La embarcación Candela, una “bowrider” está construida mediante la infusión húmeda y carbono y ofrece unas líneas clásicas las cuales, en flotación, nada hace pensar que se trate de una embarcación foils. Con un peso de 1.300 kg, 7.70 m de eslora y 2,40 m de manga, va propulsada por un motor eléctrico de 55kW (el equivalente a 74 Hp de combustión).
Su diseño debemos de calificarlo de sencillo, incluso espartano, de líneas muy habituales. Su casco es en su primer tercio de eslora ofrece la forma de “V” con un par de redanes de sustentación por banda, y luego ya su casco es completamente plano hasta su espejo de popa.
Sus características hacen que el despegue, el vuelo y el amerizaje sea totalmente “en automático”, es decir, según al régimen que funcione el motor, por tanto según a la velocidad que se vaya.
Buena autonomía “al vuelo”
Lo sorprendente es que gracias a su foils su autonomía es de 50 millas a 22 nudos de velocidad con un suplemento de 8 millas más a 5 nudos de velocidad con el barco desplazando agua, como cualquier otra embarcación. Su velocidad máxima “al vuelo” es de 30 kn.
Su capacidad le permite transportar a 5 personas más el patrón lo cual creemos que es muy aceptable para una embarcación de este porte, propulsada eléctricamente y con foils rectráctiles rectos en forma de “n” invertida, como en los aviones, colocados en el centro de gravedad y trimados por sensores que actúan sobre los mismos con una frecuencia de 100Hz.
El foil puede actuar a media altura para aguas con poca sonda. La caña del motor posee una “T” invertida justo por encima de la hélice propulsora que sustenta la embarcación por popa. Su calado con el motor izado y los foils escamoteados es de tan solo 0,50 m.
La recarga de las baterías se puede realizar directamente a un enchufe casero a 230V/16ª o a 110V/34ª. En 12 horas la batería queda totalmente cargada. Sin duda una interesante opción, quizás visualmente algo sencilla que de momento está a la venta por unos 200.000€
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