General
La nueva gama Cruiser de Bavaria ha decidido prescindir de algunos axiomas hasta ahora irrefutables. De ahí que, por ejemplo, el 37 Cruiser sea candidato a Barco del Año 2014. Un síntoma claro de la innovación que se está llevando a cabo desde lo más profundo de este constructor. Este 37 Cruiser sustituye al anterior de 36.
Navegación
Sensible a la caña
Probamos la unidad 1 del Bavaria 37 Cruiser. Una unidad, ya no se habla nunca de prototipos, destinada a ser probada por toda la prensa y algunos clientes preferenciales. Se navegó en las costas de Loano, Italia con 13-15 nudos de viento real tras unos días de Mistral y el mar muy agitado.
La verdad es que este 37 pies se mostró muy ágil al navegar, con una buena velocidad pero siempre dentro de los estándares de navegación en estas esloras. De él destaca su buena aceleración a la carga de la racha, y en el momento de virar vuelve a restablecer la velocidad de inmediato. Enseguida coge la velocidad que en los 45 grados se traducen en unos 5,3 nudos de velocidad. De 5,8 a 6,2 en los 60 grados respecto al viento real y casi 7,5 nudos navegando del través. Se muestra especialmente brioso en los rumbos portantes debido, entre otras coses, a su evidente volumen en las amuras y a su nada desdeñable manga situada muy a popa, muy en línea con las tendencias “openizantes” actuales, que le confiere mucha estabilidad y un buen apoyo en el agua de los costados. En los largos se alcanzaron buenos registros teniendo en cuenta que la intensidad del viento iba a la baja. El volumen al que nos referíamos contribuye definitivamente mucho a que el barco “se apoye” muy bien en los costados, un factor muy interesante en las ceñidas. Sí, es un ceñidor solvente que con el buen concurso de su profunda pala compensada, no es fácil perder el control del barco gracias, en parte también a su quilla de 1,95 m de calado con 2.080 kg de lastre que mantiene en una escora no muy pronunciada el barco. La estabilidad en el rumbo es excelente siendo su comportamiento a la carga de la racha muy sosegada, muy poco ardiente.
Con un palo muy avanzado hacia proa, la vela mayor enrollable en el mismo posee una gran superficie vélica con sables forzados verticales que junto a un foque enrollable con un solape del 110%, ofrece casi 70 m2 de trapo. El palo está fraccionado en los 9/10 y la jarcia posee dos pisos de crucetas con una jarcia discontinua, lo que hace que el barco tenga un comportamiento ligeramente deportivo que junto a la gran rigidez de su casco dado, por su sistema constructivo mediante un enjaretado de fibra en el casco, hace que las fuerzas se transmitan mejor sin disipaciones energéticas.
Interesante fue el tacto a la rueda que permitía gobernar sin esfuerzo desde cualquiera de las dos ruedas. Una suavidad al tacto fuera de lo común que sin duda el uso del cardan en algunos de los tramos de cable otorga y, también al parecer por el novedoso anclaje de los guardines del sistema de gobierno, que no están fijados al casco, sino por debajo de la cubierta de la sobreestructura. El circuito, por tanto, es mixto ya que los cables discurren hacia el sector que sí está fijado donde siempre. Este sistema contribuye a que la acción desde las ruedas sea muy suave amortiguando mucho la presión de la pala.
Curiosamente, navegando en la rueda de sotavento nos era muy difícil ver los catavientos del Génova, algo imprescindible para los más pr,o o los que buscan afinar lo máximo posible las posibilidades del velamen, no así para los cruceristas tipo.
La posición del timonel es cómoda en líneas generales, ya que el backstay, que posee una desmultiplicación todavía algo dura y en forma de pata de gallo, con su polea muy arriba, invade parte del lugar, por delante del sitio de la aleta en donde nos sentaríamos cómodamente. La zona dispone de un compensa escora tan sencillo como efectivo que no es más que una tapa que se la trinca por debajo a voluntad.
La situación de la maniobra es correcta y cómoda tanto para la tripulación que decida accionar los dos winches por brazola, escotas de génova y escotas de gennaker. La maniobra reenviada a la bañera que discurre por encima de la cubierta desemboca en el piano asistido por un winch bien dimensionado con el que se puede trabajar correctamente gracias también a la gran pared de la caseta que nos permite trabajar en una posición cómoda. Parece ya costumbre por parte de los técnicos de Bavaria de montar una doble escota para la mayor que se acciona desde cada banda, en vez de una única o una “sinfín” accionable también desde cada banda, como hasta hace poco hacían. La doble escota, a la que estamos poco acostumbrados, es interesante si se mantiene el orden de los sobrantes de los cabos y drizas en bañera, porque si no es un lío para los que no estamos acostumbrados. Por otro lado, es interesante el sistema, ya que mientras una trabaja, la otra puede actuar como “retenida” de la botavara en los rumbos portantes cerrados. Para virar, y evitar un bandazo de la botavara cuando pasa a la otra banda, también es interesante para que esta maniobra delicada se realice con suavidad “reteniendo” poco a poco la botavara. Nos iremos acostumbrando.
