La Asociación Española de Grandes Yates (AEGY) ha elaborado un informe que muestra que el número de barcos con licencias para el chárter en las Baleares se ha incrementado un 516% en los últimos dos años. En 2013 había 29 yates de más de 20 metros con licencias para chárter en las Baleares; esta cifra aumentó a 86 en 2015 y 37 de estos barcos tenían más de 35 m. La Asociación estima que los ingresos netos totales generados por estos charters, en términos de impuestos, y el gasto local para 2015 es de 12,5 millones de €. Esto es mucho más que la cantidad recaudada por el impuesto de matriculación en los yates de más de 24 m en 2012, que, según cifras oficiales, era cero para las Baleares, y de sólo 4 millones para el conjunto de España.
Los datos son realmente significativos en un periodo –el de los últimos seis años- marcado por las ventas deprimidas, inversores que salían en desbandada o reparaciones canceladas. El sector náutico mallorquín sale de la peor recesión como referente nacional. Encabezan la recuperación de las ventas de embarcaciones, forman más capitanes que nadie y avanzan pese a todo en ramas como la reparación y mantenimiento.
Diego Colón de Carvajal, presidente de la Asociación de Grandes Yates y director general de Astilleros de Mallorca declara: “Nos preocupa la imagen del sector: tenemos un impacto similar en la sociedad al del turismo de alta calidad”
Colón de Carvajal impulsó la Asociación Española de Grandes Yates para modernizar un marco fiscal y legislativo que olvidaba al sector. Ahora están reconocidos, pero lamenta que la sociedad aún vea con prejuicio la náutica. Aboga por precios más asequibles que acerquen el mar a los mallorquines, defiende rebajas fiscales que hagan al sector competitivo y reivindica el potencial para crear riqueza compartida de una actividad que hoy rema sola.
Antonio Zaforteza, presidente de las Instalaciones Náuticas de Balears y consejero delegado de Port Adriano, dice: “Un barco no es solo un barco, es una pyme que genera más empleo que muchas pymes tradicionales”. Zaforteza explica que los impuestos espantan a los grandes yates y sus gastos millonarios en tierra y en las marinas y recuerda que los barcos son hoy empresas que impulsan la creación de empleo y riqueza. Por eso pide menos trabas burocráticas, una fiscalidad igual que la de los países con los que Mallorca compite en el Mediterráneo y más sensibilidad pública a la hora de proteger el sector o formar profesionales que trabajen en él.
El informe señala que hay 600 yates más de 24 m disponibles para el alquiler en el Mediterráneo y se anticipa que 100 de ellos se registraron para el alquiler en España a tiempo para la temporada de verano 2016. También hace referencia a los efectos económicos indirectos de los yates que deciden quedarse en las Islas Baleares durante el invierno para llevar a cabo la reparación y reacondicionamiento y que generan gran riqueza en las islas.