Soy de los que empieza a leer los diarios deportivos por las últimas páginas. Allí se encuentra, normalmente, la escueta información y la variadísima actualidad de los deportes que más me apasionan, englobados bajo el genérico calificativo de ‘polideportivo’.
La vela, el remo, la motonáutica, el skí náutico, el piragüismo, la inmersión, etc. son deportes de últimas páginas y, por suerte o por desgracia, son los que más interés tengo en saber resultados, si ha ocurrido algo que trascienda, novedades, etc
Muy a mi pesar, el deporte estrella, el fútbol, se come toda la información deportiva de los medios especializados. Sin duda es el rey, y todos los demás le deben pleitesía. El fútbol es el espectáculo que la gente sigue, el astro por el que orbita toda actualidad. Y el que hace rentabilizar, por sus ventas y por los millones de seguidores, a los periódicos deportivos.
Hoy no se concibe una prensa deportiva y rentable sin el fútbol como protagonista. Y no digamos en los medios audiovisuales. Esta supremacía convierte al resto de los deportes, incluso algunos con cierta tirada como el básket o el hándbol, en meros comparsas. Todo pasa por el fútbol, informativa, profesional y mediáticamente. El fútbol arrasa y, como el caballo de Atila, por donde pasa la hierba deja de crecer.
Recuerdo, décadas atrás, cómo en ciudades donde por ‘desgracia’ no tenían un equipo de fútbol de los grandes, la información deportiva de los periódicos locales no se centraba exclusivamente en el fútbol. Respetaban una cierta armonía con otros deportes y se escribía regularmente sobre natación, baloncesto, balonmano, vela, pesca submarina, bolos, atletismo, ciclismo… Esto pasaba en diarios de Palma de Mallorca, Santander, Girona, León, La Coruña, Málaga, Murcia, etc.
Ahora toda región tiene su referencia futbolística, y lo que hasta hace unas décadas era casi patrimonio de unas pocas ciudades, en materia de ‘fútbol de primera’, ahora es el común denominador para todo el país. ¡Enhorabuena, futboleros! Vosotros sois el espectáculo, el circo deportivo por antonomasia. Hasta los aficionados a otros deportes somos seguidores incuestionables de nuestros equipos de preferencia futbolísticos.
Pero siempre nos quedaba un cierto resquemor por la inconsciente arrogancia, prepotencia y omnipresencia futbolera. Con espíritu crítico veíamos que el éxito del futbol iba -¿y va?- en detrimento de otras especialidades deportivas, a veces minoritarias, pero que se merecen todo el respeto y protección.
Una inflexión ‘generosa’
Este pensar, que no es solo mío, por suerte ha sido trascendido y en ‘un golpe de generosidad’, el fútbol, en este caso La Liga -que viene a ser la patronal de este gran negocio espectáculo futbolístico-, ¡que no la federación deportiva de futbol!, tuvo el pasado año un gesto que le honra, y se ha convertido en la ONG protectora de los deportes –65 hasta la fecha- que no son fútbol, a través de un organismo de nuevo cuño: LaLiga4Sports. De este modo, con una clara acción de Responsabilidad Social Corporativa, la patronal futbolística, la Liga Fútbol Profesional (LFP), se ha convertido en la hermanita de la caridad de los ‘deportes minoritarios’ y necesitados de recursos monetarios.
El acuerdo, que se gestó y firmó ahora hace un año, llenó de esperanza y palió los bolsillos de muchas federaciones en franca quiebra económica, en un momento en que el horizonte estaba puesto en los Juegos de Rio.
Este hecho me congratuló con el fútbol en su aspecto más generalista. Vi que, conscientes de su predominio, los dirigentes del fútbol comprendieron que era necesario hacer una acción en pro de los otros deportes, eclipsados por el glamour futbolero, y siempre a su sombra. Una decisión en la que sin duda tuvo mucho que ver el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, -a veces tan mal tratado por algunos estamentos federativos-, pero que con esta actuación, muy meritoria, hizo un regalo en perpetuidad al deporte de minorías.
Según los objetivos, la LaLiga4Sports se convierte, a través de la fundación de la Liga, en patrocinador de los deportes españoles, con la misión ‘de mejorar la visibilidad y difusión de otros deportes y de los deportistas españoles, para que las federaciones deportivas y el Comité Paralímpico Español obtengan un crecimiento profesional y mayor difusión de sus éxitos hacia sus aficionados’. Loable propósito, sabedores de que el fútbol ensombrece a los otros deportes. El propio Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, señaló en la presentación de esta acción de patrocinio que ello se debe a ‘la obligación de La Liga de estar con todo el deporte español y por ello vamos a mostrar nuestro compromiso con todos los ámbitos del deporte español a través de LaLiga4Sports’.
El montante de la cantidad a repartir no es moco de pavo, dado los valores que mueve el negocio del fútbol en nuestro país. Desde la constitución de esta entidad, la Liga Futbol Profesional ha entregado varios millones a repartir entre las federaciones para que mejoren su situación económica. Todos los clubes de Liga de primera y segunda división se han comprometido en ceder el 1% de la recaudación para las necesidades del proyecto, -bien es verdad que por imperativo legal, ya que la partida, regulada por Real Decreto, sale del 1% de lo que ingrese la LFP por la venta de los derechos de televisión de los partidos- lo que puede suponer cerca de 16 millones de euros esta temporada. Tebas ha reconocido que ‘si tenemos la mejor Liga del mundo es gracias a la sociedad y por ello hay que devolvérselo, haciendo crecer iniciativas como esta Liga4Sport para fomentar el resto de competiciones’.
Las federaciones más beneficiadas en el reparto de este dinero que se ha adelantado este año han sido la de atletismo, con 423.111 euros; natación, con 407.577 euros y vela, con 260.005 euros. Entre las federaciones de deportes acuáticos que también se ven beneficiadas de este acuerdo están, a parte de la vela, el remo, piragüismo, motonáutica, skí náutico, actividades subacuáticas, pesca y surf.
Ante esta realidad no me queda más remedio que decir: ¡me gusta el fútbol!, y apoyar esta iniciativa, siempre y cuando sea bien repartida y mejor valorada. Pero también me gustaría que sirviera no solo como una ayuda económica de subsistencia para estos deportes, -que ya es mucho y de agradecer- sino también para que tengan el eco mediático que se merecen. Aunque sea en las últimas páginas o no en horario prime-time.
Porque, lo que se dice: ‘si no sales en TV, o en los papeles, no existes, aunque hagas la mejor heroicidad humana’.
Angel Joaniquet