La asamblea de la Asociación de Clubes Náuticos de Baleares (ACNB), reunida este viernes en el Port de Pollença, advierte que la actividad deportiva náutica peligra en España debido a la elevada presión fiscal que soportan los concesionarios portuarios y a la falta total de sensibilidad del organismo Puertos del Estado con la actividad social y de promoción del deporte que realizan los náuticos y marítimos.
“Si el Ministerio de Fomento no rectifica su política, en pocos años no habrá deportes de mar ni competiciones náuticas”, aseveran desde la ACNB, partidaria de que la nueva Ley de Puertos del Estado contemple un régimen fiscal que reconozca de manera expresa y sin posibilidad de interpretaciones ulteriores la labor que desarrollan los clubes, no sólo formando a los futuros campeones de deportes como la vela o el piragüismo, sino creando la afición por el mar que contribuye a la existencia de lo que en términos económicos se conoce como “sector náutico”.
“La gestión de los puertos -afirma la ACNB- no consiste únicamente en sangrar a los concesionarios; también debe procurar el desarrollo de la náutica de recreo, una actividad estratégica para Baleares según acaba de reconocer el Parlament en una proposición no de Ley aprobada por la mayoría de la cámara. Puertos del Estado no puede vivir, como hace, ajeno a las necesidad de las Islas y aplicar las mismas políticas en Palma, Mahón o Ibiza que en Algeciras”.
Los clubes sospechan que Puertos del Estado intentará “vender” la esperada renovación de las concesiones de clubes en puertos de interés general como una apuesta por la náutica deportiva y temen las condiciones que les serán impuestas para conservar las instalaciones que vienen explotando desde hace más de medio siglo sean poco menos que “leoninas”.
La excesiva presión fiscal se traduce en quiebras
En su declaración oficial, la asamblea de la ACNB asegura que las renovaciones “no pueden ser a cualquier precio ni comprometer la promoción del deporte con cánones de ocupación del espacio público inasumibles”. En este sentido, recuerda que la experiencia balear ha demostrado que la excesiva presión fiscal y recaudatoria de la Autoridad Portuaria sobre los concesionarios se traduce en quiebras, abandono de las instalaciones e intervenciones judiciales de algunas marinas.
La fórmula, en opinión de los clubes, es muy sencilla: aplicar cánones razonables y permitir deducciones por las inversiones en deporte y en la mejora de las instalaciones. “No es de recibo que cuanto más dinero te gastas en mantener la casa en buen estado, más te suba el precio del alquiler, que es exactamente lo que establece el texto vigente de la Ley de Puertos del Estado”, subraya Rafael Palmer, gerente de la ACNB.
Los clubes están “satisfechos” con la gestión autonómica de los puertos y el espíritu de consenso demostrado por los responsables políticos de Baleares en el proceso de modificación de la Ley de Puertos de Baleares, pero no ocultan su preocupación por la enorme brecha que separa el tratamiento que reciben los puertos deportivos de las Islas dependiendo de si son de competencia provincial o estatal. “Los clubes de Palma, Ibiza y Mahón quedan en una posición de clara desventaja”, denuncia la ACNB.
Balance positivo de la asociación
Por otro lado, la asamblea de la ACNB ha hecho un balance muy positivo de los diez años de existencia de la asociación, nacida para reivindicar el “hecho diferencial” de los clubes náuticos y marítimos respecto a otros puertos recreativos y convertida en el el más activo interlocutor del sector portuario y náutico de las Islas.
Miquel Suñer ha destacado que, a lo largo de la última década, la ACNB ha conseguido aglutinar a los 24 clubes náuticos de Baleares, ha contribuido decisivamente a la creación de la Confederación Española de Asociaciones de Clubes Náuticos (CEACNA) y ha presentado propuestas para la mejora de las leyes de puertos autonómica y estatal, además de obtener plaza en los consejos de administración de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) y de Ports IB, “algo que hace diez años era una utopía”.