¿Es necesario tener experiencia para hacer un chárter?
No. Si la empresa es seria, el patrón suele dedicar un rato a dar explicaciones antes de zarpar como el funcionamiento de la maniobra a bordo. Suele sentar las bases del mando, es decir, la decisión final es la suya. En el mar no caben decisiones colegiadas para la toma de decisiones que atañan a la navegación y seguridad. El buen patrón siempre enseña para procurar la participación de todos.
¿Se puede participar en la navegación?
Por supuesto, porque hacerlo es la mejor manera de disfrutar. El plan de navegación y vida a bordo depende de las preferencias de cada grupo. Se suelen comentar y decidir las opciones en función de las condiciones meteorológicas y las preferencias de cada grupo. Es importante que pase participe en la toma de decisiones y se pregunte todo cuánto quieras saber. Sin embargo, como hemos dicho antes, la decisión final de todo lo que pueda afectar a la seguridad de la tripulación o de la embarcación es algo reservado exclusivamente para el patrón.
¿Es necesario reservar todo el barco o se puede reservar por plazas?
Según la empresa, aunque lo más habitual es que los grupos sean más o menos cerrados. Ello no significa que no hayan oportunidades. Desde luego es una excelente manera de conocer a gente nueva aunque siempre pueda existir el riesgo de mal encaje si no hay un conocimiento previo. A bordo, pues, siempre debe imperar la paciencia, la cortesía y, desde luego, dejar a un lado los protagonismos. Las normas mínimas de convivencia en espacios cerrados y pequeños se sustentan en esos tres pilares además de la imperiosa necesidad del orden personal.
¿Se puede “chartear” con niños y a partir de qué edades?
Los niños disfrutan mucho a bordo. Lo importante es adaptarse un “pelín” a las necesidades de los niños, en especial, las actividades. Se les debe satisfacer ciertas necesidades de juego y, desde luego, bajar a tierra con frecuencia y “hacer de exploradores” con ellos allí donde se esté. Para que un niño se lo pase bien a bordo, es aconsejable que camine con seguridad, le guste el agua y si no sabe nada use flotadores tipo “manguitos”. Ciertamente no hay una edad concreta para navegar, depende de cada uno. Que un niño aprenda a desenvolverse a bordo, ¡lo hacen por si mismos increíblemente rápido! depende del grado de “sufrimiemiento” de los padres. Más que avisar continuamente o prohibir, debemos infundir confianza no trasladándoles nuestras propias inseguridades y no abusar de nuestro instinto de protección. ¡Los niños suelen ser muy hábiles a bordo!
¿Me marearé? ¿Hay soluciones para el mareo?
¡Las personas suelen marearse más a menudo cuanto más piensen en esa posibilidad! Aunque puede suceder… El mareo no es nada grave que no se pueda, además, solucionar. Muchas veces el mareo es de origen sugestivo y eso no quiere decir que sea controlable. Hay un periodo de adaptación al barco y coger el “a son de mar” y suele variar entre las personas. Hoy en día la oferta de productos para evitar el mareo es amplia y variada. Hay muchos detalles que pueden evitar o favorecer el mareo. Todo aquello que ayude al bienestar de cada uno evitará que aparezca esta desagradable sensación.
¿Qué ropa tengo que llevar?
No hay que llevar demasiada ropa pero si la adecuada a la estación en la que se navegue. En invierno y primavera deberemos llevar ropa cómoda de abrigo: pantalón y camiseta térmica, traje de agua, calzado abrigado o botas de agua de suela neutra. En verano ropa ligera: bañadores, pantalones cortos , un pantalón largo ¡evitar los tejanos por su estrechez! y un jersey ligero porque refresca por la noche. Un cortavientos o chusbasquero y no está de más llevar unos pantalones técnico de navegación si queremos participar en las guardias nocturnas. Se recomiendan las gafas de sol, gorra, crema protectora solar, chancletas para la ducha y unas dos toallas, una para agua salada y otra para agua dulce. Hay que evitar las prendas que no sean imprescindibles.
¿Hace falta llevar ropa de cama o saco de dormir?
