Nos dispensa unos preciosos minutos en Marina Vela antes de partir hacia el Atlántico donde, junto a su hermana Helena, acabará de afinar su portentoso proto desarrollado por Sam Manuard. Mañana mismo, el 13 de abril, va a disputar su primera regata en aquellas aguas.
Carlos, explícanos que diferencia hay entre el barco (807) de tu primera minitransat y el actual (1081) que estamos viendo.
“No hay ningún punto de comparación. Partimos de una base completamente nueva, de algo radical y diferente. Hace dos años era una embarcación ya antigua y ya fidelizada que ya me enseñó muchas cosas de la navegación tradicional. Ahora estamos en un momento totalmente innovador. Barco con foils, proa redonda (tipo scow)… Estábamos en barcos de serie, ahora estamos en barcos prototipo que ya supone la máxima complejidad actual que se puede llegar a ver en un mini”.
El barco es un diseño único (sólo hay dos) de Sam Manuard… Cómo fue el entendimiento con él a la hora de elegir el tipo de barco.
“Buena pregunta la verdad. Sam me propone un full-foil en la primera reunión, es decir, un barco volador completo porque en ese momento ya estaba diseñando uno. Le paré un poco los pies porque yo no quería ese tipo de barco porque no quiero volar completamente. Sam escuchó mis ideas y entre los dos desarrollamos el barco de entre dos ideas primeras. Luego Sam ya plasmó la base del desarrollo, -hay mucho de Sam Manuard en el barco desde luego- pero yo he desarrollado desde los planos iniciales bastantes cosas y he controlado la construcción custom detalle a detalle, con lo que conlleva eso de responsabilidad. Me he pasado muchas horas frente al ordenador y luego en el agua optimizándolo”.
En esas 1.200 millas que dices que ya has realizado, la mayoría en Cartagena, ¿qué has tenido que aprender realmente con esta, en realidad, nueva forma de navegar.
“He pasado por varios procesos. Es un aprendizaje infinito, tanto en el numero de cosas como en los detalles de un solo aspecto. La primera fase era analizar todos los elementos que tu diseñas en el papel y en el ordenador y después ya viene el aprendizaje del comportamiento natural en el agua del barco en lo que necesita para cada circunstancia de mar. Las primeras navegadas fueron una alucinación tras otra ya que tu mente tradicional choca con lo que estás viviendo y sintiendo. Por ejemplo en un barco tradicional cuando escoras tienes que largar escota o reducir trapo para obtener más velocidad. En sete barco, es totalmente lo contrario, cuando escora acelera y a la que acelera genera mucho viento aparente y tienes que seguir escorándolo porque al acelerar genera más estabilidad en el foil y entonces ya él (el barco) se aplana solo. Tienes que aprender a soltar trapo ¡pero no! y llevarlo en la sustentación”.
Estoy viendo que se trata de un reseteo total, ¿verdad?
“Correcto. Conlleva una tensión muy grande a la caña que vamos superando. Todo es nuevo. Hasta ahora nunca sabes el comportamiento del barco en el siguiente paso. Y siempre hay más. A día de hoy, no he puesto todavía el barco al límite porque no he tenido el tiempo ni las condiciones para ello, aunque estamos ya en ello. Esto es infinito y aún estamos lejos del límite”.
Estás en plena fase de conocimiento y afinamiento del barco. En qué aspecto crees que vas a evolucionar más. Tu forma de navegar, la colocación de los pesos, la maniobra,…
“Hemos pasado tres meses de navegación y ya tengo muy claro que ya hemos fiabilizado mucho los sistemas. No me he dedicado aún al trimaje exacto de los foils, por ejemplo. El barco, de entrada, ya va muy potente pero si que sé que en esto hay un gran potencial de afinamiento a explotar. Pero en lo que más puedo evolucionar y en donde debo focalizar mucho mi atención es en el reglaje general del barco… El barco tiene un acelerador infinito de velocidad y debo aprender a llevarlo a ese 80% con el piloto automático de una manera fiable y segura para mi”.
Hemos visto que la botavara tiene una forma algo peculiar, como cóncava, describiendo una pequeña parábola… Explícanos este desarrollo.
“Ganamos superficie vélica. Básicamente venimos buscando dos conceptos. De entrada la mayor viene corrida hacia popa del tope hasta la mismísima cubierta, y con eso buscamos, más que una mayor superficie vélica, cerrar el flujo de viento entre la botavara y la cubierta y eso genera una eficiencia de fluido superior que los m2 que en si formalmente ganas”.
Te vas mañana por la mañana (24 de marzo) a…
“A Lorient, tras pasar por un puerto anterior para unos entrenamientos de unos 10 días, para hacer la primera regata atlántica de la temporada que es la Plastimo Lorient Mini (13 de Abril). Después ya nos vamos a La Trinité para la famosa Mini Mai (15 de Mayo). Luego a Duarnenez para la Fastnet (11 de junio) y luego vamos de nuevo al sur para hacer la Puru Race (19 de julio)”.
Es decir, puerto base no tienes. Vas a ser un poco itinerante con sus respectivos traslados por mar, ¿no?
“Correcto. Aunque estoy buscando uno en La Bretaña. Estoy barajando un par pero aún no me he ubicado del todo”.
El barco, tus dietas y las de tu hermana Helena, alojamiento,… Estarás buscando esponsor, ¿no?
“Cierto. Es otro de los grandes retos. Encontrar empresas que quieran sacarle provecho a este proyecto a nivel de imagen y repercusión mediática, sumando fuerzas para crecer juntos… Estoy en este proceso también para que todo siga bien encaminado”.
¿Quién se dedica a este trabajo específico?
“Soy yo, aunque mi família se ha volcado en buscar patrocinadores. Y mis amigos… Estamos convencidos que surgirá esa marca”.
El barco (1081), ¿sigue con la misma grímpola?
“Si la del Club Náutico El Port de La Selva. El barco no tiene un esponsor principal ahora mismo pero si tengo colaboradores, entre ellos el CN El Port de La Selva, que siempre me han ayudado. También tenemos a Global Composites, el astillero Synergia que me ha ayudado a construir, CESMAR, empresa de seguridad referente en el Empordà, Equip Yacht como colaborador técnico y otros…”
La Fundación Barcelona Capital Nàutica (exFNOB), ¿juega algún papel como espónsor o colaborador en tu proyecto?
“En estos momentos, a día de hoy (22 de marzo), no. Creo que ahora están en un momento de cambios con la gestión de la America’s Cup etc… de por medio, pero yo creo que en un Futuro más o menos inmediato puede haber una colaboración. Ya la hubo en su momento, en el 2021, con el programa Escolar. Estoy convencido que vamos a participar en el proyecto “22 dies en 22 peus” (22 días en 22 pies) que ahora se está gestando”.
¡Molta sort nanu!
“Moltes gràcies!”