La NMMA viene a ser la patronal del sector náutico en los Estados Unidos. Si ustedes entran en su página web verán que la propia asociación reúne a las empresas que venden más del 80% del mercado náutico norteamericano –Estados Unidos y Canadá- y que en ella están integradas otras asociaciones sectoriales. La página web es muy completa, pero tiene espacios reservados para personas previamente registradas y otros espacios aún más reservados a los cuales solo tienen acceso los socios de pago.
Un aspecto importante de la NMMA es la certificación de los productos. Los fabricantes de embarcaciones o cualquier tipo de componente pueden solicitar de la asociación la emisión de un certificado de calidad que permite al producto de que se trate lucir la pegatina de “certificado por la NMMA”, una especie de sello de garantía muy serio. Obviamente, el certificado solo se emite después que una o más personas cualificadas hayan comprobado la calidad del producto, con los costes que ello conlleva. Para que se hagan una idea, la asociación cobra a razón de 180 dólares por hora empleada por el personal técnico, más gastos…
Por supuesto, la asociación actúa como lobby en defensa de los intereses de sus asociados y se ocupa de dar información al público sobre estas cuestiones. En este sentido, es necesario recordar que en los Estados Unidos las informaciones suelen ser veraces, especialmente las que atañen a temas económicos o las que pueden dar lugar a la exigencia de responsabilidades civiles. Comentarios sobre las postverdades de las campañas electorales los dejaremos para otro día…
Pero a lo que íbamos. La infografía nos dice que el impacto económico de la náutica en los Estados Unidos es de 125.000.000.000 dólares. Es decir, ciento veinticinco mil millones de dólares. Ojo al traducir, porque el “bilion” en idioma inglés no equivale al billón castellano. Es mil veces menos. El “bilion” es un “1” y nueve ceros, mientras que el billón castellano es un “1” y doce ceros. La mala traducción es muy habitual, incluso en el doblaje al español de Pretty Woman cometieron ese error. Permítanme hacer una comparación: la náutica de recreo en los Estados Unidos equivale al 12,5% del PIB español…
El asunto implica a casi 35.000 empresas y da trabajo directo a 472.593 personas, más otras 177.421 personas empleadas de forma indirecta. Fíjense que los trabajos directos son sensiblemente más que los indirectos, de modo que habría que ver qué es lo que se entiende por “indirecto” aquí y allí, pues en Europa suelen presentarse cifras absolutamente a la inversa, argumentando que en torno a un trabajo directo surgen muchos más de tipo indirecto.
La cifra total de embarcaciones es superior a los doce millones, pero llama especialmente la atención la tipología de las mismas, pues sólo el 2% cuenta con la propulsión a vela. Hay un 10% de motos acuáticas (¿se imaginan un parque de 1.200.000 motos?) y un 82% de embarcaciones propulsadas a motor. ¿El precio del combustible tendrá algo que ver en ello?
Pero es muy importante cómo la asociación hace hincapié en dos aspectos a su juicio importantes: el origen de los barcos y el nivel adquisitivo de los armadores.
El 95% de los barcos de recreo vendidos en los Estados Unidos están fabricados en los Estados Unidos. Este es un parámetro fundamental a la hora de convencer a funcionarios y políticos sobre la necesidad de entenderse con este sector, que no tiene una balanza de pagos particular negativa. Y eso antes de que Trump lanzara ni una sola de sus indirectas sobre la importancia de realizar “compras de proximidad”. Es más, la balanza de pagos del sector tiene que ser necesariamente muy positiva, pues a todo lo que la industria estadounidense vende en el interior de sus fronteras hay que sumar todo lo que exporta. Y basta asomarse a cualquier puerto deportivo europeo para comprobar que exporta muchísimo.
En cuanto al nivel adquisitivo de los armadores la cifra “fronteriza” se sitúa en los 100.000 dólares. El 72% de los propietarios tienen unos ingresos anuales de menos de 100.000 dólares. Me permito deducir que 100.000 dólares es la cifra por debajo de la cual allí se considera que la gente es “clase media”. Aquí, bastante por debajo de esa cifra se paga el IRPF por el tipo marginal máximo. Concretamente a partir de 60.000 euros el tipo es del 45%…
Ahora pongan ustedes la estadística al revés: un 28% de los propietarios de embarcaciones de recreo ganan más de 100.000 dólares al año. No haré ningún comentario en este apartado.
El resto es fácil de comentar: 97,3 millones de personas salieron a navegar en 2014. Si tenemos en cuenta que el país cuenta con 319 millones de habitantes, resulta que un 30% de la población salió a navegar. Y si dividimos habitantes por número de barcos resulta que tocan a uno barco por cada 26 habitantes.
Las actividades para las que porcentualmente más se usan los barcos son la pesca, la natación –lean baño- y el entretenimiento. Visto el pictograma, lean juerga.
Por último, en el rinconcito de abajo de la infografía, verán que el 95% de la flota de recreo del país está compuesta por barcos pequeños, remolcables, de 26 pies o menos.
Llegados a este punto sí voy a hacer un comentario. Si el 95% de la flota es pequeña y el 72% de los propietarios gana menos de 100.000 dólares la conclusión es obvia: los ciudadanos estadounidenses solo destinan una pequeña parte de sus ingresos al disfrute de la náutica.