La flota de 47 veleros clásicos reunidos en el RCN de Barcelona ha podido cerrar la regata Puig Vela Clàssica con una jornada excepcional en la que el garbi térmico y estable ofreció su mejor versión y con una intensidad de entre 9 y 12 nudos permitió a los barcos navegar en todo su esplendor al menos por un día.
Moonbeam III (Big Boats), el Marigold (Época Cangreja), el Amorita (Época Marconi), el Emeraude (Clásicos 1) y el Alba (Clásicos 2) se hacen con el triunfo de esta VIII Puig Vela Clàssica Barcelona coronando una prueba que ya inicia los preparativos de cara al año que viene.
El recorrido a disputar este sábado fue un triángulo de cinco tramos para los Clásicos y tres tramos para los Época y Big Boats. De nuevo gran duelo en el agua entre los dos Moonbeam, con victoria para el Moonbeam III tras recuperar la desventaja inicial de la primera ceñida. Su buen hacer en la empopada y el través final le permitía navegar dentro del margen para superar a su hermano mayor tras la compensación de tiempos. Tres primeros puestos parciales dejan clara su superioridad sobre el Moonbeam IV, que no pudo renovar el título logrado en la pasada edición.
La igualdad con la que partían los Época Cangreja Kelpie of Falmouth y Marigold, empatados al inicio de la jornada a 3 puntos, se decantaba a favor del Marigold tras vencer la tercera y última prueba de la Puig Vela Clàssica, con un margen de 4:45 minutos sobre su directo rival tras la compensación de tiempos. Tras ellos, se repetía idéntico empate en la tercera plaza, que despeaba el Morwenna al firmar un tercer puesto parcial por un cuarto de su contrincante.
Asimismo no se produjeron cambios en la clasificación final de Época Marconi que ha ganado el Manitou con cierta holgura. Tras él, a 2:08 y 2:18 minutos se clasificaban el Enterprise y el Amorita, a quien le bastaba este tercer puesto parcial, frente al cuarto del Halloween para rubricar su liderato. El Sonata, quinto, mantuvo el tercer peldaño del podio.
Una colisión le cuesta el título al Argos
En cuanto a Clásicos 1, este sábado se producía un auténtico golpe de teatro cuando una colisión le ha costado el título al Argos. A menos de cuatro minutos para el pistoletazo de salida, en un cruce buscando posicionarse para el inicio, el Argos no pudo evitar al Yanira navegando a estribor y era descalificado por el Jurado internacional. El quinto puesto parcial del día le valía al Argos para imponerse en la clasificación general, empatando a puntos con el Emeraude pero haciendo valer sus mejores parciales. Al margen de la decisión del Jurado, la prueba del día se la llevaba el Yanira, seguido por el Emeraude y el Guia. Computando las tres jornadas de la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona, la victoria ha sido para el francés Emeraude con 7 puntos, frente a los 9 del Yanira y del Guia, clasificados por este orden fruto de los mejores parciales del Yanira.
Por último, el Alba ha rubricado su casillero parcial con otro primer puesto en la prueba de hoy, coronándose en la categoría Clásicos 2. El duelo por la segunda plaza final, que libraban el Kanavel y el Diana que salían al campo de regatas empatados, lo ha ganado el Kanavel firmando un segundo puesto parcial por un tercero del Diana. Tras ellos, de nuevo el Melibea, que con tres cuartos puestos parciales también finaliza cuarto la serie
Así son los ganadores
Moonbeam III, un grande entre los grandes
William Fife se encargó de la construcción de lo que sería el primero de los barcos conocidos como Moonbeam, una serie cuyo diseño y prestaciones iba mejorando el anterior. En 1903 se construye el Moonbeam III, que se desplazará hasta Cannes en 1920 para afincarse en este puerto. Tras pasar por varios propietarios, en 1989 fue vendido en una de las subastas Sotheby’s y en el año 2000 lo adquirió su actual propietario, Didier Waetcher, quien celebró por todo lo alto el centenario del barco en 2003.
Erwan Noblet, patrón del Moonbeam III ya mostró su satisfacción por hacerse con el triunfo de la pasada edición de esta regata lo que suponía para el barco “un incremento en su reputación y en su valor real, ya que habían demostrado que todavía seguía vivo y que podía ganar una competición”. Algo que en la IV edición ha quedado más patente que nunca con la confirmación de su victoria en la categoría de Big Boats.
ÉPOCA CANGREJA Marigold, pura elegancia
Marigold es un cutter de época cangreja magníficamente restaurado y mantenido. Fue una de los primeros diseños deCharles Nicholson botado en 1892 en el astillero de Camper y Nicholson en Gosport. El velero cuenta con unos acabados de auténtico estilo victoriano como su salón panelado de caoba y su mesa central con asientos de piel.
Construido en primera instancia como un velero de regatas, el Marigold también puede acomodar unos 12 invitados a bordo y tres miembros de tripulación. Esta embarcación atrae la atención allí donde va y ha sido premiado en el “Concours D’Elegance” el guardón más preciado de la elegancia.
CLÁSICOS 1, Emeraude, un corintio con clase
El espectacular Emeraude es un corredor oceánico de primera clase IOR. Fue construido por un propietario francés y formó parte del equipo galo de la copa Admiral de 1977 y en la copa de Cerdeña en 1980. Desde 1997 está en manos de su actual propietario y capitán y su tripulación es íntegramente corintia.
ÉPOCA MARCONI, Amorita, un ganador de 32 pies
El Amorita, construido en madera de pino de Oregón, roble y teca, pertenece a la clase One Design ClassCalifornia 32. El nombre de esta clase se deriva de la eslora en flotación, 32 pies (9,75 metros). Al igual que los otros barcos de esta clase, Amorita se construyó sobre un molde invertido (la primera vez que se utilizó esta técnica en California). Estos cascos obtuvieron posiciones muy respetables en las regatas oceánicas del Pacífico. En 1959 y 1960 Amorita ganó la californiana Lipton Cup. Adquirida en buen estado, en 2005 por Claudio Mealli, ex dirigente de Latium, en San Francisco, fue restaurada en los astilleros de Porto Santo Stefano Argentario, en la Toscana, manteniendo el mástil de picea (tipo de abeto) original de 1937.
CLÁSICOS 2, Alba, una pieza única
El Alba es un barco de pura vela para disfrutar de los dulces días de viento, algo que probablemente animó a su primer armador, un americano, a bautizarlo con el nombre de Honey. Aún siendo tan especial, el Alba no ha pertenecido ni a magnates, ni a políticos ni a estrellas de Hollywood.
Botado en 1956, el Alba es un yawl diseñado por Phillip Rhodes en su estudio de Nueva York. Allí, se iniciaron los trabajos, siendo trasladado con carguero a Alemania para continuar su construcción en Abeking & Rasmussen, prestigiosos astilleros que durante los años de postguerra eran frecuentados por los americanos, cuando surgió la moda de los barcos de regata de tamaño medio.
El Alba es uno de los pocos barcos clásicos que conservan las piezas de origen. Los herrajes, grilletes, winches… todos ellos de bronce, se han conservado y en caso de rotura se han repuesto con piezas originales.