Habitabilidad
Camarotes más grandes, salón y cocina sin exageraciones
Sin detectar grandes cambios en su interior, sí hay algunos que, de antemano debemos incidir. Por un lado es importante resaltar que, definitivamente, en un barco de crucero, la mesa del navegante ya empieza a ser claramente discutido su uso. Si, efectivamente, en crucero se suelen desplegar las cartas de papel (los que lo hagan además de consultar el plotter) sobre la mesa del salón. Si, es más práctico. Entonces ¿para qué una mesa de navegante? Para consultar algún dato o apunte en navegación como mucho. Creemos que Bavaria ha meditado mucho esto y finalmente ha decidido realizar una mesa de navegante escamoteable para así aprovechar el espacio para cuando no se use. El espacio de la mesa del navegante se libera en aras de un mayor confort para los momentos sociales en el salón pasando su asiento a ser parte del sofá.
Por otro lado, la amplitud del salón solo se entiende al detectar que los mamparos están colocados más a proa, “empujando” literalmente el lavabo de popa, compartido entre los tres camarotes simétricos disponibles bajo la bañera, hacia proa. El camarote de proa curiosamente prescinde de lavabo privado y su WC, simplemente porque “el mercado no lo demandaba” y se ha potenciado su capacidad de estiba con un mega-armario de doble ala.
Curioso es que con este “movidón” de cuadernas finalmente se ha conseguido que la amplitud de los tres camarotes fuera superior, reduciendo muy poco, a la postre, la zona central del barco con una cocina y un salón formalmente más reducidos pero con una sorprendente sensación de amplitud. El astillero definitivamente ha tirado por la borda los axiomas que decían que las cocinas y salones debían ser “grandes”. Desde el astillero, con algo de sorna, nos cuentan que “han tratado de alejarse de conceptos y estéticas de camping” y por eso han “agrandado los camarotes en detrimento del salón y la cocina que siguen siendo operativos sin exageraciones”. Francamente creemos que lo han conseguido.
Balance
Trabajado a fondo
Qué duda cabe que el trabajo de Bavaria Yachtbau en este modelo ha sido muy de fondo. Por un lado la realización de una sobreestructura más delgada y resistente ha hecho que desde el exterior ésta no fuera tan prominente como en modelos anteriores, estilizando su línea. Por otro lado se han ajustado las desproporcionadas alturas interiores de algunos modelos anteriores, manteniéndola todavía adecuada para navegantes del norte de Europa.
La reducción formal pero no visual de la zona central del barco, en donde se hallan el salón y la cocina, en aras de engrandecer los tres camarotes de esta versión, indican el calado de esta nueva interpretación que quiere dejar de lado el estilo “camping” con que la náutica trabaja los interiores según el astillero alemán. Parece un buen concepto pero que debe ser explicado ya que los cambios son leves a la vista y, aspectos como la omisión del lavabo privado y su WC en el camarote de proa, “porque el mercado no lo demanda”, igual no se entienden en la venta. Justamente creemos que para alejarse del “campismo” no es necesario prescindir del lavabo privado del camarote armatorial. Justamente creemos que tres camarotes que compartan un mismo lavabo es “fomentar” la sensación de camping. Tenemos claro, no obstante, que aparte de peculiaridades como es la omisión a voluntad de la mesa de cartas, orientada a popa cuando está montada, este 37 pies tiene el volumen de un 42 pies con la misma capacidad de estiba en sus camarotes.
El exterior también tiene sus logros, aunque menos vistosos. El más claro es, probablemente, su enorme plataforma de baño accionada por dos pistones eléctricos escondidos. Plataforma que al estar cerrada hace también de banco trasversal en popa o de espejo de popa.
Con una maniobra muy estudiada, y una cubierta hacia proa muy diáfana, ya que se han colocado los escoteros en la caseta el Bavaria 37, nominado a barco del año, ofrece aún un detallito más de lo más práctico y que nadie ha caído en incorporar. Por primera vez, el tan feo y prominente escobén del ancla tiene un uso práctico, más allá de ser uno de los puños del gennaker: es un práctico peldaño forrado en teca para apoyarse en la salida hacia el pantalán a través de su balcón de proa abierto. Por discreto que sea, se trata sin duda de un ¡detallazo!
El sucesor del Bavaria 36 se puede navegar con un P.E.R. y tiene un precio base de 91.900€.