Como en todo, cuanto más se practique, más confianza se coge en aquello que realizamos. En la navegación también. Cuanto más naveguemos al mando más confianza en nosotros mismos adquiriremos.
Con la práctica y asumiendo personal y regularmente el gobierno de un barco, iremos cogiendo práctica. En mar abierto es relativamente más sencillo ya que el riesgo o la sensación de riesgo es menor. Pero las cosas cambian a la hora de volver a puerto, ¿verdad?
De vuelta nos invade una cierta intranquilidad que va in crescendo conforme nos aproximamos. Sí, estamos llegando al momento álgido para los navegantes noveles y no tan noveles. Entonces es cuando suele venir a la memoria aquello de “la costa es nuestro mayor enemigo…”
Y sí, el momento, sin duda crítico, es el atraque en el puerto. Ya sea en la gasolinera, en el muelle de espera o en un amarre. Reconozcámoslo, produce estrés.
Las horas de prácticas, no son suficientes
Está claro que los alumnos al obtener las titulaciones náuticas PNB (Patrón Navegación Básica), PER (Patrón Embarcación Recreo), PY (Patrón de Yate), o CY (Capitán de Yate) aprenden unos conocimientos teóricos importantes que les permiten comunicarse si tienen una emergencia a bordo, conocer el reglamento Internacional para prevenir abordajes (RIPA), aprender a situarse con la carta náutica…
Desde octubre de 2014 con la aprobación del Real Decreto 875/2014 en el que se aumentaron las horas de prácticas en las titulaciones náuticas, los titulados posteriores a esa fecha adquieren una mayor experiencia práctica, pero parece claro que cierta angustia permanece no alcanzándose una autoconfianza suficiente en seguridad personal cuando nos ponemos a gobernar un barco, especialmente, en el puerto.
No me cabe duda de que con las 16 h de prácticas de seguridad y navegación del PER (prácticas Motor) y las 48 h de prácticas yendo a las Islas Baleares, que por ejemplo ofrece Escola Port, no sean suficientes para tener la confianza personal como para gobernar la embarcación con seguridad.
La solución, ¡fácil y divertida!
¡A navegar toca con prácticas de navegación adicionales! Y veo que en Escola Port, la escuela náutica donde más alumnos obtienen su titulación en Cataluña, son conocedores de esta necesidad. Lo veo porque han dado respuesta con sus prácticas de refuerzo de maniobras. Esto es, a mi juicio, absolutamente recomendable y además resulta que no sólo son para los alumnos de la escuela. Están disponibles para todos los que quieran adquirir una mayor seguridad en el manejo de un barco. ¡Chapeau!
Los cursos prácticos de perfeccionamiento de maniobras o prácticas para ganar confianza son sesiones de dos horas dentro del puerto que consiguen que el alumno consiga hacer las maniobras con total seguridad. Estas sesiones pueden ser o bien con veleros de distintos tamaños o con embarcaciones semirrígidas de 8 m de eslora con un motor o dos motores. La Escola Port cuenta con una variada flota de embarcaciones para realizar las prácticas.
Programa “quita angustias”
El programa de estas prácticas para ganar la necesaria confianza en uno mismo con seguridad incluye maniobras en puerto (amarre en distintos lugares del puerto, atraque en gasolinera, entrada en varadero), enseñándose un método para realizar estas maniobras con todo tipo de condiciones. Además, estas prácticas se pueden alargar hasta las 3 horas si el alumno está interesado en realizar la maniobra de fondeo, cosa que se hace frente a una playa cercana al Port Olímpic de Barcelona.
La idea del programa
Hablando con Rodrigo Andrade, director de la escuela, me comenta que “viendo continuamente a personas realizando maniobras delante de mi oficina en el Port Olímpic, algunas de ellas veteranas, constaté que se siguen haciendo mal y, la mayoría de las veces, con la tripulación al borde de un ataque de nervios. Y esto pasa porque los métodos para hacer maniobras no están suficientemente asentados. La idea del programa vino por aquí”.
La opción más económica para realizar estos programas de perfeccionamiento es hacerse socio/a del club de navegación de la escuela. Pero esto es ya harina de otro costal.
¡Prometemos hablar de ello!