El ‘Black Friday’ o ‘Viernes Negro’ es el día que inaugura la temporada de compras navideñas en Estados Unidos, y se determina por ser el día siguiente al de Acción de Gracias que, recordemos, se celebra el cuarto jueves del mes de noviembre. La industria del cine anglosajona se ha encargado de grabar en nuestra memoria escenas de las tradicionales y copiosas cenas familiares que se sirven en dicha jornada, en las que el pavo asado u horneado servido con salsa de arándanos rojos es el protagonista.
Lo que los comerciantes inicialmente vieron como un maná, una nueva temporada de ventas, se ha convertido en un avance de la campaña de Navidad, ya que las mejores promociones de Black Friday no suponen una mayor capacidad de gasto: el bolsillo es el que es y por mucha campaña que haya éste no se duplica.
Lo cierto es que las compras navideñas se amplían en el tiempo y es hora de pensar en aquellos productos que pueden ser razonables para equipar la embarcación y buscar ofertas.
-Sería el momento de plantearse la contratación de un día de navegación en familia o prever unas vacaciones en chárter.
-Tal vez de buscar una nueva caja de herramientas o de pesca porque la que tenemos ha quedado pequeña.
-Puede ser que podamos pensar en comprar nuevas fundas para los cojines o cambiar los cojines y comprar alguna sábana por si nos quedamos a dormir en el barco.
-También podríamos encargar el trabajo de varadero, porque el barco lo necesita.
-Podríamos cambiar las toallas de baño que son las que ya teníamos en el otro barco, o que ya no secan, o que ocupan mucho espacio; quien dice toallas dice mantas, alfombras y otros enseres de a bordo.
-Nos podríamos atrever con un nuevo equipo GPS o cambiar la potabilizadora, o comprar un generador eléctrico.
-Pero también podríamos comprar un barco tipo Optimist, 420, o un kayak, o una plancha de pádel surf.
-Pensando, pensando, se podría optar por unas velas nuevas, o cambiar los cabos, o un nuevo piloto automático,… O cambiar de embarcación directamente, uno nuevo…
Es difícil encuadrar legalmente el “Black Friday”. Las temporadas de rebajas fueron modificadas en julio de 2012 con Real Decreto-Ley de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, liberalizándose los periodos del año en que los comerciantes pueden reducir sus precios. No obstante, es necesario recordar que no hay rebajas si el mismo producto no ha sido puesto a la venta con precio ordinario con anterioridad, o se trata de productos deteriorados o adquiridos con objeto de ser vendidos a precio inferior al ordinario.
Los derechos de los consumidores y las garantías son las mismas, aun cuando el precio se compre como promoción, sin que éstos puedan verse reducidos por comprar artículos a un precio inferior al habitual.
La campaña de Navidad empieza y en las opciones de compra, la sufrida colonia, la corbata y la bufanda pueden ser sustituidas por elementos y utensilios náuticos.
Si no hay suerte en el Black Friday, ni por Navidad, siempre podemos esperar a la carta de Reyes.
Jaume Prats