Cuando hoy lunes los parones llegaron a la última reunión sobre la salida, los rostros de los ocho regatistas, que navegarán en la primera edición de la Brest Atlantiques, eran más serios y concentrados que en días anteriores, prueba de que la salida era inminente. Mañana martes, a las 11 de la mañana, cuatro maxi-trimaranes de la Ultim Class 32/23 saldrán para un largo recorrido de 14.000 millas, o más de la mitad de una vuelta al mundo, que pasará por Rio de Janeiro y Ciudad del Cabo antes de regresar a Brest, donde se espera que los primeros finalicen tras unos treinta días de competición.
A bordo, cuatro tándems impactantes (cada uno acompañado por un periodista encargado de compartir su vida cotidiana), que acumulan 21 vueltas al mundo completas, récords caóticos (vuelta al mundo en solitario, Trofeo Julio Verne…) y victorias en todas las grandes pruebas del planeta, desde la Vendée Globe hasta la Route du Rhum, pasando por la Volvo Ocean Race o la Transat Inglesa.
Los regatistas más experimentados, deberán encontrar el equilibrio perfecto entre el deseo de ir rápido para ponerse en los primeros puestos y la necesidad de cuidar los barcos, ya que las condiciones del primer día de regata parecen difíciles, como explica el director de regata, Jacques Caraës: “En la línea de salida, situada entre el cardenal occidental de la isla de Sein y el barco del Comité de Regatas, Le Rhône, los pronósticos apuntan a un viento medio de norte a noroeste de 24-25 nudos, con ráfagas de viento que pueden llegar a los 35-39 nudos. El aspecto más delicado es la dirección del mar, que les llegará del través y proa. Sin duda será difícil, pero no vamos a enviar a los navegantes a un infierno, sabemos que pueden pasarlo siempre y cuando naveguen como buenos marinos, así que tienen que mantenerse alertas durante las primeras 8-10 horas, hasta doblar el cabo de Finisterre”.
Lo que obviamente pretenden hacer, tal como declaraban en vísperas de su partida: “No vamos a hacer nada estúpido. No debemos olvidar que nos vamos a una maratón, el golfo de Vizcaya es sólo una pequeña fase de 10 horas”, resume Charles Caudrelier, que se une a Franck Cammas en el Maxi Edmond de Rothschild. “Requiere que estemos en cabeza inmediato, eso es lo que hace que sea complejo, pero también muy interesante, y es por eso que hemos estado entrenando durante años”, añade Thomas Coville del Sodebo Ultim, el último maxi-trimarán estrenado con 3 el 18 de marzo, en el que navegará con Jean-Luc Nélias.
Esta travesía del golfo de Vizcaya, en un mar que se irá haciendo cada vez más moderado, debería durar unas diez horas hasta el Cabo Finisterre. Desde ahí, es probable que sea más favorable, ya que los cuatro maxi-trimaranes se beneficiarán de unas condiciones ideales para ir rápido, incluso muy rápido: la ruta actual los lleva al ecuador en…. ¡4 días y medio! “Una vez que salgamos del Golfo, ¡será una fiesta! ” sonríe Yves Le Blévec, patrón de Actual Leader junto al español Alex Pella. François Gabart, con Gwénolé Gahinet en el Trimaran Macif, comentaba que “Las condiciones tras Finisterre serán ciertamente más fáciles, pero no inofensivas, pues navegar a más de 40 nudos de velocidad también requiere tener cuidado y estar muy atentos”.
Declaraciones:
Alex Pella (Leader Actual): “Creo que es un acierto salir mañana, porque las condiciones vuelven a empeorar desde el miércoles. Nuestro barco no es el más rápido, pero las regatas no son solo una cuestión de velocidad, especialmente en esta con tantas millas, donde afrontaremos muchos cambios de condiciones y transiciones. Tengo mucha ilusión y me enorgullece ser uno de los ocho navegantes elegidos para esta gran regata”.
Yves Le Blévec (Leader Actual): “Tendremos condiciones con ángulo y fuerza del viento de 120 grados y 30 nudos respectivamente, en las que nuestros barcos son capaces de ir súper rápidos, pero hay dos parámetros adicionales a tener en cuenta: rachasde hasta 40 nudos y sobre todo un mar agitado. Vamos a empezar con prudencia, salimos para pasar 30 días en el mar, vamos a tener que ser prudentes durante esta pequeña parte del recorrido”.
Thomas Coville (Sodebo Ultim 3): “Tendremos que encontrar el siempre delicado equilibrio entre velocidad y seguridad desde el principio, pues no es fácil ralentizar nuestras máquinas. Son barcos grandes capaces de navegar en mares agitados y quizás sea mejor aprender de inmediato que esperar hasta Sudáfrica para tener estas condiciones, prefiero ver el vaso medio lleno”.
Charles Caudrelier (Maxi Edmond de Rothschild): “Serán condiciones duras, especialmente por el oleaje. Navegaremos rápido con mar de proa y de través, deberemos tomárnoslo con un poco de calma o no llegaremos hasta el final. Ansío la hora de irme, de empezar la regata en este barco, llevo siete meses entrenando y soñando con ello, estoy muy contento”.