear.
Un apasionado Jaume, reconocido profesional del mar, ya ha iniciado ese camino haciendo mucho. Él, a pesar de tener buenos conocimientos de las técnicas de los maestros de ribera locales, no se reconoce como tal, y relegó ese comprometido trabajo al maestro Manolo Martínez, tras rescatar al llaút de un anunciado desastre por el desinterés de su anterior armador. “El Único” estuvo a un paso de su desballestamiento y cremación.
Manuel Martínez con la cooperación de Jaume Amengual procedieron a una restauración complicada, bajo la atenta mirada y ayuda de Sebastià y Mariona, en la que se sustituyó la quilla, la columna vertebral de toda embarcación, y algunos elementos más, esenciales para mantener la salud de la barca. Tras 8 meses de trabajos, la nueva quilla de “El Único” tocó el agua en el puerto de Cala Gamba. Había que cercionarse que las maderas cerrasen bien y no hubieran imprevistos con entradas de agua. La barca que durante los últimos años fue la encargada –por pedigree- de llevar a bordo la imagen de la Virgen del Remei cada 15 de agosto entre el Portitxol y el Molinar, volvía a su elemento sin una gota en su sentina.
¡Adiós al gas-oil!
Empezaba la segunda parte del proyecto. El “Único” volvería a ser 100×100 sostenible, al igual que lo era cuando se remaba en él o se desplegaba su vela latina. Se le iba a retirar su fiable motor de 9 Hp monocilíndrico de Solé Diésel sustituyéndolo por uno eléctrico de 7,5 kW, de sólo 20 kg de peso suministrado por Ocean Observer. La transmisión iba a ser la misma, mediante eje, e incluso la hélice sería la misma.
¡Qué grande la familia Amengual! ¡Atreverse a esto en una embarcación centenaria que muchos hubieran trasladado a un museo a la primera de cambio…!
De la mano del también mallorquín Toni Font y su empresa Ocean Observer, especializada en sistemas de navegación eléctrica comerciales y de recreo, se procedió a la adaptación del motor eléctrico Heinzeman PM 132 en “El Único”. La modificación más relevante fue “retocar” algo la antigua bancada del motor. Se instalaron igualmente silentblocks, más por decoro que por necesidad ya que el motor eléctrico vibra muy poco.
“El Único” va dotado de 4 baterías de 12V – 120 Amp., las “normales de plomo” que se instalan en cualquier embarcación de recreo. Jaume reconoce que no son las baterías adecuadas para este tipo de instalaciones ya que las de plomo no se pueden agotar “pero de momento me van lo suficientemente bien como para comprobar que el motor funciona bien para “El Único”. En el futuro más o menos inmediato hablaremos de las de Litio…” nos dijo al teléfono.
La hora de la verdad de “El Único”
Debe decirse que los Amengual, como muchos mallorquines enfermos de pasión por estas embarcaciones de vela latina, usan sus motores lo justo. Es decir, para salir del puerto e ir a un lugar cercano para desplegar la vela y volver a puerto desde sus inmediaciones. “El Único”, ahora con su motor de 7,5 kW va a continuar haciendo lo mismo desde el CN Cala gamba. Nada cambia, ¡si bueno!, ya no hay emisiones.
Jaume Amengual nos ofrece algunos datos interesantes de navegación. Con una embarcación que desplaza unos 500 kg + el peso de 4 personas adultas y 5,4 m de eslora, “El Único” es capaz de navegar a 4 nudos durante 2 horas y media. Su velocidad máxima es de 5,2 nudos, su autonomía de tiempo evidentemente se reduce.
Toni Font nos cuenta que los costes de esta primera aproximación al mundo del llaút y los llaúts a vela pueden variar mucho. Desde Ocean Observer suministran varias marcas de motores y por supuesto hay un abanico de opciones de potencias que se pueden montar en función de presupuestos y, sobretodo, en relación a variables tan diversas como son el porte de la embarcación, el programa de navegación y las horas de uso de los motores su sistema en general. El “sistema” instalado en “El Único” dotado con cuatro baterías de plomo está a algo más de los 6.000€.
Nos apunta que no es lo mismo el programa de navegación escueto a motor como el de “El Único” que el de los aficionados a la pesca del calamar o al de los “paseantes” estrictos a motor. Es evidente que cada embarcación tendrá sus necesidades y eso influirá también en el presupuesto.
El proyecto no se detiene
Los armadores de “El Único” y Jaume Amengual van pasito a pasito. Son conscientes que el sistema acumulador de energía –las cuatro baterías actuales– no es el idóneo, y que debe cambiarse por baterías de litio más potentes de ciclos de recarga completos. Sin duda el alto coste de las baterías de Litio es lo que ha frenado esa necesaria instalación. Jocosamente Jaume nos comenta a “ver si los precios bajan un poco”. Pero los de “El Único” no paran. Ya desde hace tiempo están ideando un sistema para que la barca sea, además, energéticamente autosuficiente y no tenga la necesidad de enchufarse a la torreta del pantalán en el CN Cala Gamba.
A Jaume le ronda por la cabeza un sistema de recarga que pudiera desplegarse sobre la superficie del toldo. Si, sería una placa, obviamente la más eficiente posible (¿de grafeno?) ya que a “El Único” suponemos le espera una agenda llena de navegantes interesados conocer de primera mano este cambio de motor y, ¡como no! de celebraciones en su centenario.
Estaremos enchufados a su nueva etapa.