El pasado mes de octubre tuvo lugar la inauguración oficial de la primera base de pruebas que la multinacional francesa Bénéteau crea a nivel internacional. Fue en Port Ginesta (Barcelona).
Lo primero que llama la atención es que el astillero francés de bandera opte por instalar este tipo de servicio fuera de sus fronteras. Fíjense bien: Bénéteau no tiene ninguna otra instalación de este tipo, por el momento. ¿Será que los directivos de la multinacional francesa son unos decididos europeístas?
Lo cierto es que Port Ginesta reúne unas condiciones específicas particularmente interesantes. La primera es su ubicación, al lado del aeropuerto internacional de Barcelona y, lo que s más importante, sin tener que atravesar la ciudad para llegar al puerto. Si no has facturado equipaje, bajas del avión y en diez minutos estás en el puerto. Puede que en menos. Si has facturado equipaje, la cosa depende, según…
Obviamente, por muy cerca que un puerto recreativo esté de un aeropuerto, eso no basta. Port Ginesta no es un chamizo. Es el puerto recreativo más grande del estado español y uno de los más grandes de Europa, con más de 1.400 amarres para yates de hasta 24 metros de eslora y todos los equipamientos necesarios para atender a las embarcaciones, además de un sinnúmero de servicios. Por haber, hay hasta dentista…
Ya sabemos lo que es Port Ginesta, ahora veamos lo que es Bénéteau. La marca francesa es referente mundial en el sector de la vela de crucero y es el núcleo del Groupe Bénéteau, que cotiza en la Bolsa de París, con una capitalización aproximada de 1.037 millones de euros. Aproximada, porque la bolsa sube y baja. En el momento de redactar este artículo la cotización de sus 82.789.840 títulos emitidos estaba en torno a los 12,5 euros por título, pero no ha mucho estuvo a un mínimo de 7,77 y también a un máximo de 23,20 euros por acción. La recomendación de los especialistas es comprar, pues su objetivo está por encima de los 19 euros. Eso sí, si ustedes compran y la cotización no sube, no aceptamos reclamaciones…
Si ustedes entran en la web del Groupe Bénéteau tendrán la oportunidad de comprobar que los intereses del grupo no terminan en la marca Bénéteau, con barcos de vela y de motor, sino que se expande a otras marcas célebres: Jeanneau, Montecarlo Yachts, Prestige, CNB y Lagoon, y las estadounidenses Wellcarft, Scarab, Glastron y Four Winns, además de intereses en el ámbito de las casas prefabricadas. La última cifra de negocio conocida del grupo fue de 1.208,3 millones de euros, de los cuales 1.025,5 correspondían al negocio náutico y los otros 182,8 millones al sector denominado “hábitat”, ambos con crecimiento en volumen y beneficios respecto al año anterior. La plantilla asciende a las 7.500 personas en instalaciones situadas en Francia, Polonia, Italia, Estados Unidos y China.
No es de extrañar que el día de la inauguración de esta nueva base acudieran las autoridades locales, incluido el director general de puertos de la Generalitat, y los directivos del puerto, pues acudieron los ejecutivos del grupo francés, con la histórica señora Roux –de soltera Bénéteau- a la cabeza.
¿En qué consiste la base de pruebas? La base consiste en diez amarres estratégicamente situados en un cómodo y amplio pantalán. Todos juntos. Cómodo por amplitud y por su facilidad de maniobra, con salida casi inmediata a la bocana. Allí, la superficie disponible, ha permitido disponer de un habitáculo de arquitectura efímera que sirve como oficina y almacén, así como una terraza para atender al aire libre, cuando convenga. Sin embargo, todo ello había de estar necesariamente vinculado a la existencia de un local que ya tuviera relación con la marca, en este caso la oficina de la empresa Olmarine, que actúa como sub agente de la empresa Hermanos Guasch, con sede central en Cambrils, que es quien ostenta la condición de representante de Bénéteau en esta parte del litoral, desde el Puerto Olímpico de Barcelona hacia el Sur, incluyendo todo el litoral de Tarragona y Castellón. Además, Rodolf Guasch es presidente de Bénéteau España.
La elección de Port Ginesta no ha sido fruto de la casualidad, pues a sus características intrínsecas se une un proceso más o menos largo que empieza con la celebración de la feria Sailing Meeting en 2015 y la realización aquí de pruebas de novedades para la prensa internacional especializada en distintas ocasiones. Las facilidades obtenidas siempre fueron gestando la situación actual. Y ya saben: el roce hace el cariño.
Pero es que la cosa no tiene porqué terminar aquí. Las posibilidades de futuro son inmensas. Desde que algún cliente extranjero decida fijar aquí el punto de atraque definitivo de la embarcación que ha probado y, tal vez, comprado aquí, hasta una larga serie de opciones para el cliente de Bénéteau, que puede aprovechar su viaje a Port Ginesta para completar unos días de vacaciones con una oferta incomparable, desde el punto de vista cultural, turístico o deportivo. ¿Ya que el cliente viene a probar un yate, porqué no un ágape en un restaurante estrellado –por Michelin-, un partido del Barça o unas entradas para la Fórmula 1?
Amigos, en el mundo de los puertos recreativos alquilar amarres no lo es todo…