Pocos, o ningún analista, internacional previeron el nuevo escenario geopolítico y macroeconómico en el que nos íbamos a encontrar inmersos, con una guerra en Europa y con un desproporcionado incremento en los precios de la energía que ha arrastrado a todos los sectores a un incremento generalizado de precios, con un IPC aproximado de un 10% en Europa, lo que está produciendo que las clases trabajadoras y medias tengan dificultades para llegar a final de mes, con lo que se está provocando un importante parón del consumo.
Este fenómeno no ha sido un caso aislado en nuestro país, sino que con la globalización podríamos decir que ha afectado por igual a la náutica de recreo de todo el planeta. Este escenario ha afectado de manera notable a las matriculaciones de embarcaciones. Siendo el mercado de alquiler el que mejor ha resistido el envite, y es que, si de algo nos ha servido la pandemia y el confinamiento, ha sido para hacer llegar al usuario medio el mensaje de que el alquiler de embarcaciones es una gran experiencia y actividad de ocio, turística y familiar. Deberíamos hacer un poco de pedagogía y dar a conocer, algunas cifras que ayuden a romper el mito de que la náutica es elitista; pues la náutica, en general, no es un más que un reflejo más de nuestra sociedad, ya que, de manera resumida, las embarcaciones hasta 15 m. de eslora representan el 99% de las embarcaciones matriculadas, hasta los 12 m. el 96%.
Mientras que si bajamos la eslora hasta 8 m. representan el 88 % y si la bajamos hasta los 6 m., más de dos de cada tres embarcaciones matriculadas, el 68% de las embarcaciones matriculadas, son inferiores a esta eslora. Los hábitos de los consumidores están evolucionando muy rápidamente hacia nuevas fórmulas de navegación, más asequibles y populares, y no solo por el gran crecimiento del alquiler de embarcaciones, sino también de las modalidades de artefactos náuticos que están experimentando un boom como no hubiéramos imaginado. Por último, cabe señalar que todo el sector está evolucionando hacia la sostenibilidad, por qué la práctica de los deportes y actividades náuticas, por su propia naturaleza, han de ser y serán cada vez más sostenibles.
Por este motivo y para contribuir a la sostenibilidad de la náutica y a la preservación del medio marino, desde el Clúster Nàutic Català by ADIN, acabamos de presentar tres nuevas iniciativas:
- La Fundación Mar Azul, que nace con el objetivo de contribuir a la preservación del medio marino.
- EL DQN, o Distintivo de Calidad Medioambiental Náutica dirigido a las empresas del sector náutico, como un sello de Empresa Sostenible.
- Y la Guía de Buenas Prácticas Medioambientales, como herramienta de gestión para las empresas náuticas.
Como conclusión, hay que destacar que pese a los datos aparentes, el sector goza de buena salud, y prueba de ello es la creciente cantidad de titulaciones náuticas que se están emitiendo y la popularización, año tras año, de todo tipo de actividades y artefactos náuticos en nuestras costas.