El equipo del bretón Charles Caudrelier, en cabeza de regata desde el Estrecho de Ormuz, continúa aguantando los ataques de la retaguardia, propinados fundamentalmente por el Team Brunel, camino a China. Stefan Coppers, reportero a bordo del equipo de bandera holandesa patroneado por el veterano Bouwe Bekking, explicaba en su blog cómo su equipo había comenzado a realizar maniobras en la oscuridad para no desvelar a los otros equipos sus movimientos. Concretamente, con un cambio de velas destinado a recortar distancias con Dongfeng, Bekking había ordenado a sus hombres no encender las linternas que normalmente iluminan este tipo de maniobras por la noche.
“En un silencio absoluto Team Brunel lleva a cabo el cambio de velas. Los chicos ejecutan a ciegas los movimientos que han repetido tan a menudo. Dongfeng no nota nada, sólo un punto amarillo en el radar que ahora se acerca veloz. En dos horas Team Brunel araña 3,5 millas, gracias a hacerlo todo en la oscuridad“. Así detallaba Coppers la maniobra en el blog que tanto él como los otros reporteros a bordo envían a la organización cada mañana, y que se puede leer en la web.
A pesar de su buena maña a oscuras, Team Brunel sigue segundo a 8,9 millas de Dongfeng en estos momentos, tercero es Abu Dhabi Ocean Racing a 18,4, y Team Alvimedica es cuarto, a 28,6. Estos cuatro barcos son precisamente los que han optado por alejarse de la costa india durante la noche. Los que no han querido perderse de vista los unos a los otros. Y los que no siguieron a MAPFRE y Team SCA cuando estos decidieron trasluchar y bajar hacia el Sur de manera más directa. Sería la primera trasluchada de muchas en una noche larga para estos dos equipos. La primera de 24 en el caso de MAPFRE.
“El viento no ha parado de rolar en toda la noche y el Mapfre trasluchó por lo menos unas 25 veces. No dio ni un minuto de descanso, cuando parecía que se había acomodado, a los 10 minutos rolaba y nos hacía virar en redondo. Fue una noche agotadora para todos a bordo, y definitivamente una pesadilla para nuestro navegante que no cerró un ojo ni un momento y sólo estaba pendiente de la dirección del viento y todos los factores que lo afectan”, explicaba el reportero del barco español, Fran Vignale.
El agotamiento debió sentirse aún mayor cuando, al amanecer, los de Xabi Fernández comprobaban que seguían exactamente en la misma posición que cuando comenzaron su arriesgada apuesta. La suerte parece no acompañarles desde que el día 6 atraparan varios plásticos con la quilla. Algo que ha ocurrido a más de un equipo, cuyos hombres mostraban su pesar por el estado en el que se encontraban las aguas costeras de Paquistán e India.
La flota lleva varios días luchando con condiciones de viento muy flojas, algo que puede sonar como una contradicción, pero no lo es. No tener suficiente propulsión significa no poder navegar de manera táctica, jugar al gato y al ratón, no avanzar lo que se esperaba. Así seguirá durante, al menos, una semana. Siete días de navegación prácticamente en línea recta hasta Sumatra pasando por Cabo Comorin, el extremo Sur de la India, tras lo cual pondrán rumbo al Estrecho de Malaca. El punto, para algunos de ellos, más complicado de esta vuelta al mundo a vela por equipos. Pero por el momento sólo piensan en arrancar toda la velocidad que puedan, por poca que sea, a sus Volvo Ocean 65; en recorrer la próxima milla más rápido. Y cubrir así cuanto antes las cerca de 4.300 que les quedan hasta el final de la etapa 3 de la competición deportiva más larga que existe, la Volvo Ocean Race.