Esta iniciativa empresarial se presenta con el interés de ser una línea regular de pasajeros pero con un elemento añadido que supone un viaje corto, cercano a la costa del Garraf (Barcelona), con una embarcación rápida que une dos ciudades con interés turístico. Para que un proyecto de esas características se convierta en una realidad se ha necesitado más de un año de papeleo.
Por mucha voluntad de simplificación que se pretenda para el inicio de una actividad empresarial de estas características la tramitación administrativa es farragosa.
Parece que debe ser sencillo, pero se ha de solicitar la autorización de ocupación a las autoridades portuarias tanto de base como de destino; se requiere la preceptiva autorización de la comunidad autónoma, y por último Capitanía Marina es la competente para inspeccionar y autorizar el uso de la embarcación que prestará el servicio.
Los años de experiencia me permiten entender que el rigor y criterio que impone el procedimiento administrativo tiene como contrapartida tiempo, y que si exigimos que las administraciones actúen con rigor y trasparencia todo tiene unos plazos.
Para el éxito, la iniciativa privada ha de poner todos los medios, y las administraciones la máxima diligencia en las tramitaciones administrativas, pero en el caso en que todas las administraciones sean esenciales se genera un problema de lógica: qué ha de ser primero, la autorización de la línea o la compra del barco. Y, cómo se pueden pactar ocupaciones portuarias si no hay seguridad de que se conceda la autorización de la línea, ni se concrete qué tipo de embarcación se va a autorizar.
Aquí hay un campo de mejora y un camino de estudio para la simplificación administrativa. El mismo proyecto, la misma documentación con pequeñas variaciones, debe presentarse en cuatro procedimientos administrativos para conseguir realizar una única actividad empresarial.
Las tramitaciones paralelas de diferentes autorizaciones para una misma actividad son desincentivadoras para la atracción de inversiones y de nuevos proyectos empresariales.
Jaume Prats
BA, Barcelona Advocats
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