Con el Banque Populaire VIII de Le Cléac’h y el Hugo Boss de Alex Thomson amarrados en el muelle de Les Sables d’Olonne, 16 patrones todavía siguen en regata y 14 de ellos están ahora en el Atlántico. El francés Romain Attanasio cruzaba ayer a las 20:43 horas el doblar Cabo de Hornos y se despedía de los océanos australes, exactamente siete horas después del decimoquinto clasificado, el español Didac Costa. “Después de tanta regata es impresionante ver tierra. Además, Cabo de Hornos es un lugar mítico en la historia de las regatas oceánicas“. Solamente el holandés Pieter Heerema y el francés Sébastien Destremau faltan por pasar el gran hito de la punta de América del Sur.
Pietter Heerema, el segundo mayor de la flota, con 65 años, frente a los 66 de Rich Wilson, admitió luchar con la enormidad de la regata. “Para ser sincero, estoy muy harto”, dijo hoy el patrón del No Way Back a la organización. “He tenido suficiente. La regata ya ha sido muy larga y va a durar otro mes. Serán 100 días y pico, y todavía queda mucho por venir, mucho frío, mucho calor, y luego está el Atlántico Norte. Tengo suficiente comida para 130 días, así que no hay problema, es un tema mental. Veo otro mes como una enorme montaña grande que subir y me falta un poco de motivación”.
Heerema dijo que su motivación para terminar la regata, considerada como uno de los desafíos deportivos más difíciles del mundo, proviene de los mensajes de apoyo que recibe de amigos, familiares y aficionados. “Debo decir que la cantidad de personas que me siguen es bastante inesperada”, agregó. “Nadie en Holanda sabía antes qué era realmente la Vendée Globe, aparte de unos algunos navegantes bregados. Pero todo el entusiasmo, todos los ‘me gusta’ en Facebook, y los mensajes por correo electrónico que recibo son una motivación realmente importante para continuar, de lo contrario no estoy tan seguro de querer hacerlo”.
El francés Destremau se encontraba hoy a unas 1.000 millas de Heerema en decimoctava posición, a unas 20 millas al sur del punto Nemo, el lugar más remoto del planeta y sin tierra habitada a 1.700 millas en cualquier dirección. “He estado pensando en el aislamiento durante un par de días y nunca me di cuenta de lo lejos que estamos de tierra”, dijo. “Es asombroso. Es realmente algo especial, algo que no mucha gente ha hecho. Resume la inmensidad de la Vendée Globe”.
En cabeza de la flota, el francés Jérémie Beyou, tercero en la regata, estaba progresando lentamente con vientos débiles para cubrir las 300 millas hasta la línea de meta. Se espera que Beyou finalice el lunes, día 23, por la tarde. Detrás de él, ha comenzado un largo sprint final en la lucha por el cuarto puesto entre Jean-Pierre Dick, Jean Le Cam y Yann Eliès. Los tres veteranos de la Vendée Globe exprimen sus máquinas codo con codo mientras sus proas apuntan hacia Les Sables. El trío está separado de Noroeste a Sureste por 80 millas, a la altura de las Azores y con poco menos de 1.500 millas pendientes. El patrón de StMichel-Virbac tuvo que jugar a los médicos después de que se cayera y se cortase barbilla, precisando que se remendará la herida con grapas médicas. “Me rasqué la cara con la cabina cuando hacía maniobras. He logrado cerrar la herida pero no es fácil cuando estás mirándote la cara. Me costó varios intentos antes de poder arreglármelas para hacerlo. Tengo grapas junto a la herida y no sé cómo eliminar las innecesarias. Así que el resultado es bastante especial”.
Pieter Heerema (No Way Back):
“He avanzado de nuevo durante unas horas, pero hasta aquí ha sido que muy, muy lento. Me he quedado atrapado en una zona encalmada detrás de la borrasca, que ha sido más grande lo que esperaba. Es sorprendente porque las previsiones cambian en pocas horas. Hace algunos días que la Dirección de Regata me informó de vientos de 45 a 65 nudos por delante de mí, así que reduje la velocidad, y ahora es todo lo contrario. Si no voy lo suficientemente rápido me atrapará un viento muy fuerte. Las borrascas se están desarrollando rápidamente en todas las direcciones. El paso a través del estrecho de Drake es muy complicado. Debería doblar Cabo de Hornos sobre el 25 enero, y completar el recorrido me costará algo más de 100 días”.
Arnaud Boissières (La Mie Câline):
“Afortunadamente anoche no me frené demasiado en esta zona sin viento. Acabo de salir hace una hora, encontré un poco de viento. Tengo un pique con Fabrice Amedeo y no importa si es por el undécimo o decimosegundo puesto de la clasificación. Nos motiva tratar de acercarnos a los que van delante de nosotros -Conrad Colman y Eric Bellion-, es más interesante. Admiro lo que hizo Eric, estaba lo suficientemente cerca de él en el Pacífico y en un momento se escapó porque ganó confianza con su barco y comenzó a atacar. También Louis Burton, que hizo un gran Sur. Y Nandor Fa, porque no esperaba que funcionase tan bien. Ha hecho una regata maravillosa”.