Luego nos percatamos que el stand era de Bellingham Marine el gran constructor mundial de pantalanes flotantes que desde hace muchos años participa en el Salón Náutico de Barcelona.
La marca norteamericana es conocida por una patente que solventa y previene el envejecimiento por stress de las conexiones/bisagras entre tramos de pantalanes flotantes, evitando las roturas por sorpresa y, sobretodo, evitando los costes de sustituciones preventivas de conexiones “probablemente” afectadas sin, en realidad, saberse a ciencia cierta si no se realiza un escaneo con rayos X de la zona sospechosa.
Su famoso sistema de varillas/pernos de unión fueron una revolución para los operadores portuarios debido al evidente ahorro de costes por las llamadas sustituciones preventivas por envejecimiento, haciendo de Bellingham un líder mundial.
Como se sabe, Bellingham es también conocida por el desarrollo de los pantalanes curvos, es decir, de aquellos pantalanes flotantes que resiguen la curvatura de determinados muelles como por ejemplo, el bonito muelle del canal se salida de la Marina Juan Carlos I en Valencia.
La representación de Bellingham Marine en España y en Europa la ostenta CM Ferrer, empresa de construcciones metálicas de larga tradición industrial que tiene sus sede central cerca de Girona. Y decimos sede central porque CM Ferrer posee la capacidad de construir en el lugar de la instalación, abaratando mucho los costes…
Power docks, los pantalanes que vienen…
De la misma manera que en los aeropuertos existen “islas” de recarga gratuita para móviles para todo aquél que lo precise, desde Bellingham se propone -ya es una realidad en Estados Unidos-, la construcción de pantalanes e “islas” flotantes con capacidad de carga eléctrica a partir de la energía limpia del sol, es decir, mediante placas fotovoltáicas integradas.
Desde España, la oficina europea de Bellingham Marine está proponiendo proyectos muy interesantes, algunos ya una realidad al otro lado del Atlántico, en sintonía con las necesidades energéticas de las nuevas tecnologías de “barcos inteligentes” que los grandes astilleros, en especial los europeos, están desarrollando y empezando a implementar. Huelga decir que, cualquier embarcación susceptible de tener una batería, es un potencial usuario.
No será una quimera, como ya sucede en la telefonía móvil, poder recargar las baterías de los barcos, híbridos o no, eléctricos o no, mediante el “bluetooth”. Efectivamente estamos hablando de algo que se percibe lejano pero que ya está aquí en otros ámbitos.
Pantalanes e islas de carga como ventajas competitivas
A nadie se le escapa que los destinos vienen muchas veces determinados por el nivel de servicios que se ofrece. Atracaremos en un puerto o fondearemos en una bahía dependiendo de lo atractivo del paisaje, quizás de la oferta gastronómica y, por supuesto, por la calidad, coste y servicios portuarios como puede ser, una mera re/carga de baterías.
Un pantalán o plataforma con placas solares integrada puede:
- Nunca quedarse sin fluido eléctrico
- Energía gratis/barata lejos de la orilla o puerto
- Capacidad de amarre y carga simultánea de varios barcos
- Descongestión de la ocupación de marinas y puertos
- Un punto de wi-fi remoto de la orilla
- Independencia energética y resiliencia
Bellingham Marine propone, desde España, crear puertos de calidad también en este aspecto. La posibilidad de recargar las baterías de servicio o las del sistema híbrido a partir de una energía limpia como el sol, es de indudable atractivo, mientras el barco y su tripulación descansan en el puerto.
Lo mismo sucede con las bahías y radas naturales. Imaginemos unos pantalanes fondeados comos “islas” flotantes, parecidas a las existentes en el puerto de Mahón. Si además se las dota con un servicio “Charge & Go” atraerá, sin duda, un mayor tráfico y impulsando la economía asociado a los intereses del lugar. Imaginemos igualmente estas instalaciones, desmontables si se requiriera, cerca de las bocanas de puertos muy concurridos durante el punto álgido de la temporada, ayudando a descongestionar el tráfico interior del puerto en busca de energía. Imaginemos además…