El cruce de la zona de calmas intertropicales, conocida como doldrums, apenas ha ralentizado el ritmo de estos colosos trimaranes en la Brest Atlantiques, capaces de devorar millas a ritmos sorprendentes que les permiten singladuras por encima de 700 millas con facilidad, y que cruzando esta zona de calmas han acumulado unas 400 millas diarias. El cambio de hemisferio también ha comportado un cambio de amura, navegando ahora ciñendo a babor ya que en el cono sur los alisios cambian del Noreste al Sureste.
El Edmond de Rothschild (Frank Cammas / Charles Caudrelier) se acercaban a la zona crítica con algo más de 20 millas de ventaja sobre el Macif (François Gabart / Gwénolé Gahinet), que trató de sorprenderles sin éxito navegando un poco más al este que el líder. La inestabilidad e irregularidad de la zona de calmas exigía la máxima atención para evitar entrar en áreas sin viento. La fallida estrategia ha permitido al dúo Cammas / Caudrelier aumentar considerablemente su ventaja a 163 millas (clasificación de las 16 horas), que probablemente crecerá un poco ya que su Edmond de Rothschild va cogiendo antes los nuevos alisios más consolidados. Además de la errónea estrategia, deberá evaluarse si la avería del timón central del Macif les ha pasado factura en esta zona con menos viento y facilidades para volar. A las 01 horas de ayer sábado, la tripulación francesa comunicó que el timón había impactado con un objeto flotante, pero que el choqué no había causado ninguna vía de agua ni otro daño aparente. De hecho, fue capaz de navegar a un promedio de 33,5 nudos durante las siguientes cuatro horas, mientras evaluaban con su equipo técnico la posibilidad de efectuar una rápida escala técnica en Brasil para reparar el maltrecho timón. “En el modo de vuelo (foilng), este daño no debería molestarles demasiado, ya que el barco depende de los dos timones de flotación. Corre el riesgo de afectarles más cuando disminuya el viento a lo largo de la costa brasileña“, explicaba ayer Jacques Caraës, director de regatas de Brest Atlantiques. Por su parte, el líder sufrió un problema con el enrollador de su gennaker (gran vela de proa asimétrica), que les impedía enrollar la vela. Afortunadamente, detectaron una pequeña avería en el tambor que subsanaron sin mayores contratiempos, gracias a las condiciones de viento benévolas.
A popa del Macif, el Sodebo (Thomas Coville / Jean-Luc Nélias) ha podido recortar buena parte de la desventaja en la Brest Atlantiques, que en la última clasificación estaba a solo 63 millas del segundo clasificado, tras haber seguido una ruta similar a la del líder, pero que le costará un poco más de tiempo arrancar a pleno rendimientoen los nuevos alisios consolidados. Por su parte, el Actual Lider (Yves Le Blevec / Alex Pella) es quien está saliendo más perjudicado del cruce del ecuador, pues durante las horas de retraso respecto a sus competidores la zona de calmas se ha extendido un poco y será el barco que las termine de cruzar con menos viento, aunque en la clasificación de las 16 horas acumulaba un retraso de 374 millas respecto al líder Edmond de Rothschild, pero se mantenía a 210 y 150 millas del segundo y tercer clasificado.
El equipo Edmond de Rothschild ha comunicado que efectuarán una rápida parada técnica en Salvador de Bahía, donde revisarán la orza central de su trimaran, dañada cuando navegaba a la altura de Cabo Verde.
“La mala noticia es que tendremos que parar en Salvador de Bahía por unas horas. Tuvimos un problema antes de Cabo Verde en nuestra orza y hay cosas que arreglar. Una parte del equipo se unirá nosotros y tendremos que hacer una pequeña “estrategia” antes de partir. No sabemos exactamente qué sucedió, probablemente fue un impacto, pero visualmente el fondo de la deriva está dañado, por lo que el barco no está en condiciones óptimas de navegación. Preferimos verificar todo eso antes de navegar en latitudes más al sur. Con Cyril Dardashti, el equipo y nuestro estratega Marcel Van Triest sopesamos los pros y los contras: qué nos cuesta parar en términos de millas, lo que queda por navegar en la regata porque solo hemos hecho un cuarto del recorrido, el clima que vendrá y, por supuesto, la seguridad. Después de ver todo esto, creemos que el mejor compromiso es esta parada para partir con un barco al 100% de su potencial”, explicaba su patrón Frank Cammas.
Los ocho navegantes que compiten en la Brest Atlantiques son muy conscientes de que aún les falta un largo camino por recorrer hasta la Brest, cruzar la línea de llegada y finalizar esta gran regata oceánica.