El mar, siempre el mar. Más allá del romanticismo, lo cierto es que el mar parece un lugar lleno de oportunidades laborales de todo tipo. Al menos el anuncio lo transmitía. Pero no le faltaba razón. De hecho, siempre lo ha sido y lo sigue siendo. Y lo curioso es que, a pesar de haberlo incorporado a nuestro ocio en los últimos 100 años, primero las clases adineradas y ahora, desde hace unos 50 años, una amplia mayoría, parece que hemos empezado también a considerarlo como un activo importante para trabajar en él… ¡o sobre él! 😊
Este alejamiento respecto del mar, viene dado, en mi humilde opinión, de esa sensación de que el mar es un lugar “duro” y que no permite el arraigo. ¡El mar es para aventureros…! Pues diría que sí y no.
La Marina Mercante
Qué duda cabe que en la actualidad sigue habiendo personas que viajan por el mundo desarrollando un sinfín de profesiones a bordo. Son los profesionales de los cruceros y los grandes buques. Desde la responsabilidad propia de un Capitán, los oficiales y la marinería de a bordo, a los artistas, recepcionistas, animadores, restauradores, “kellies”, técnicos de mantenimiento,… No quisiéramos olvidarnos de los pescadores, en especial los de altura que merecen toda nuestra admiración. ¡Ésta sí es una actividad realmente dura!
Por otro lado, hay otras actividades profesionales que no nos exigen ser nómadas. Sería el caso de los profesionales de los puertos, prácticos, remolcadores, buceadores, tripulaciones de barcos turísticos, escuelas náuticas, granjas marinas, servicios de emergencia, radiotelecomunicaciones,…
Y desde luego, “la dureza” del mar ya no es tal. Además de la tecnología, ayuda a que eso no sea así el hecho de que todas las actividades profesionales que se desarrollan y sus condiciones laborales, están reguladas más que nunca en la historia por las autoridades marítimas internacionales y nacionales y también, por las administraciones de los países.
La navegación de recreo
La náutica de recreo es, desde hace algunos años, un nicho de actividades profesionales cada vez más importante. Hay cada vez más interés y necesidad de profesionalizar algunos aspectos de este sector -que no industria ya-. Ahora estas actividades profesionales generadoras de economía desde la náutica deportiva se la llama Economía Azul y cada vez más es importante su aportación económica al PIB de España. Prueba de ello es, por ejemplo, la acomodación cada vez más evidente de las regulaciones profesionales de la DGMM (Dirección General de la Marina Mercante) a las necesidades del desarrollo económico de la náutica de recreo como consecuencia de las demandas del propio sector
La formación, clave
Existen diferentes opciones para formarse profesionalmente en el sector, a través de centros universitarios, centros de formación profesional y centros homologados por DGMM. Todos ellos ofrecen la posibilidad, según la formación realizada, de ocupar puestos y desempeñar funciones a bordo y en actividades relacionadas con la náutica y el sector marítimo.
En el año 2019 se crearon las habilitaciones anejas para los títulos de recreo, otorgando más atribuciones al PER (Patrón de Embarcación de Recreo), PY (Patrón de Yate) y CY Capitán de Yate para desempeñar ciertas actividades con fines comerciales al complementarlo con la realización del curso profesional Formación Básica en Seguridad del convenio STCW.
Estos títulos de recreo con habilitaciones anejas se identifican como PRO en el sector y permiten que una persona que se quiera dedicar a la náutica profesional pueda obtener en muy pocos meses su acreditación para empezar a generar recursos económicos, sin necesidad de esperar más de un año hasta obtener el PPER.
Atribuciones de los PRO
Estos títulos PRO permiten realizar actividades con fines comerciales como: trabajar en una escuela de vela, un puerto deportivo, transporte de embarcaciones y chárter hasta una distancia de 5 millas del puerto con 5 pasajeros máximo.
El PPER, la estrella de los PRO
Hace poco más de 10 años debido a las necesidades del sector náutico profesional se crea el PPER (Patrón Profesional Embarcaciones Recreo) para regularizar las actividades de chárter y proporcionar capacitación profesional a los capitanes de yate. El PPER es un certificado profesional que habilita a un capitán de yate, junto con certificados y titulaciones del convenio internacional STCW, a realizar actividad profesional en el sector náutico de recreo tanto para chárter como para formación en centros náuticos.
Este título permite gobernar profesionalmente embarcaciones de recreo, sin necesidad de realizar estudios de larga duración y coste. En la actualidad los Patrones Profesionales de Embarcaciones de Recreo trabajan en toda la costa española durante todos los meses del año.
Sus atribuciones
Las atribuciones de los titulados PPER van desde poder gobernar profesionalmente embarcaciones de 24 m de eslora máxima y hasta 60 millas de la costa (PPER A), y hasta las 150 millas de la costa (PPER B) en ambos casos con 12 pasajeros a bordo. Además ambos títulos permiten formar alumnos en escuelas náuticas y el PPER B tiene atribuciones para impartir las prácticas de Radio Operador de Corto Alcance.
Por todo ello a la pregunta inicial de el mar ¿una profesión? La respuesta es sí y el anuncio da en la diana. Y más ahora ya que, en la actualidad, una persona puede “hacer del mar su profesión” en muy poco tiempo comenzando con un curso náutico de recreo PER y el curso profesional de Formación Básica en Seguridad, cursos que se pueden realizar en escuelas náuticas homologadas.