El Costa Concordia, el buque siniestrado en 2012, está amarrado desde julio de 2014 en uno de los diques próximos a la bocana sur del Puerto de Génova.
La operación de reflote fue espectacular y todos conocemos la operativa y su éxito, si bien la suerte de la nave es su demolición en el puerto Italiano.
La normativa europea sobre desballestamiento de embarcaciones, en especial el reglamento sobre reciclado de buques 2013, hacía suponer que un buque de tales dimensiones (112.000 toneladas) acabaría por desguazarse en Europa´.
La mirada internacional ayudó a la opción genovesa
La posición de la nave en el puerto es visible desde el anfiteatro de montañas que rodea a la ciudad de Génova, y en los días de celebración de su Salone Nautico, el progreso de los trabajos es una de las opciones a visitar, aunque sea de lejos.
De la embarcación ya han sido retirados el mobiliario y la parte superior de las cubiertas. Queda el esqueleto de hierro flotante donde aparecen claramente señaladas las estructuras de los camarotes en un proceso que se prevé dure 22 meses.
El ejemplo del Concordia puede servir para demostrar que garantizar la protección del medio ambiente, la salud y la seguridad de los trabajadores y la gestión medioambiental racional de los residuos recuperados de un buque reciclado, es posible.
El objetivo del Reglamento de reciclado de buques, al que dedicamos un artículo con su publicación, es prevenir, reducir el impacto al mínimo y, en la medida de lo posible, impedir accidentes, lesiones y otros efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente, provocados por el reciclado de los buques. Para ello se incrementa la seguridad y la protección de la salud humana y del medio marino de la Unión durante el ciclo de vida de un buque, en particular para garantizar la gestión respetuosa con el medio ambiente de los residuos peligrosos de dicho reciclado de buques.
La UE pretende dirigir a los buques que enarbolen pabellón de un Estado miembro a instalaciones de reciclado de buques que utilicen métodos seguros y respetuosos con el medio ambiente para el desguace de buques
No obstante, estos mismos Estados deberían promover la construcción de instalaciones que permitan la ejecución especializada de dichos trabajos y su desguace a todos los niveles de embarcación, incluso para aquellas operaciones que no son rentables económicamente para el armador.
La desproporción de la estructura del Costa Concordia facilita entender que, de su reciclaje, algún resultado positivo se va a generar, y tal vez el ejemplo no será válido dado que hay demasiados focos en su destino.
Jaume Prats
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