Cinco años después de firmar el contrato de explotación con Marinas del Mediterráneo y GEA21 para construir la dársena deportiva de San Andrés, donde estaban previstos 630 amarres, se ha decretado la caducidad del mismo.
A pesar de las prórrogas concedidas a los concesionarios para iniciar las obras, la falta de iniciativa privada ha llevado al proyecto a dique seco, y el pasado 6 de noviembre se comunicaba a las empresas concesionarias la caducidad de la concesión, que además pierden los dos millones de euros aportados al Puerto cuando se firmó el contrato como fianza para el inicio de los trabajos.
La voluntad de la Autoridad Portuaria de Málaga ahora es volver a convocar el concurso en 2015, aunque ampliando el tiempo de concesión de la explotación de la marina para hacerlo más atractivo. Esto podría atraer más inversores, ya que se incrementa el tiempo de retorno de la inversión y se reduce el riesgo de sufrir pérdidas económicas.
La construcción del puerto, aprovechando la dársena en la desembocadura del Guadalmedina, requiere de una inversión de unos 24 millones. Tendría unos 630 atraques para barcos con un máximo de 15 metros de eslora y otras 300 plazas de aparcamientos para coches, además de edificios con servicios auxiliares.
Otro de los proyectos que se llevarán a cabo en el entorno de San Andrés es la construcción de la nueva sede del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en una parcela de 1.804 m2 de superficie, donde se ubicará la nueva sede social del IEO, así como las instalaciones necesarias para el desarrollo de su actividad en la provincia de Málaga.