A sus 84 años, José María “El Nano” Belda, puede presumir de haber recorrido el mundo de regata en regata, empujado siempre por el viento pero sobre todo por la pasión ilimitada que siente por el mar y la vela.
En el comedor de su casa, rodeado de trofeos, fotografías y maquetas de barcos, el “Nano” Belda confiesa con ojos brillantes que navegar le hace inmensamente feliz y que gracias a ello ha tenido la oportunidad de conocer a grandes personas y hacer amigos aún más grandes que han sido “un gran apoyo en los peores momentos”.
El socio más antiguo del Real Club Náutico de Valencia fue capitán de su primer barco con solo 6 años, cuando una tía suya le regaló un velero de juguete que quizá despertó en él la curiosidad por este mundo. Más tarde, y casi por casualidad, el Nano y su mejor amigo del colegio consiguieron que les regalasen un barco de clase Snipe que compartían y con el que surcaban los mares siendo dos adolescentes. El Nano ha tenido casi una veintena de barcos a lo largo de su vida, pero su preferido era un Lagos con la cubierta roja que, según cuenta, “era un avión” y con el que ganó varios de los trofeos que acumula en la vitrina de su salón. Además era muy aficionado a conseguir embarcaciones olvidadas que él mismo restauraba dándoles una nueva oportunidad.
El Nano Belda es un hombre carismático y un enamorado de la vela, pero todavía más de su familia. “Esto sí que es lo más grande” cuenta enseñando una fotografía de dos de sus nietos pequeños navegando con él. Y conforme pasa las páginas del álbum de recuerdos que es su vida, aparecen miles de imágenes de sus amigos, sus hijos, sus viajes, billetes de avión, tarjetas de restaurantes y hoteles e incluso placas metálicas de algunos de sus barcos. Ojalá todos llegásemos a su edad habiendo recorrido un camino tan pleno. ¿Su secreto? Según él “a los que navegamos Dios nos regala un día de vida por cada día que nosotros nos embarcamos”. Entonces nos queda Nano para rato.
Cuando le preguntamos cuál es su mejor trofeo, no lo duda, el de Campeón Máster Leyenda que acaba de ganar en el Campeonato de España, posiblemente su última regata. Un reconocimiento a toda una vida dedicada a la vela del que sin duda se siente muy orgulloso. Aldous Huxley decía que “el secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo”, va a resultar que además de ser una leyenda, El Nano Belda es todo un genio.