En Europa hay unos 4.500 puertos deportivos y marinas que ofrecen 1,75 millones de amarres para una flota europea de 6,30 millones de barcos. Se estima que 48 millones de personas practican una o más actividades náuticas, y 36 millones de ellas practican la navegación (a motor o a vela).
El perfil del navegante de recreo refleja efectivamente las diferentes categorías sociales de cada Estado: las actividades náuticas sufren, debido a los medios de comunicación y a la publicidad, una imagen asociada al lujo, pero todos sabemos que estas actividades ya no están reservadas a una élite social.
El negocio de la náutica incluye el comercio y el mantenimiento de las embarcaciones, el alquiler de embarcaciones con o sin tripulación, las escuelas náuticas, los expertos marítimos, los servicios financieros y de seguros especializados en la náutica. El 97% de las empresas son pequeñas y medianas empresas (unas 37.000).
La actividad industrial del sector cubre todo el ámbito de producción de los astilleros navales: desde las embarcaciones menores hasta los superyates de más de 100 metros de eslora. Sin embargo, la industria náutica se dedica, tradicionalmente, a la producción de embarcaciones con una eslora máxima de 24 metros. La utilización de tales embarcaciones varía: Hay embarcaciones de recreo, pequeñas embarcaciones profesionales para los guardacostas, la policía marítima y las aduanas, pequeños buques de pasaje utilizados en zonas turísticas y en las islas. La industria produce los equipos y componentes (motores y sistemas de propulsión, aparejos, electrónica y sistemas de navegación, velas, pinturas, mobiliario interior), los accesorios náuticos (dispositivos de seguridad, productos textiles, etc.) y los equipamientos para las actividades náuticas deportivas (submarinismo, windsurf, kitesurf, canoas/kayak, etc.).
Con una simple resta entre 6,30 millones de embarcaciones y 1,75 millones de amarres advertimos el número de embarcaciones que, de entrada, no tienen amarre y están en seco. Se puede hablar con toda razón que en Europa la náutica es una «náutica popular».
Con 66.000 km de costa, la Unión Europea es el primer destino mundial para la navegación de recreo. Las actividades náuticas, que generalmente son marítimas, también se practican a nivel continental, tanto a lo largo de los 27.000 km de vías fluviales, como en los lagos (en Europa hay 128 lagos con una superficie superior a los 100 km2). En particular, el Mar Mediterráneo concentra por sí solo el 70 % de la actividad chárter náutica mundial en todas las categorías de eslora.
La situación normativa en Europa es muy heterogénea por lo que respecta a las concesiones administrativas. Las inversiones en los puertos deportivos se ven limitadas por las condiciones en que se otorgan dichas concesiones con una duración demasiado limitada o con la incertidumbre por la renovación de la concesión.
Con los datos que hemos expuesto, el marco normativo de la navegación de recreo sigue siendo, en gran parte, competencia de los 28 Estados miembros. El principio de subsidiariedad perjudica el desarrollo de un mercado único europeo.
En España, con 10 administraciones portuarias competentes, además de Puertos del Estado, deberíamos reflexionar y evitar errores que nos llevan a impulsar la heterogeneidad, a limitar la duración de las concesiones, y a promover la incertidumbre en las renovaciones de las mismas, porque no es cuestión de unos pocos privilegiados: hay una industria náutica en Europa que ocupa de manera directa 234.000 personas y un mercado real de 48 millones de personas que necesitan homogeneidad y seguridad.
Jaume Prats
BA advocats