General
Probamos la nueva R5 de Cobalt. Desde luego todo son buenas impresiones de una propuesta en línea con la excelencia que ha conseguido alcanzar en su trayectoria la norteamericana Cobalt Boats en 50 años. Excelente casco, gran equipamiento, bonitos acabados que no tributan el 12% del impuesto de matriculación.
Textos y fotos: Pn
Video: Cobalt Boats
Marina Estrella, su importador para España, dispuso de una unidad que ya vimos en el Boot Show de Düsseldorf. Una unidad que nos llamó precisamente la atención por su sencillo, operativo y robusto peldaño ubicado en su plataforma, interesante detalle que se ha incorporado a toda la gama de Cobalt Boats.
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Navegación
Confort y prestaciones deportivas
Poco nos sorprende esta “bowrider” en su navegar ya que estamos acostumbrados a que los cascos de Cobalt Boats trabajen muy bien. Todos los modelos de esta marca norteamericana poseen excelentes cascos, unos modelos mejor que otros en donde la eslora puede influir y establecer diferencias entre ellos, y esta R5 no es una excepción.
Pudimos apreciar la potencia instalada, nada más y nada menos que 300 caballos en un fino Volvo Penta con transmisión de cola. ¿Demasiada potencia para sus escasos 2.214 k de desplazamiento? Su relación peso/potencia tiene un ratio de 135Hp/1000 kg. Ello nos da a entender que probablemente no haría falta tanta potencia pero si sumamos un máximo de 12 personas según su homologación más con una media de 65 kg/persona y queremos mantener las prestaciones deportivas que ofrece, es una potencia óptima.
Con una marejadilla en ciernes la probamos. A fondo, a pesar de literalmente volar, a 5.500 r.p.m. registramos 38,9 nudos con cinco personas a bordo. Su velocidad crucero económico lo situamos en 3.000 vueltas, esto es 21,5 nudos. Pero pocos adquiriremos una lancha como esta para ir a esta velocidad por lo que lo razonable es que naveguemos a un ritmo superior entre las 4.000 y las 4.500 vueltas, es decir entre 30,5 a 33,9 nudos a la hora.
La potencia del Volvo Penta V8 300 se manifiesta en toda su plenitud en la reserva de potencia disponible aún estando ya muy arriba en el régimen. Una “patada” que se nota todavía en las 5.000 vueltas. Otro detalle es que en 4 segundos estamos ya en planeo (3.000 rpm-21,5 nudos) y en 12 segundos más ya en los 39 nudos, su velocidad máxima.
Una potencia asumible, como decíamos gracias a su casco con un ángulo de 21º lo que evita el agobio del pantocazo “maligno” para las vértebras y dentadura.
Su pilotaje es fino. Destaca su dirección hiper fina al volante que permite, sin peligro, sortear cualquier objeto flotante no identificado (OFNI) sin apuros y sin poner a la tripulación en peligro. Una dirección que nos permite jugar con las olas y un trim, esencial su uso para divertirnos y sacar todo el jugo a esa maravillosa combinación de potencia con buen casco.
Un casco que se agarra muy bien en las viradas cerradas dada su “V” (21º) y sus redanes que trabajan evitando “coletazos”. Su casco abre muy bien el agua en los amerizajes que es, en definitiva, el factor que aporta comodidad en una navegación marítima en la que inevitablemente siempre hay olas. La seguridad pasiva de la R5 es buena con los preceptivos asideros allí justo donde conviene que estén aunque estén algo camuflados.
Y ya que mencionamos la navegación por mar, debemos referirnos a las características de una bowrider (lancha de proa abierta) y la prevención ante el probable embarque involuntario de una ola. En nuestra prueba constatamos que es más plausible entrar agua por la proa navegando al ralentí contra ola, que hacerlo a velocidad moderada. Por tanto, no es de extrañar que en una aproximación a baja velocidad podamos hacer entrar agua con una ola ante la sorpresa de algún niño o, señora tomando el sol en ese punto, cosa que no sucederá nunca navegando en aguas interiores que es en donde nacieron las lanchas “bowriders” como esta. Por otro lado debe destacarse que la navegación a un régimen tranquilo es abosolutamente seca para la tripulación saliendo el agua por los lados muy hacia popa, cosa indicativa de que el casco posee un buen diseño.
El puesto de gobierno y el banco a Br.para dos acompañantes está perfectamente parapetado tras el acristalado del parabrisas ligeramente cóncavo, siendo también la visión avante impcable debidamente sentados en la butaca, impecable.
Habitabilidad
Confort y espacio
En sus apenas 8 m de eslora distinguimos hasta 4 áreas para estar tranquilamente gozando del paisaje o de un pic-nic en una cala. A proa, destacamos sus dos “butacas-chaise longue” con resposabrazos abatibles para dos personas bajo las cuales se disponen de cofres forrados de moquetas de tapas con pistones de gas. En el pasillo que se forma entre este punto y el puesto de gobierno, existe un pequeño biombo que cierra el paso a voluntad. En el suelo se dispone de un gran cofre alargado y forrado por dentro con moqueta para estibar esquíes, tablas de wake o cualquier otro elemento alargado. La tapa está asistida por dos potentes pistones de gas que facilita la apertura sin esfuerzo.
