En la última Asamblea General Extraordinaria de la clase Figaro Bénéteau, el órgano directivo tenía como objetivo seleccionar la firma de arquitectos que diseñará la próxima embarcación Figaro Bénéteau III.
“Las especificaciones para los nuevos diseños eran claras: coste máximo de 150.000€ tamaño de 9.50 m, de alto rendimiento y veloz” dice Yannig Livory, presidente de la clase y conductor, desde hace casi un año, de un grupo de trabajo constituido para elegir el Figaro Bénéteau III. Se puso en marcha una convocatoria de candidaturas a la que se presentaron once, y de aquí se seleccionaron tres modelos de los estudios de arquitectura: Finot-Conq – Manuard; VPLP y Mer Forte de Michel Desjoyeaux.
Los tres presentaron su proyecto al Comité de Dirección y al Comité de monotipos en marzo pasado. Cada proyecto tiene sus ventajas y desventajas. “Optamos por la que más se ajustaba a las expectativas de la clase” –dice Livory. Los tres tenían diferentes opciones: quilla fija; quilla pivotante con foils, y el otro proyecto con un sistema de foils y quilla fija. Tres enfoques y tres filosofías diferentes. No obstante “quilla pivotante y foils suponían un coste de producción incompatible con una construcción en serie de un yate de regatas para llegar al mayor número de participantes”, dijeron desde la oficina de la clase. Por esta razón los patrones optaron por una opción radical propuesta por la firma VLPL, un velero de regatas con foils.
Esta nueva filosofía se basa en el hecho de que un barco más rápido permite ir más lejos para un mismo tiempo de regata, la contrapartida está en que las diferencias entre el primero y el último aumentarían significativamente. Un monotipo más vivo, más nervioso, también ofrece más oportunidades de trayectorias: las regatas en Open 7,50 exigen pensar más en la elección de los bordos en portantes que un J-80 que puede permitirse bajar casi a favor del viento.
En el plan de desarrollo del nuevo Figaro Bénéteau Clase III está previsto disponer de un primer prototipo en diciembre de 2017 que podría comenzar a navegar en 2018, si bien no entrará en pleno funcionamiento hasta la temporada 2019. Sustituirá al Figaro Bénéteau II de Marc Lombard, un yate especialmente fiable y robusto, lanzado en 2003 por un período de 10 años, que a la larga ha permanecido activo en la regata 16 años.
El astillero Beneteau mantiene los derechos de construcción pues ya ha sido probada su capacidad de producción con los dos anteriores monotipos, asimismo la eficacia de su servicio y sus ventajas en financiación son los ejes estratégicos que le permiten seguir siendo el astillero proveedor que deberá cumplir el plan de desarrollo expuesto con las fechas ya anunciadas. El presupuesto para este barco oscilará entre los 150.000 € (el precio actual de un Figaro Bénéteau II nuevo) y los 200 000 € listo para navegar. El objetivo es que el nuevo monotipo pueda permanecer unos diez años en activo, similar a como ha sucedido con su predecesor.