En el marco del Monaco Yacht Show, la sociedad de clasificación RINA lanzaba nuevas normas y servicios dirigidos a diferentes segmentos de la industria náutica. Uno de ellos fue la Global Compliance, una doble certificación que servirá para demostrar que un barco tiene los requisitos necesarios para navegar tanto en la UE como en los Estados Unidos. Esto es posible gracias a que la agencia italiana es la primera supervisora europea que ha ganado las atribuciones para realizar inspecciones de acuerdo con las normas de la NMMA estadounidense (National Marine Manufacturers Association). Es decir, podrá certificar embarcaciones construidas en Europa, o en otras partes del mundo, que quieran ser vendidas o utilizadas en los EE.UU. La empresa de neumáticas y semirrígidas Zar Formenti e Italian Sea Group han sido las primeras en obtener la Global Compliance-
RINA también está desarrollando un nuevo estándar para el diseño y las dimensiones del vidrio en embarcaciones deportivas. “Las normas RINA se encuentran actualmente en fase experimental y están destinadas a mantener la seguridad según las normas ISO actuales, mientras se abre el camino para que los diseñadores y constructores puedan utilizar el vidrio de forma más amplia e innovadora en yates de todos los tamaños”, decía el comunicado.
RINA también está ofreciendo nuevos servicios para los propietarios de yates que quieran protegerse de las emisiones electromagnéticas, lo que podría afectar el rendimiento de los sistemas electrónicos y a la salud de las personas a bordo. “RINA puede intervenir en la fase de diseño con un software adaptado que evalúe las posibles interferencias entre el equipo y mitigue el nivel total de emisiones”. Supondría un nuevo estándar de calidad para el astillero y pruebas para el propietario de que estos niveles están por debajo de lo establecido en la normativa de la UE 1999/519 / CE.
Otro servicio que está desarrollando RINA mide el impacto ambiental de todo el ciclo de vida de los yates. Además, proporcionará un punto de referencia para medir la huella ambiental del yate contra indicadores clave como el cambio climático y la acidificación del agua. RINA’sLife Cycle Assessment (LCA) verifica no sólo el impacto ambiental, sino también aspectos sociales del astillero como la seguridad en el trabajo, la igualdad de oportunidades y la ausencia del trabajo infantil.
Por último, RINA ha incorporado a su sistema de certificación el Marina Excellence un programa de certificación y cursos para los gerentes de marinas y directivos. El curso Marina Manager conduce a la certificación de los profesionales encargados de la gestión de puertos turísticos. “Esto ayuda a asegurar que los puertos deportivos se ejecutan correctamente y les permite distinguirse de otros competidores profesionales no calificados”.