Otro punto a destacar es el existente tras el parabrisas, con su envolvente butaca del puesto de gobierno que hace conjunto con un banco de dos plazas para las dos personas que acopañen al piloto. Enfrente de esta posición se nos aparece un habitáculo camuflado muy amplio que contiene un WC de agua. Es destacable su volumen y la comodidad para atender las necesidades más básicas. El water closet no posee un pequeño fregadero para las manos.
El banco para los acompañantes del piloto posee un respaldo abatible para que ese banco pueda ser la continuación del solario que se monta en la dinette ubicada bajo el bimini plegable.
Una dinette de 5 plazas en la que existe un cáncamo en una pared para insertar el pie en “L” de una mesa. A su alrededor un sofá en “U” cuya parte de más a popa posee un respaldo abatible que sirve para agrandar el solario instalado encima de la tapa del motor.
Solario de dos plazas que abatiendo, mediante un sencillo y operativo sistema, uno de sus tramos se convierte en un excelente sillón orientado a popa, hacia su espaciosa plataforma integrada. En medio de uno de esos tramos está el tintero para insertar el mástil de arrastre de la línea para la práctica de los deportes náuticos. En la aleta de Br. surge una ducha para, como mucho sacarse la sal del pelo ya que el depósito de agua dulce sólo posee 38 L. La plataforma posee un interesante peldaño de accionamiento manual donde refrescarse los pies como mucho, ya que no sirve como ayuda para subir a la plataforma desde el agua…, ¡o eso creemos! El perímetro de la plataforma está protegido por una estructura tubular de buen calibre con una impecable instalación.
Balance
Confort, soluciones y acabados norteamericanos
Estamos ante una propuesta tan bien realizada como los modelos precedentes de hace unas temporadas de la misma marca. Se mantiene la calidad con un destello creativo como mínimo chocante por su buen gusto y elegancia y… ¡el peldaño!. Nos referimos al peldaño exquisitamente realizado e instalado en la popa. Buena realización por cuanto luce una robustez necesaria para su uso y por su sencillez de funcionamiento que es lo que demanda siempre el ambiente marino para que siempre se mantenga operativo sin que se estropee. Pero, no entendemos si este artefacto es realmente cómodo y eficaz en su uso ya que no acertamos a ver si existe o no una escalerilla telescópica clásica de uso principal.
A primera vista parece útil sus uso para subir desde el mar, pero una vez en el agua, si quisiéramos volver a bordo, ¿cómo lo hacemos? Creemos que no sirve como peldaño para poner el pie. Es muy dificultoso ya que deberíamos poner nuestra rodilla bajo la barbilla para poder para poder alcanzar y pisar la plataforma con la dificultad añadida de que no existe una asidero donde agarrarnos y ayudarnos en el impulso. Qué hacemos, ¿nos sentamos de espalda en la plataforma y luego nos levantamos en ella? No parece que sea muy cómoda para alguien no muy hábil sin existir, insistimos, ese asidero para agarrarnos… Ante esto, tampoco acertamos a encontrar la clásica escalerilla telescópica. Solo nos tranquiliza que en el Salón de Düsseldorf sí las vimos claramente instaladas en los barcos expuestos. ¡Menos mal!
Al margen de este detalle, no menor si es que no hubiera escalerilla prevista en este modelo, debe reconocerse que la calidad general de la R5 es extraordinaria. La factura de sus tapizados y el tejido usado es excelente, la presencia de asideros camuflados en las zonas vitales de agarre es adecuada, y la combinación de los materiales y tonos empleados en los palieres del puesto de gobierno son exquisitos. Más detalles: portavasos por doquier, altavoces bien distribuidos por toda la embarcación, los acabados en los aceros, … ¡todo desprende la calidad típicamente americana de los barcos de media y alta gama!
Y no sólo eso. Y es que la distribución de las áreas sociales en sus apenas 8 m de eslora total es soberbia con una más que aceptables amplitudes de paso que permiten deambular de proa a popa y viceversa con bastante comodidad. Probablemente solo pueda objetarse un detalle más. Si estamos ante una bowrider que, obviamente, se va a disfrutar solo durante el día, ¿cómo es que no acertamos a encontrar una nevera, o un espacio de fácil acceso para estibar una portátil?
La R5 tiene algunos detalles más dignos de mencionar que no hacen más que refrendarnos que estamos ante una embarcación excepcional. En su proa abierta, al margen del altísimo nivel de confort representado por los brazos abatibles de los asientos “chaiselonguenizantes” y de la calidad de sus tapas de apertura de los cofres forrado por dentro con moqueta, el asiento de Er. se abate sobre sí mismo replegándose hacia el cofre vertical que se abre en el respaldo del asiento. De esta manera se incrementa el espacio disponible cediéndolo para las maniobras de atraque en el amarre. Otro destello significativo es la presencia en la banda de Br. de la plataforma de baño, junto a la ducha de un cáncamo más para insertar ese pie en firma de “L” donde colocar la misma mesa desmontable usada en la dinette. Excelente idea si queremos, por ejemplo, crear una dinette para los niños y así alejar todo el “barullo” hacia el área natural de juego de los mismos, es decir, en la plataforma. ¡Gran idea!