Lo habitual es el saco de dormir, aunque este detalle debe consultarse con la empresa ya que depende del nivel de servicio que se ofrezca o se haya pactado según las tarifas.
Si se trae una maleta “dura” de viaje, ¿hay sitio?
¡Pues va a ser que no! Cada tripulante dispone de un armario para lo más necesario. El espacio en un barco siempre es limitado. Por tanto no estemos nunca tentados a compartir la cama con una maleta rígida imposible de estibar en un barco. Lo mejor es una bolsa blanda y plegable, porque es más fácil guardarla una vez hayas deshecho el equipaje.
¿Cómo suele ser un día a bordo?
Normalmente tras el desayuno se sale a navegar hasta el siguiente punto de la singladura propuesta. Si la navegación es durante todo el día (¡no recomendable con niños a bordo!), se come en navegación o se fondea por el camino para hacerlo y bañarnos. Antes del atardecer se suele haber llegado a destino para fondear resguardados o amarrar en puerto. A partir de entonces, según el plan de cada uno, se cena a bordo o en restaurante.
¿Debemos esperar cargos adicionales?
Normalmente en la contratación de servicios de chárter no está incluido el gas-oil, los amarres, las bebidas alcohólicas y los refrescos. Gasoil: su consumo dependerá de la necesidad de poner en marche el motor. Navegando a vela se mantiene la nevera fría con las baterías. Para cargarlas, desalinizar en caso de que hubiera potabilizadora de agua o para desplazarnos, se usará el motor. Amarres: se pueden pasar las noches en puerto o fondeados. En todos los viajes, suele haber algún día en que se suele amarrar en un puerto, aunque lo interesante suele ser fondear o, como mucho, amarrarse en algún parque de boyas… ¡que en algunas zonas puede ser prácticamente equivalente al coste de un amarre! Bebidas: el consumo de bebidas alcohólicas no está incluido. Por todo ello, lo más práctico y lo que suele hacerse es un fondo común para gasoil e hipotéticos amarres.
¿Hay música o algo para leer?
A bordo suele haber un equipo HIFI con cargador de CDs. Lo más sensato es llevar un pod de música para escuchar en nuestros momentos personales lo que más nos guste. La música a bordo constante para todos, puede llegar a ser desquiciante según su género. El silencio suele ser el bálsamo del buen rollo y la buena convivencia.
A bordo, ¿se pueden cargar el teléfono, cámaras o tablets?
Si, la electricidad a bordo es de 12V y suele haber un “converter” a 220. Es interesante traernos, por si acaso, tomas USB para nuestros dispositivos, tipo mechero de coche, y siempre es preferible, salvo que nos autorice el patrón, cargar cuando se está navegando motor o estamos ya enchufados a la corriente de un puerto.
El día previo al embarque, ¿se puede dormir en el barco?
Normalmente no. Esto es potestad de cada empresa ya que las agendas suelen ser repletas y ello no es posible. Esto debe consultarse y debemos estar preparados para la sugerencia de un cargo adicional.
Si hago la reserva y luego no puedo ir, ¿se recupera lo pagado?
Las fianzas que se pactan para la reserva sirven precisamente para eso: para no dejar a la empresa “colgada” sin opción de comercializar (o muy difícil y no con las mismas tarifas) otra vez esas mismas fechas. Generalmente se aplica el mismo criterio que en el alquiler de un apartamento o un hotel.
¿Es necesario llevar pasaporte?
Con el DFNI es suficiente si no se sale de la UE. Puede ser útil llevar el carnet de conducir po si se alquila un coche o unas motos para algunas excursiones en tierra.
Antes de la llegada, ¿contactamos con el barco?
Con la empresa o incluso con el barco si la empresa es el propio patrón. Digamos cuándo llegamos, confirmemos la hora de llegada de nuestro vuelo, lugar de embarque, desembarque, traslados,… Por mail es lo más recomendable para que quede constancia.
¿Se puede elegir cabina?
Las empresas o los patrones individuales no suelen participar en el reparto de los camarotes. Lo mejor es a suertes o según las necesidades objetivas de cada uno.